Kase O posa durante la entrevista con EL ESPAÑOL

Kase O posa durante la entrevista con EL ESPAÑOL Cristina Villarino

Reportajes

Kase O: "A la gente le encantaría que le dieran una paguita suficiente para comer y ya está"

El rapero dejó los escenarios en marzo y ahora presenta su nueva marca de cannabis legal. "Me inquietaba que mi hija creciera sin su padre al lado".

23 septiembre, 2023 02:55
Domingo Díaz Cristina Villarino

Su cabeza le dijo que parara, que no podía continuar con su deber de culturizar un país y cuidar a su bebé. Aunque haya quien le eche ya 50 cursos a las espaldas, Javier Ibarra (Zaragoza, 1980) se bajó de los escenarios en marzo, a los 42 años. Kase O abandonó las giras y la carretera para centrarse en su pequeño proyecto personal: que su niña no creciera sin su padre al lado.

Se acabó el ringui dingui, pero no el show. En el interior de una iglesia protestante, Ibarra está tranquilo, relajado, sonriente. La sesión de fotos le permite desconectar por un momento de las entrevistas y ponerse a los mandos de un piano. Se abre uno de esos momentos únicos, donde los artistas son niños jugando a los instrumentos. "La música pura, la música sin expectativas, entiendo yo, aunque no hay nada puro. Ese momento en el que estás en el piano tiene una belleza increíble. Lo estás haciendo para ti, para tu alma, co", dirá luego.

La tranquilidad de la cotidianeidad le ha tratado bien. Lejos de los escenarios y la presión, Kase O marida la música con nuevos proyectos. El maño acaba de presentar una nueva línea de productos de cannabis sin THC junto a The Tree CBD. La gama de productos comprende aceites, infusiones y cogollos bajo el nombre de Sweet Kase

Kase O: "A la gente le encantaría que le dieran una paguita suficiente para comer y ya está"

"Yo lo que vendo es un momento de tranquilidad. Después de cenar, tener tu infusión, tus gotitas o, si estás en un momento de estrés, es un ansiolítico muy leve. A mucha gente le está yendo muy bien", comenta.

Él mismo admite consumirlo: "Por eso lo recomiendo y por eso me puedo mojar y lo puedo defender". Admite que, por eso, es más que un patrocinio al uso. "A mí me ayudó a dejar de fumar tabaco, es un buen sustituto y tiene muchas propiedades aprovechables".

El CBD es cannabis sin THC. Para entendernos: marihuana que no cotiene características psicotrópicas. Su comercialización es legal, pero no para su consumo, sino como elemento aromático o decorativo. En España cada vez hay más negocios que se dedican en exclusiva a productos que provienen de la marihuana. El cliente puede hacer con ella lo que quiera una vez lo tenga en su mano.

"Yo sería partidario de legalizarlo, claro. Por no ser hipócrita. Teniendo legalizado el alcohol, que es una droga mucho más dura... Todo eso lo tenemos normalizado y una cosa que te puede llegar a tranquilizar y calmar dolores pues… Supongo que no saben cómo llevar el negocio las grandes multinacionales", apunta Ibarra.

[Este es el mejor cannabis legal del mercado según el 'doctor' Pablo: CB Weed, Flower Farm y CBD House]

El artista expone que "ese debate en muchos países de Europa y en Estados Unidos también se ha superado. Aquí no tardará. Puede dar lugar a puestos de trabajo y a normalizarlo, claro. No deja de ser que a cada uno le sienta de una manera, como el alcohol, pero bueno, si la gente lo va a consumir, mejor que esté reglado y tener que ir escondiéndose".

—Es mucho mejor la educación...

—Eso es lo más importante, la educación y la información.

—¿Te ha ayudado este año el CBD?

—Sí, a ver, a mí me ha ayudado... Ayudar es una palabra muy fuerte, pero sí me ha ayudado a dejar de fumar y, bueno, pues yo tengo la suerte de que duermo bastante bien, porque una conciencia tranquila es el mejor somnífero. Pero a veces no puedes dormir por encadenar un pensamiento con otro y tienes una reunión al día siguiente. Te tomas las dos gotitas de CBD y a dormir. De lo último que te acuerdas es que hasta que te tomaste las gotas estabas rayado. Igualmente, conozco gente que está estresada o tiene un poquito de ansiedad… Pues ¡pum!, tus dos gotitas y te relaja. Es algo muy leve, es legal y no es un diazepam, funciona mucho y va a triunfar, por eso estoy ahí.

