Amanece un día más en Borbotó. En la huerta de Valencia se esconde un templo al que obreros, agricultores o jubilados acuden para reponer fuerzas. Apenas hay 700 habitantes, entre niños y personas mayores, pero a determinadas horas de la mañana, las calles suelen concurrise de gente forastera, sobre todo. Todos parecen acudir al mismo lugar: a Ca Cent Duros, donde se puede almorzar por entre 6 y 8 euros. Es la cuna del esmorzaret. Muchos valencianos lo saben. Y, además, también es el bar que ha enamorado a José Andrés, a donde fue con su familia en su visita a Borbotó.
El esmorzaret es como se le denomina a la tradición gastronómica de La Terreta. Pero el almuerzo típico valenciano es mucho más complejo que un bocadillo a mitad de la mañana. Es un símbolo de pertenencia, de cultura, es el descanso del trabajo.
Hace 11 años que Cent Duros abrió sus puertas. Sus dueños se adentraron en el mundo de la hostelería, sin saber muy bien cómo, en 2012. Del pico y la pala cambiaron a la paleta y la cuchara, pues la crisis azotaba al sector. La idea surgió de un día para otro.
Vicente Ballester, quien ahora es el propietario actual del local, contaba a EL ESPAÑOL que antes estudiaba de 15 a 22 horas, trabajaba de comercial por las mañanas e iba mucho por los bares, pues le llamaba la atención. Un día pensó en ofrecer a sus padres montar un bar, "¿por qué no?"
Fue entonces cuando Vicente y Adriana adaptaron la casa del abuelo a lo que a día de hoy es el atractivo de esta pedanía de Valencia. "Si no te gusta, es duro, pero yo me encuentro a gusto", relataba Ballester, quien cogió el testigo de sus padres.
Para el dueño, almorzar "es una moda, sale mucho más barato que comer". Se ha percatado que desde la pandemia, la gente sale más de día que de noche y ahora solo ofrece almuerzos y están abiertos hasta el mediodía.
El precio del esmorzaret oscila entre los seis y ocho euros. El plato estrella de Cent Duros, asegura, es el bocadillo de carne de caballo con ajos tiernos y patatas. Al menos es el más demandado.
Pero variedad no les falta. Cada día preparan entre cuatro y cinco tortillas distintas; de ajos tiernos, cebolla, patata o morcilla, entre otras. También se puede pedir carrillada, cordero, chipirones, ternera, panceta, embutido. Eso sí, recalca que el producto es de la zona y eso su clientela lo nota.
"A veces me asomo desde la cocina y flipo, no conozco a nadie. Mucha gente que no es del pueblo viene adrede", comenta Ballester.
Lo más curioso, o al menos, aquello que se queda en la mente de quien acude al establecimiento es su nombre. Cent Duros viene propiamente de una anécdota familiar, cuando el bisabuelo de Vicente le prestó a un vecino de Borbotó 100 duros de plata para poder comprar ganado. Al principio fue un trato entre ambos, pero acabó sabiéndolo el resto del pueblo. Decidieron que así se le conocería al local.
Momentos clave
En 2017, Casa Cent Duros ganó la tercera edición de los premios Cacau d'Or. Se trata de un reconocimiento que otorga la marca cervecera Amstel a aquellos locales valencianos que realizan las mejores propuestas gastronómicas para almorzar.
Este galardón les dotó de prestigio. "Reconoce la labor de cada día y eso siempre se agradece", añade Vicente.
Pero cuando realmente se vieron desbordados de clientela fue después de la grabación con el chef José Andrés que, recién llegado de Estados Unidos, fue con sus hijas a probar esta tradición culinaria valenciana. Les encantó.
El episodio se emitió en diciembre de 2022 en la cadena estadounidense Discovery+. A Borbotó le vino de lujo que la productora eligiera este bar. Ballester reafirma que fue "una experiencia para recordar siempre".
Cuando las cámaras y los focos acapararon el lugar, Vicente se encontraba en la cocina, "trabajando como siempre", pero confiesa que se asomaba para ojear. "Había 30 personas más dentro del bar, mientras ellos grababan", describe.
Ese mismo mes, les esperaba una cola larga en la puerta, día tras día. "Estuvimos un mes desbordados, la gente se quejaba, pero al final lo comprendían", recuerda el propietario. "No estábamos acostumbrados a que vinieran 150-200 personas en una misma mañana", apunta.
La cultura del almuerzo
La Confederación de Hostelería y Turismo de la Comunitat Valenciana (Conhostur) y Turismo de la Comunidad Valenciana han impulsado la primera edición de Gastroalmuerzos.
Se trata de una iniciativa que reivindica la importancia del almuerzo y a la que se han sumado 70 establecimientos de las tres provincias, desde el miércoles 20 de septiembre hasta el viernes 6 de octubre.
Con ella, se quiere poner en valor una de las tradiciones más arraigadas de la Comunidad, donde se destaca "la singularidad de la gastronomía valenciana a través de creaciones basadas en el producto local", según comunica la Generalitat valenciana.
La campaña ha sido presentada este martes en Valencia por la secretaria autonómica de Turismo, Cristina Moreno, y el presidente de Conhostur, Manuel Espinar, quiénes han manifestado el compromiso de realzar la identidad de los valencianos.
Espinar ha señalado que transformar un producto popular como el almuerzo en un producto gastronómico "es un reto que pensamos adecuado a la tendencia que esta cultura del almuerzo está cogiendo en muchos de los locales de la Comunidad Valenciana".