El colegio "no detectó" que el agresor de Jerez sufría bullying: "Jugaba solo en el patio con un tupper"
El adolescente ha pasado la noche en un calabozo específico para menores de edad. Hoy declarará ante el fiscal. Sus compañeros testificaron ayer.
29 septiembre, 2023 02:57No había activado ningún protocolo antibullying. No había constancia de que el menor que agredió en Jerez de la Frontera a dos compañeros y tres profesores con dos cuchillos de cocina padeciera ningún tipo de acoso escolar. Al menos, no se había detectado en el instituto. Sus compañeros sabían, sin embargo, quién era ese niño que "casi siempre estaba solo"; "jugaba en el patio con un tupper".
Las víctimas de la agresión, sus compañeros y profesores pasaron en la tarde de este jueves por la comisaría jerezana de Policía Nacional para declarar. Las pesquisas policiales arrojaron indicios suficientes para considerar que el menor estaba siendo víctima de bullying, confirman a EL ESPAÑOL fuentes policiales de toda solvencia.
Este jueves fue un día de actividad frenética en la ciudad andaluza. El menor que agredió a sus compañeros tenía TEA (Trastorno del Espectro Autista). Según pudo saber EL ESPAÑOL de fuentes cercanas a una de las asociaciones, padecía lo que anteriormente se catalogaba como asperger. Esta pasada noche ha estado custodiado en dependencias policiales, al ser menor de edad. Desde ayer se encuentra en uno de los calabozos infantiles de la comisaría jerezana, inaugurada hace poco más de tres años.
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Se espera que la fiscal tome declaración este viernes al joven agresor, después de que hayan pasado por dependencias policiales el resto de implicados. Luego, decidirá el juez.
"Todos para abajo"
El sonido de sirenas policiales marcó el inicio de la mañana de este jueves en todo Jerez. Tres coches de Policía se dirigían hacia el IES Elena García Armada tras haber recibido una alerta a las 8.25 horas por un ataque con arma en el centro. En un principio, los agentes pensaron que podía tratarse de un tiroteo, aunque se descartó con celeridad. El aviso llegaba por el apuñalamiento de tres profesores y dos jóvenes por parte de un alumno.
Mientras tanto, en el instituto cundía el caos. Todo arrancó con un niño de 14 años que acostumbraba a llegar temprano, pero este jueves se retrasó y llegó tarde. El motivo se desconoce. El día anterior había avisado a un amigo: "No vengas mañana". Lo hizo después de recibir una broma con agua por parte de sus compañeros, de la que muchos se rieron y solo este joven le ayudó.
Además de llegar tarde, el joven portaba en su maleta dos cuchillos de grandes dimensiones. Una vez en el aula, se barajan distintas hipótesis de lo que ocurrió. Ciertamente, sacó los cuchillos y se dirigió a otro de sus compañeros con intención de apuñalarle. Cundía el caos.
Otro alumno trató de pararle; el resto salió despavorido. Una profesora se acercó a parar igualmente al agresor y se llevó una puñalada en la cara, concretamente en el párpado, sin más consecuencias que una sutura. Otros dos profesores trataron de ayudarle y también recibieron cortes, uno de ellos en la cabeza.
A su amigo le recordó que no debería haber asistido hoy a clase, contó La Voz del Sur. Según la madre del amigo, el agresor le había dicho un código que había visto en el cine para avisarle de habría un apuñalamiento.
La Policía Nacional destaca la valentía de los maestros. Llevaron a cabo sin fisuras el protocolo contra agresiones que tienen los centros. Redujeron al menor, en actitud nerviosa y agresiva todo el tiempo, utilizando una silla. Los profesores le maniataron y uno de ellos le quitó los cuchillos de las manos. Cuando llegaron los agentes lo encontraron en el suelo, con las manos en la espalda.
Mientras tanto, el resto de compañeros bajaba al patio. Por megafonía se había expuesto: "Todos para abajo". Una de las alumnas contaba a este periódico nada más llegar a su casa. "Salimos corriendo, los niños tropezando... No sabíamos qué pasaba, pero vimos sangre y... ¡Qué miedo!". Algunos compañeros, incluso, se acercaban a los límites para tratar de saltarlos, según la testigo presencial de los hechos.
