El músico español Xoel López

El músico español Xoel López Sergio Albert

Reportajes

Xoel López: "Creo que es más sano defender todos nuestros lenguajes que intentar castrarlos"

"Yo he ido a terapia y la recomendaría; pero ahora también se va por moda" // Si te ves en una relación que realmente no es lo que buscabas, también hay alegría en descubrirlo" 

4 noviembre, 2023 03:08

Xoel López aparece entre el frío. Es un gallego congelado en su casa de Madrid: parece que octubre ya va en serio y los huesos del cantante lo saben. Se sienta, para abrigarse, delante de su larga colección de vinilos, y comenzamos a charlar. Para titular su último disco ha mezclado el italiano y el gallego y así ha surgido el binomio Caldo Espírito (Espíritu Caliente). Porque quizá, dice, "sea más 26necesario que nunca" tener la sangre caliente ante la frivolidad que lo permea todo en 2023. Quizá.

Las once pistas nos llevan de viaje a su mar: hay en ellas peces, espinas, sardinas. Albatros, fanecas y sal. Pero también y sobre todo hablan de dolor, de relaciones peligrosas que, a lo Ícaro, nos harán arder ("Te seré fiel como la luna/ Tú, como el sol, me harás arder", canta en Faneca Brava). También de aquellos amores líquidos que, como el carrete de hilo con el que jugaba el nieto de Freud, vienen y van en una marea incesante que nos vuelve locos de remate. Por eso titula Fort Da -el mismo título que le dio el psiquiatra austríaco a su descubrimiento- al penúltimo disparo del álbum: "No todo el mundo dice lo que siente realmente y hay mucha gente que tampoco se da cuenta, que se miente a sí misma y por tanto te miente a ti... Es muy complicado".

Dice, no obstante, que un proceso de separación debe ser gozoso: "Claro que hay desilusión, eso es un sentimiento que no se puede evitar, pero una despedida de lo malo siempre tiene que ser alegre". Y aun así duda que sea optimista. También niega ser romántico, "si te digo que sigo siendo un kamikaze enamorado con 46 años, me preocuparía". Excepto con su equipo. Ni la política ni el amor lo enajenan, pero el fútbol le parece un buen lugar para soltar cuerda: "Mi Depor (de la Coruña), en primera, en segunda o en tercera; me da igual. Yo lo seguiré por lo que significa para mí".

El músico español Xoel López

El músico español Xoel López Sergio Albert

Con las redes sociales anda, como todos, peleado. Últimamente desconecta el móvil las noches de entre semana y, si se pone a cuantificar, la mitad de los mensajes de Whatsapp que recibe le sobran. Ha ido a terapia cuando lo ha necesitado, y lo recomienda, siempre que la persona esté dispuesta y no lo haga "por moda". Lleva más de veinte años cantando, en inglés, en castellano, algo en su galego que, al contrario que a Serrat con el catalán, no le ha traído problemas.

Xoel se retrepa cómodo en las contradicciones de la vida: por eso puede cantar "Beso tu espina, beso tu espina, muero en tu flor/ pero esto no es amor" a ritmazo de funky. Hay que seguir bailando, hay que seguir cantando, hay que seguir viendo desde dónde nos disparan y por qué. Si luego llega el dolor, lo eleva y lo deja caer, como un quebrantahuesos a su presa, y le salen discos hermosos con los que pagarse a sí mismo la indemnización. Xoel López es desde la víscera en la canción y desde la calma en la palabra, al menos en esta conversación que aquí comienza:

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PREGUNTA: ¿Cómo vive Xoel López los lanzamientos después de una carrera de más de 20 años? ¿Le siguen preocupando como al comienzo o ya es otra serenidad?

RESPUESTA: Bueno, ya es otra serenidad. He aprendido a no esperar para que todo lo que venga sea celebrado. De muy jovencito recuerdo haberme ilusionado de más, y luego casi es peor la sensación de decepción. Yo estoy acostumbrado a que los discos salgan y luego sea todo un proceso, ¿no? No sé si hay gente que a lo mejor espera que de repente pase algo muy rápido y muy potente. Creo que esas son otro tipo de carreras. Yo ya me lo tomo con calma: lo que vaya a pasar con este disco lo vamos a generar y cómo llegue a la gente también va a depender mucho de cómo lo trabajemos de aquí a dos años.

