"Y se imaginarán a quiénes también...", fue concluyendo el economista libertario Javier Milei su discurso triunfal la noche del pasado 13 de agosto, tras imponerse en las elecciones primarias en la Argentina al frente de la coalición La Libertad Avanza, ya inmerso en el apartado de agradecimientos. "¡A mis hijitos de cuatro patas!", clamó justo antes de nombrar a sus cinco mastines ingleses.
"¡A Conan, a Murray, a Milton, a Robert y a Lucas!". Hay que decir que no fue la excentricidad más aplaudida: de tratarse de un festejo taurino, pondríamos palmas. Los presentes sí se rompieron las manos de aplaudir cuando se sumergió en la mejor parte de su show: las vilezas de los zurdos, como llama Milei a la izquierda en ese país que es un horno de pasiones.
Y es que de esos cinco perros, convertido el hogar porteño que comparte con su hermana Karina en un refugio canino, el primero está muerto; y los otros cuatro no son sino fruto de su clonación. Sus nombres, además, están inspirados en los economistas liberales Milton Friedman, Murray Rothbard y Robert Lucas.
Milei buscó un laboratorio en Estados Unidos donde clonar a Conan cuando murió el animal. Entendió entonces ese proceso, el de la clonación de mamíferos, como "una forma de acercarse a la eternidad". Como hizo en la noche del 13 de agosto, de él habla en presente. A sus perros los considera sus mejores "asesores"; cada uno en su materia, claro.
Es el periodista argentino de la revista Noticias Juan Luis González quien mejor ha contado la singular relación de Milei con sus perros. Lo ha hecho en El Loco: La vida desconocida de Javier Milei y su irrupción en la política argentina (Planeta, 2023), una biografía sobre el aspirante que parte como favorito en las elecciones que celebra la Argentina este domingo fruto de una larga investigación.
"Entra en contacto con una médium, que lo convence de que puede seguir hablando con el perro desde el más allá, también de que los perros no mueren, sino que reencarnan", contó González en una entrevista en El Mundo. "Ahí arranca una camino místico de Milei que incluye hablar con muertos como Murray Rothbard, fundador del anarco capitalismo, y con Dios, que fue el que le dijo de meterse en política y que en 2023 será presidente".
"Se terminó convenciendo de que su perro Conan, un mastín inglés, no era su perro, sino su hijo. Literalmente. Cuando el perro murió, eso lo enfrentó nuevamente a esa soledad que lo acompañó toda su vida", explicó González sobre Milei, un hombre, a juicio de su biógrafo, marcado por la infeliz y solitaria infancia a la que le sometió su padre.
En un giro no previsto por las encuestas, La Libertad Avanza de Milei consiguió imponerse en las PASO (elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias) de agosto a las dos fuerzas que han gobernado en el país durante las dos últimas décadas: el macrismo, encarnado ahora en Juntos por el Cambio y que logró el 28% de los votos, y la coalición oficialista kirchnerista, Unión por la Patria, con un 27% de las papeletas.
El político de extrema derecha se autoproclama "anarcocapitalista". Su hoja de presentación —"No vine a la política a guiar corderos, sino a despertar leones"— bien podría haber sido Make Argentina Great Again. Porque Milei no sólo es un fiel admirador de Donald Trump (y de Jair Bolsonaro), sino que su ambición es devolver a su país a un período de grandeza no especificado. "Que vuelva a ser una potencia mundial", de cualquiera que sea la manera.