—La salud mental está en el debate. ¿Esto es una ayuda? También hay cremas para dolores musculares...

—Hay muchas aplicaciones del CBD. Yo he probado también las cremas para dolores musculares en este caso. Refrescante, calmante y recomiendo las cremas también. En todas las farmacias se trabaja ya con el CBD.

Sobre la salud mental hay mucho debate, pero está superdesatendido. Es de las enfermedades que más padece la gente y el estado no sabe, o no quiere, ponerle solución a este asunto. Están hablando de mil cosas en el Congreso, de mil tontadas, todo para no hablar de lo que se tiene que hablar.

Es muy bonito hablar de las enfermedades mentales y luego no tener psicólogos y psiquiatras suficientes, para que te tengas que gastar un dineral, que a veces la gente no tiene, para que te ayuden a superar el problema mental que tengas.

El CBD no te va a solucionar una depresión ni mucho menos. Yo lo uso para tener un momento de tranquilidad, que cotiza en bolsa. Tener un rato con tu infusión, tu buena música, tu hobbie o tu lectura… Eso es lo que vendo, un momento de tranquilidad, no una panacea que te vaya a quitar los dolores o las rayadas. Eso no es así.

Política

Kase O en el interior de la iglesia protestante.

Kase O en el interior de la iglesia protestante. Cristina Villarino

—Cita usted al Congreso. Se puede ahora hablar aragonés en la tribuna. ¿Qué piensa sobre ello?

—Eso son avances y es bonito apoyar a las minorías, pero lo sigo viendo teatrillo para no hablar de la pobreza que hay en España, de las carencias de la salud, de los colegios que se caen a trozos... Y vamos a hablar ahora de que se puede hablar aragonés. Con todo el respeto a Jorge y a todas las lenguas, co, pero si me preguntas a mí te tengo que ser sincero: me la pela bastante. Con tal de no hablar de la crisis que hay, co, cualquier cosita le viene bien a esta gente.

—Antes hallaba anarcas, apátridas, ácratas… Ahora, ¿en qué está la gente?

—Ahora, ¿en qué está la gente? —sonríe—. En el pensamiento único. En lo que diga… Yo es que no he vivido una época tan dura como esta. Piensas distinto y te lapidan. No puedes decir nada que vaya en contra del pensamiento del mainstream, de la corriente principal, en ninguno de los aspectos de la vida. A la gente, pero no a los críos, que cuando tienes 18 años en teoría tienes que ser anarquista, punky, ir en contra del sistema… No lo veo por ningún lado. La gente está dormida, te hablo de los jóvenes, con miles de entretenimientos que sabiamente el sistema nos ofrece.

Quiero decir, los hosteleros cuando los putean no son capaces de salir a la calle. Todos los gremios. Los autónomos no somos capaces de unirnos… ¿Qué hay que hacer? ¿Poner un puto tuit y ya está o cómo es esto? Cuando yo era pequeño iba a manifestaciones, co, con mis padres. ¿Eso en qué ha derivado? ¿En las redes sociales?

Eso no sirve para nada. Las acciones cambian el mundo. Pero el sistema nos distrae con miles de estímulos que no aportan nada y no sé en qué está la gente. A la gente le encantaría que le dieran una paguita suficiente para comer y ya está. No usar su cerebro, ni sus manos, ni desarrollar una profesión, o una pasión. Es duro, son tiempos duros. Yo no quiero ser catastrofista ni mucho menos, ni ser juez, pero he vivido otros tiempos en los que por lo menos había manifestaciones. Pero tú puedes manifestarte por todo. No me gusta el mundo en el que vivo. Tendríamos que salir, no nos gusta el mundo en el que vivimos.

—¿Con qué corriente ideológica se identifica?

—Me gusta creer que soy un librepensador. Yo desconfío sobre todo de lo que te vengan a contar los medios tradicionales. Sé que es pura manipulación para llevarte a donde ellos quieren que estés. Tienen mucho poder. La televisión, todos los medias. Yo sé que es para manipularte. Me gusta intentar ser un librepensador, saber lo que pienso yo y lo que piensan los demás me influya en nada. Tener ese derecho todavía, poder pensar lo que me dé la gana, aunque sea una majadería, decir majaderías y ya está. Tener esa posibilidad es divertido. Yo soy anarquista, antimonárquico y antifascista, co. Pero no es una opción política, que esto lo he debatido con gente. Es una filosofía. Ser antifascista son unos valores, co.