P.- Al tran tran, como en el mus. El título significa Espíritu caliente. ¿Se puede tener la sangre caliente en 2023?

R.- ¡Ja! Quizás sea más necesario que nunca. Yo es que siento que la música es mi refugio en ese sentido y sí que es verdad que veo una frivolidad evidente a veces en las cosas. Siento ahora todo un poco más "de usar y tirar", más frío. Y lo combato con la música. De ahí sale el título de hecho, es mi forma también de sentirme más conectado con mi esencia. Y también yo tengo un lado frío a veces para según qué cosas y en según qué momentos. Pero la música es el lugar de refugio de lo cálido y de lo espiritual.

P.- ¿Para qué cosas sí reserva una cierta frialdad o barrera?

R.- Bueno, para lidiar con el mundo alrededor. No siempre estoy con los sentimientos a flor de piel y pensando a nivel profundo. A veces me tomo un gin tonic y bailo cualquier cosa, ¿no? Y creo que también está bien, necesito un equilibrio, por ejemplo para cosas de trabajo. Date cuenta de que cuando yo hago canciones es el momento donde estoy más emocionalmente conectado. Pero luego no vivo siempre así… si no me pegaría un tiro.

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P.- Claro. Todos. Hay que rebajar la intensidad. "Cuando apuntan con sus dardos, tiran a matar. Acabarían con un ángel para poderse salvar" o "de nada sirve la razón, un juicio rápido y estás muerto". Son versos de la canción Albatros, que nos lleva a un escenario marítimo por su título y por su sonido, pero en la que parece que habla de Twitter. ¡Perdón, de X, que se llama ahora!

R.- Bueno, no soy tuitero, o el equivalente a tuitero ahora mismo. Tengo un Twitter pero paso mucho de él. Y, aunque no me refería a Twitter, es verdad que lo que yo estoy diciendo ahí se puede ver claramente en esa red social. No sé muy bien por qué pasa, tendría que contárnoslo alguien que sepa más que yo, un sociólogo o algo así. Pero desde luego yo lo veo y me parece injusto y primario. Hay veces que parece la Edad Media eso. Por eso luego dice lo de que no me identifico con este tiempo.

P.- "Si ya sé que no pertenezco a este tiempo", canta. ¿Se siente anacrónico?

R.- A veces sí. A veces me siento totalmente fuera de tiempo. E incluso me sorprende porque siempre me gustó estar al día y vivir la vida moderna. Por ejemplo, en la música fui de los primeros de mi entorno que se puso a grabar con el ordenador y a utilizar toda la informática musical a mi favor. Compraba revistas de Fiction Music, Computer Music, y tengo un lado friki que me lleva a estar un poco en la novedad con los grupos nuevos, con instrumentos y con la tecnología en general. Sin embargo, a veces me siento como que soy un poco antiguo en algunas cosas: más en cómo socializo. Esa canción la escribí un día que me sentía que no pertenecía.

P.- Por ejemplo, para quedar con un amigo ¿le llama o le manda un WhatsApp?

R.- Puedo hacer las dos cosas. No soy anti todo. Uso WhatsApp, pero cada vez más pienso en dejarlo. Tardé mucho en tener móvil y mucho en tener un smartphone. Creo que todavía no tenemos la perspectiva suficiente para saber qué cosas de las que han surgido en estas décadas son interesantes como para quedarse o no. Dentro de 30 o 100 años vamos a decir: ‘Joder, ¿te acuerdas que estábamos todo el día con el WhatsApp y el Instagram?’.

P.- Yo también me lo planteo. Y siempre pienso que no lo dejo porque no me voy a enterar de muchas cosas de trabajo. Pero creo que en el fondo es una excusa…

R.- Yo estoy haciendo una cosa, por ejemplo, que es apagar el WhatsApp a partir de las ocho y media de la tarde entre semana. Y es porque me di cuenta de que me molestan sobre todo los WhatsApp a partir de según qué hora, porque ahí no se separa nada. Te puede escribir alguien por trabajo a las once de la noche o alguien por algo personal que no te apetece tampoco ver de repente antes de acostarte. Una carta la recogías en el buzón cuando considerabas, la leías cuando considerabas y ya está. Y había unos filtros, porque la gente para escribirte una carta tenía que tener un motivo bastante potente. Por WhatsApp no cuesta nada, y a mí me pasa que doy mi teléfono por lo que sea, y de repente veo que me escriben demasiado. Diría que la mitad de los mensajes de whatsapp me sobran.