El bullicio se formó en las afueras del colegio mientras la Policía lo acordonaba. Un vídeo con sangre del colegio pasaba de chat en chat desde por la mañana. Algunos alumnos aprovechaban para subir historias a Instagram con lo ocurrido.
Los menores eran recogidos por sus padres antes de las 10 de la mañana. Muchos de ellos se agolparon en la valla del instituto, de reciente creación en la barriada de San José Obrero —se inauguró en abril de 2021 tras muchos años solicitándolo—.
Después de todo el ruido, al fin el fin de la mañana sin más noticias.
Bullying en el aula
A lo largo de la tarde se sucedieron distintos rumores acerca de lo ocurrido. Algunos jóvenes se arremolinaron en torno al centro para curiosear ante las cámaras de televisión y exponer su versión de los hechos. Uno de ellos aseguraba haber compartido amistad tiempo atrás con el agresor, hasta que tuvo "actitudes violentas".
El joven agresor acababa de comenzar hace apenas unos días su tercer curso lectivo en secundaria. Acudía a 3º de la ESO C, no había repetido nunca y era buen estudiante. No se encontraba, de hecho, en clases de apoyo en el centro.
Los testimonios recogidos a las puertas del instituto aseguraban que se trataba de un joven solitario en el patio. Algunos de sus compañeros, con mera inocencia, apuntaban que "no le hacían buylling". Eso sí, le "gastaban bromas".
Adultos que trataron al menor apuntan que se trataba de un joven impulsivo, pero no lo tildaron de violento en ningún caso. No esperaban esta actitud por su parte. Desde la asociación Asperger Cádiz-Jerez, a la que pertenece el joven, optaron por no hacer declaraciones al respecto de lo ocurrido. Únicamente señalaron que se habían dicho "burradas" en cuanto a la violencia que ejercen supuestamente los niños que padecen TEA y asperger.
Una de las madres que se arremolinó en los alrededores del instituto al mediodía culpaba al centro y la directora de lo ocurrido. "Tal y como se ha enfocado, parece que es un chiquillo con un trastorno violento. La mayoría de las madres no lo vemos así, porque no es el primer caso de acoso en el centro". Esta mujer, que prefirió no revelar su identidad, dice ser conocedora de otros "casos en el instituto, que hay niños han pensado en quitarse del medio. Si vienen los padres a hablar, incluso consiguen que duden de los chiquillos".
La mujer se mostraba "indignada" porque pensaba que "se podría haber evitado". "Sé que hay padres que han venido a hablar con la directora y no ha pasado nada".
Si guarda anonimato es por su hijo, por no señalarle. Por eso, trata de encontrar a otros progenitores en su situación para, entre todos, dar un paso adelante. "El silencio es lo peor, pero tenemos miedo de señalar a nuestros hijos ante los demás".
Alejandro Castilla, presidente de la asociación de madres y padres de alumnos del IES Elena García Armada, atendía a los medios de comunicación por la tarde. Rechaza en todo momento que haya un problema concreto con el acoso en este centro. Reconocía que "no éramos conscientes —de este caso—, pero había familias que no estaban conformes con la gestión de otros casos de buylling".
Los profesores, reunidos en el centro también por la tarde, no contestaron a las preguntas de los medios de comunicación. El día se convirtió en una jornada maratoniana para todos los implicados. La directora envió un comunicado a la comunidad educativa donde agradecía la labor de todos.
El caso conmocionó a toda la ciudad. La alcaldesa de Jerez, María José García-Pelayo, pidió por la mañana que no se tomarán "decisiones en caliente" y catalogó como "demoledor" lo ocurrido. La regidora también destacó la actuación de los agentes de la Policía Nacional que se personaron en el lugar.
Las clases no volverán a la normalidad hasta el próximo lunes. Este viernes los alumnos están citados a las 11.45 horas. Recibirán atención psicológica por parte de expertos en la materia. Los docentes, que llegarán a primera hora al instituto, también se inmiscuirán en estas labores y serán enseñados para ello con anterioridad.
Este jueves, la jornada se cerraba a la espera de conocer más detalles acerca de la investigación, bajo secreto de sumario, tras la declaración de los implicados. Todo quedó en un susto, pero se temió lo peor.