—Cuáles.

—Coño, pues antirracista, solidario, no sé… Son valores de los que se apropian ciertas corrientes políticas y a mí no me gusta seguir las ideas de los demás, co. Puedo compartir algo, pero no me gustan las doctrinas ni las sectas. Sé que soy lo que he dicho: antimonárquico, antifascista y antirracista.

Kase O en el patio de la iglesia protestante.

Kase O en el patio de la iglesia protestante. Cristina Villarino

Adiós al rap

—Hablando de doctrina. El rap ha vivido mucho de eso. ¿Cómo lo ve?

—Pues ni tanto ni tan calvo, macho. Porque ponerle reglas al arte no tiene sentido. En el hip-hop, sobre todo en España o en el underground, hemos puesto vallas al arte. En EE.UU. no las ponían. Seguíamos a nuestros ídolos americanos en algunas cosas y en otras… Yo pienso que lo radical o lo extremo no puede ser bueno. El liberalismo que hay ahora, en el que cualquiera rapea y sube a la cima en un año y eres el mejor rapero de la historia... Pues tampoco es así. Hay que conservar la esencia, pero no preservarla. Ni tampoco esta prostitución, co, de la música comercial. Hago rap, trap, reggaeton… No quiero ser un nazi, co, porque no lo soy... Un poco sí —risas—, pero lucho por ser tolerante. Es mi gran lucha, pero a veces de tolerante te vuelves gilipollas. Ya te digo, es mi lucha: no juzgar y menos las pequeñeces, co. Tengo cosas mejores que hacer.

—Entiendo, por lo que acaba de decir, que no haría un tema pop, pero sí haría una colaboración con un artista de este estilo.

Claro, joder. Yo me he pegado diciendo que no muchos años de mi vida. Ahora me quiero permitir el decir sí. Y fallar, errar, asumir las críticas en mis decisiones. No quiero condicionarme en lo que vaya a decir la gente. He vivido con ese miedo toda mi vida. ¿Te llamas Shakira? Pues habrá que escuchar la canción. Si mola, metes un rap. Si no: oye, cariño, lo dejamos para otra. Estoy abierto a tener experiencias. Pero es que yo soy el puto Kase O. Tengo un bagaje, he demostrado lo que tenía que demostrar. No lo haría por las visitas, lo haría por trabajar con la persona, ya sea Shakira, Alejandro Sanz o Miguel Bosé —risas—. O quien sea.

La peña está obsesionada con las visitas, cuando el arte… Yo sacaba maquetas que no las escuchaba ni el tato. No era esa la intención, era pasarlo bien en tu cuarto escribiendo, luego grabando, tener esa experiencia. Era flipante cuando no había expectativas. No se ha vuelto a repetir esa sensación en la historia de mi música. Bueno, tampoco es así, pero era flipante. El que nadie te escuchara... Eso es arte puro. Muchos músicos están en sus casas… Bueno, ahora ya no, porque la gente lo que quiere es publicar. Yo tenía una dedicatoria en el disco de jazz que era a los músicos a los que nadie escucha. La música pura, la música sin expectativas, entiendo yo, aunque no hay nada puro. Ese momento en el que estás en el piano tiene una belleza increíble. Lo estás haciendo para ti, para tu alma, co.

—¿Ahí es donde disfruta?

Entiendo yo que sí, para eso está el arte, para canalizar la emoción y alegrar el espíritu.

Kase O en el piano de la iglesia.

Kase O en el piano de la iglesia. Cristina Villarino

—¿Qué diferencias encuentra entre quienes empienza ahora en el rap y su generación, los primeros de España?