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El músico español Xoel López Sergio Albert

P.- La intromisión es permanente.

R.- Sí, pero podemos poner nosotros límites, aunque nos está costando. Se tarda porque tardas un tiempo en darte cuenta. Yo he fumado muchos años felizmente y hubo uno que ya no estaba tan a gusto y lo dejé.

P.- ¿Le dejó el tabaco a usted?

R.- Mmmm… Yo me acuerdo que cuando cuando fumaba no me sentía mal. Pero hubo un momento en que las campañas y las restricciones del tabaco me empezaron a afectar y, si ya tenía ganas de dejarlo, eso fue la gota que colmó el vaso porque decía: '¡Es que antes por lo menos molaba fumar!'. Y de repente te das cuenta de que te estás haciendo daño, de que le estás haciendo daño al cuerpo y que encima todo el mundo te mira con cierto repudio. Y lo dejé. En el 2010, o sea que hace 13 años, y nunca más, ni un solo cigarro.

P.- Qué fuerte, sin recaídas.

R.- Pero no lo dejé por la voz, ¿eh? Que todo el mundo me decía: ‘Claro, es que tú con la voz…’. Pero no, lo dejé por salud.

P.- Si hubiera una regulación con las redes sociales, ¿nos concienciaríamos también?

R.- Bueno, sí, es difícil porque las redes sociales no se pueden restringir, ni se debe, pero a lo mejor algunas limitaciones ayudarían. Hay una cosa que me molesta especialmente y es el tema de los reels. Yo a Instagram tardé mucho en entrar, y lo hice porque me convencieron en mi entorno laboral. Y bueno, me parece que está muy bien para algunas cosas pero, claro, ahora entras para poner algo y acabas viendo un animal tocando la conga. Es un poco bizarro, la verdad que está hecho para enganchar.

P.- Volviendo a la música. En 'Salitre y humo' canta: "Yo quise avanzar con todo, y quise encender tu casa, pero mi cuerpo explotó de frío". Ay, cuando vamos con todo… ¿Pero hay otra forma de ir: al amor, a la vida?

R.- (Xoel tarda aquí un tiempo, mastica la respuesta). Es que no sé, no lo sé. No tengo una respuesta para eso. Yo también me lo pregunto. A ver, yo creo que no hay que ir con todo siempre. No sé si llamarlo prudencia porque me parece una palabra un poco fea para esto… Lo que sí creo es que debemos aprender. Haber puesto energía en algo que no va o haberse sentido estafado -sea en el amor, en la amistad, en el trabajo- es normal porque no todo el mundo dice lo que siente realmente y hay mucha gente que tampoco se da cuenta, que se miente a sí misma y por tanto te miente a ti... Es muy complicado. En resumen: yo animaría a la gente a que se tire a la piscina con cuidado y que vaya aprendiendo.

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P.- Me gusta mucho que algunos de los ritmos de estas canciones contrasten con lo devastador de los mensajes. Pasa, por ejemplo, en 'Esto no es amor' donde dice cosas duras como "Beso tu espina, muero en tu flor, pero esto no es amor", pero lo hace a ritmo de funky, ¿no? ¿El mensaje está en la forma, hay que seguir bailando?

R.- A pesar de todo, sí. Y tiene que ver con una filosofía de vida también. Es decir, creo que (piensa unos segundos) casi nada es malo ni bueno del todo. Al final las cosas que te hacen daño también te enseñan y no son para siempre. Si te ves en una relación que realmente no es lo que buscabas también hay una alegría en descubrirlo. Claro que hay desilusión, eso es un sentimiento que no se puede evitar, pero también la alegría de por lo menos haberlo descubierto. Una despedida de lo malo siempre tiene que ser alegre, en realidad.

