La Audiencia de Zaragoza ha sentenciado a prisión permanente revisable a los padres de Laia, la niña de 2 años que fue golpeada y torturada hasta la muerte el 21 de marzo de 2021. El tribunal imputa a la madre biológica y al padrastro un delito de asesinato con los agravantes de alevosía y ensañamiento.
La sentencia, a la que ha tenido acceso la Agencia EFE este lunes, se basa en el veredicto del jurado popular que, de forma unánime consideró culpables a la madre biológica de la niña, Vanesa Muñoz Pujol de 31 años, y a su padrastro, Cristian Lastanao Vallenilla, de 35, en base a las pruebas y los testigos que atendieron a la menor después de que los condenados llamaran al 112, cuando la niña ya estaba muerta.
La niña era golpeada por la pareja de forma continuada. La noche del 21 de marzo de 2021, uno de estos golpes le provocó la ruptura del duodeno, provocándole una peritonitis infecciosa que le causó una muerte "dolorosa, prolongada y agónica", según la sentencia.
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Además, el tribunal considera provado que los autores del crimen la golpeaban y torturaban con la intención de matarla. Según las pruebas practicadas en la autopsia, además de recibir golpes, la niña era obligada a ingerir guindillas como castigo, y a consumir drogas como cocaína, cannabis, paracetamol, antidepresivos e hipnóticos durante, al menos, seis meses antes de su fallecimiento.
La madre y su pareja se incriminaron mútuamente pero su coartada fue desarticulada por el testimonio de una hermana de Laia. En el domicilio familiar donde ocurrieron los hechos vivían los padres, Laia, y otros dos hermanos, también menores de edad.
Además de la prisión permanente revisable, el tribunal condena a los acusados a indemnizar al padre biológico de la menor y a su abuela, así como a los dos hermanos de la niña, a un total de 280.000 euros.