—Esa diferencia es obvia por lo que hablamos. Cuando nosotros empezamos no había público, era una música marginal, denostada, ridiculizada, no era fácil ser rapero. No era un infierno tampoco, porque era súperdivertido, pero el chaval que empiece ahora se encuentra en una sociedad donde el rap está súpernormalizado. Incluso, hay un negocio en torno al rap. Esa es la diferencia máxima. Te encuentras una sociedad donde todo el mundo escucha rap. Gente de mi edad está escuchando rap cuando nunca lo han hecho. Tengo amigos de mi edad o un poco más y en una historia te ponen SFDK. Dices: ¿¿¿¿What???? Pero si tú nunca has escuchado rap. Dices: bien, co, me alegro, para mí es la mejor música del universo. La letra, el ritmo… Es lo que yo soñaba cuando empecé en esto, que el rap lo escuchara todo el mundo. En ese aspecto me parece que es el escenario ideal para rapear ahora. Cuando yo empecé había 15. Era más fácil destacar o que alguien te prestara atención. Ahora, tú desde tu cuarto de Moratalaz lanzas tu canción, aunque sea increíble tu arte, y estás compitiendo contra un millón. También con los latinoamericanos… No todo es oro, no todo es blanco y negro.

—¿A quién escucha el rey del rap?

—Pues ahora escucho el disco de MC Escandaloso Xpósito. Es una belleza, como todo lo que hace Hugo. El Hoke ha sacado un disco que me ha inspirado y que es crema… Hay muchos, muchos… Una chica que se llama Úrsula se ha marcado un discazo propio, su estética propia… Eso me ha flipado. Luego en mi ciudad tienes a Elaitor, a Ocean, a Doble Cero… Hay muchos que son mis amigos que son los que escucho.

—¿Cómo ven a esos niños los señores del brunch?

—Con admiración y orgullo. La canción que ha hecho el Hoke con Cruz Cafuné en el disco de Cruz Cafuné la oyes y dices hasta aquí hemos llegado… Cuando parece que lo hemos hecho todo los viejunos, le hemos dado mil vueltas a lo del rap, llegan los chavales y se inventan un fluir nuevo, una actitud nueva, ritmos más de la época y a mí me da envidia… Siento orgullo y envidia a la vez… Me inspiran. Dano es uno de los mejores ahora, Elio… No fallas, te pones cualquier canción de ellos y está hecho con mimo. Wise, MDE Click… Te ponen las pilas rápido. Si quieres escribir una letra ponte a MDE Click, que te vas a inspirar y da ganas de rimar.

—¿Qué consejo se le da a esos jóvenes de los que eres influencia?

Humildad y respeto. Escuchar mucha música. Nutrirse, tener cultura, saber a lo que te dedicas, de dónde viene la música, el hip-hop. Pero esto no solo le falta a los raperos, es lo que le falta a la sociedad. A la gente le cuesta pedir perdón… La gente se muere antes de pedir perdón o dar las gracias. Eso me lo enseñaron y me ha ido bien en la vida. Si la cagas, tienes que pedir perdón. Si alguien te ayuda, tienes que dar las gracias. Hay alguien que se ha esforzado por ti. Pues macho, a diario te encuentras gente que no sabe lo que es eso. Eso es el fin del mundo, co.

Javier Ibarra sigue haciendo rap aunque se haya bajado de los escenarios.

Javier Ibarra sigue haciendo rap aunque se haya bajado de los escenarios. Cristina Villarino

El final de la entrevista con Kase O trata de mezclarlo todo. Se le pide que nombre a un político al que le pondría una infusión de CBD y un disco de rap en un día tranquilo.

—No sé ni quién hay ahora, co.

—Está fuera de la política, ¿no?

—Sí, sí (risas).

—¿Puigdemont, por ejemplo, que es quien copa titulares?

—No sé qué hace este cacho, dónde está, si está en Bélgica…

—Negociando para una amnistía…

—Teatrillo, ¿a quién le importa eso? Es teatrillo. La gente no tiene trabajo, la gente tiene hambre… Eso es lo que hay que hablar. La gente se muere antes de que las atiendan en los hospitales, qué más me da Puigdemont, co, de verdad te lo digo. Es un teatro absoluto, ellos lo saben y lo juegan perfecto. Y todos los media les bancan, como dicen los argentinos. Pues ya está. Pero todo es opio. Pan y circo que decían los romanos, con tal de no ayudar a la gente y solucionar los problemas se inventan todo esto.

CBD para todo el mundo, Domingo. Es legal, es muy leve su efecto, pero muy beneficioso, y un momento de tranquilidad con Sweet Kase no le viene mal a nadie. El disco, el de Escandaloso Xpósito con Ciclo.

Kase O durante la entrevista.

Kase O durante la entrevista. EL ESPAÑOL