P.- ¿Es optimista, Xoel?

R.- Joder. Qué pregunta.

P.- Lo anterior ha sonado optimista.

R.- Sí… Creo que tengo una tendencia optimista, en el sentido de sí veo el vaso medio lleno. O sea, me quedo con el agua que hay en el vaso, no con lo que falta. Si eso me hace optimista, sí lo sería.

P.- Todo el disco me ha hablado, no diré de una relación tóxica porque le tengo mucha manía al término, pero sí de una relación peligrosa. En 'Faneca Brava', por ejemplo, canta "tú, como el sol, me harás arder". O en 'Glaciar', que ya tiene un ritmo también mucho más oscuro, pregunta: "¿Me querrías igual tumbado en el ring?". En un mundo ideal deberían querernos tumbados en el ring. ¿Por qué algunas personas pierden eso que se llama ahora responsabilidad afectiva?

R.- Por egoísmo, yo creo. Es decir, porque sólo piensan en ellos. Por intereses personales. Por un concepto de las relaciones a veces demasiado pragmático e incluso mercantilista, diría. Tenemos que lidiar con descubrir si la persona que está con nosotros lo hace por sentimiento o por otras razones. En el disco hablo de muchas cosas que me han pasado, pero sobre todo de cosas que he visto cerca y y que me han conmovido. Por suerte, conozco gente que ha aguantado carros y carretas por temas de salud, por ejemplo, en pareja. ¿Cuántas parejas, cuántas amistades, cuántos lazos familiares aguantarían esa prueba de fuego? ¡Todos ya sé que no! Pero yo he visto lo que dice la canción: a gente permanecer al lado de otra que estaba tumbada en el ring. Aunque también me consta que habría quienes escaparían corriendo.

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P.- A propósito de los que salen corriendo: ¿ha oído hablar de lo que llaman ahora situationships?

R.- Mmm… No...

P.- Define las relaciones que aún no se han consolidado, relaciones cortas -aunque intensas- de unos meses que aún no se han definido mediante una conversación, y en las que a veces uno de los dos desaparece sin dar más señales. Porque, total, no había compromiso…

R.- Vale, vale, vale, vale. No lo sabía el nombre. No tuve yo esa experiencia puntualmente. Pero a veces también depende de cada relación, ¿no? Si descubres a alguien que es muy chungo y de repente te das cuenta y dices ¡no quiero saber nada más! Entonces ¿qué es ghosting y qué es una huida a tiempo? Eso también es un tema.

P.- ¡En ese caso es una huida súper a tiempo! Y precisamente sobre eso iba ahora con 'Elevarte caer', otra de las canciones. He leído en su Instagram que, desde muy pequeño, si algo le duele, lo eleva, lo canta y todo se calma. ¿Cómo hace eso? ¿Cómo resitúa a una persona?

R.- Bueno, en mi caso, cantar muchas veces es como exorcizar, es como si me quitara todos los males. Es un poco como la terapia o desahogarse con un amigo. Cuando escribo sobre lo que me duele, siento que lo elevo porque lo estoy cantando y de alguna manera lo estoy sublimando, pero al sublimarlo el efecto que genera en mí es el de trascenderlo. Es como si lo pudiera superar a través de ese canto. Entonces se convierte en algo terapéutico. Las canciones luego ya son más de la gente, lo que te motivó para componerlas en un primer momento luego se convierte en una foto: la puedes ver, pero ya no estás ahí.

P.- De hecho, es una técnica terapéutica. Se hace en consulta, a veces escribiendo, a veces con un dibujo…

R.- Me parece que al final yo he llegado al mismo mecanismo sin saberlo, y tiene todo el sentido del mundo. Creo que todas las expresiones artísticas son para eso. El inconsciente siempre va por delante y yo escribo a veces cosas de las que ni siquiera soy consciente. A veces he escrito sentimientos que no sabía que tenía y que he descubierto gracias a la escritura. Yo, además, escribo desde ahí, desde lo visceral. Sé que hay gente que escribe de una forma un poco más intelectual, digamos, porque alguna vez también lo he hecho, pero yo busco que me salga y cuando me sale lo hace así, como un vómito.

P.- ¿Y además de la terapia de la escritura, ha ido a terapia alguna vez? ¿Lo recomendaría?

R.- Sí que he probado la terapia, y lo recomendaría, pero tiene que ser una terapia que le funcione, porque igual que hay mucho técnico de sonido malo, también hay mucho terapeuta paquete. Pero en general sí: es bueno ponerle palabras a los sentimientos y, si se puede estar acompañado de un buen profesional, sí, lo recomiendo 100%.

Y luego también te digo: por experiencia sé que no se puede convencer a nadie. Ahora también está un poco de moda y mucha gente va un poco por el paripé o por decir que lo hace, pero luego es como si no lo hiciera. Si no pones de tu parte no vale de nada.

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P.- Su última pista, 'Xiana', me hizo llorar, hablando de emociones. Dice "tes que ter espiñas para te protexer, tes que loitar entre un soño de pedra e outro de cristal". ¿Le ha pasado alguna vez como a Serrat, le han afeado cantar en gallego fuera de su tierra y en castellano dentro, o eso lo tenemos ya más superado?

R.- Yo creo que en mi caso ha embellecido mi obra, pero es verdad que es un caso muy distinto al de Serrat. Serrat ha hecho muchos discos completamente en catalán, y yo he introducido el gallego en mi repertorio en castellano. Y siempre que he cantado fuera de Galicia las tres o cuatro canciones que tengo en gallego se ha celebrado. Y en Galicia que cante en castellano tampoco ha sido algo que estuviera mal visto. Diría que no, que armonizan muy bien las dos lenguas. También empecé cantando en inglés, asi que imagínate.

P.- Es verdad. De hecho, ha cantado muchos años en inglés. ¿Y qué le pareció la petición de incluir el gallego, el catalán y el euskera como lenguas cooficiales de la Unión Europea?

R.- Concretamente eso no sabría decirte. No tengo la información suficiente ni el contexto. Metería la pata. Pero siempre pensé que tenemos que fomentar, disfrutar y compartir esa diversidad cultural que tenemos en España. Creo que es más sano defender todos nuestros lenguajes que intentar aplacarlos o castrarlos. O sea que me imagino que me parece más bien que mal.

P.- ¿Y cómo ve la actualidad? ¿Cree que nos vamos a segundas elecciones durante la cuesta de enero? ¿O que va a haber gobierno socialista?

R.- Uf, no lo sé. No me siento capacitado para responderte a eso porque tendría que saber cosas que sabes tú mejor que yo. Quedaría como el típico subnormal que dice lo que piensa sin saber. Yo voté en las últimas por correo y, aunque sólo fuera por eso, me daría un poco de pereza votar otra vez en enero. Pero bueno, también te digo que si hay que hacerlo, se hará.

P.- ¿Y su Depor? ¿Va a levantar cabeza?

R.- ¿Mi Depor? Mi Depor, como digo yo, en primera, segunda o tercera; me da igual. O sea, si sube lo cerebro, lo celebraremos y será mucho mejor. Pero realmente yo veré el Depor pase lo que pase por lo que significa para mí, para mi entorno de amigos; porque es mi infancia, es mi ciudad natal y hay un sentimiento. Ahí si que soy romántico, ¿ves? Con el fútbol, porque siento que no hace mal a nadie. No me considero romántico por lo demás, pero sí me parece bonito seguir a un equipo sólo por una cuestión emocional. No seguiría una idea, por ejemplo, a nivel político. Ahí no me muevo por emociones, pero en el fútbol.

P.- ¿Y en el amor tampoco se mueve por emociones?

R.- Qué pregunta más complicada. Sí, pero con cabeza también. Es decir, no soy un kamikaze.

P.- Nada de Kamikazes enamorados, como canta Quique González, ¿no?

R.- Claro. Bueno, ¿quién no ha sido un kamikaze enamorado? Pero si con 46 años te digo que sí, yo me preocuparía (lo dice Xoel riendo sin cinismo, riendo con verdad).

P.- Qué le pide a lo que queda de 2023, algo concreto, algo que pueda caber en una palabra.

R.- Qué difícil. Cabeciña. Sentidiño, que se dice en Galicia. Me parece una buena cosa para pedir.