Una bestia humeante de 7 kilos llega a la mesa servida sobre una bandeja de plata. El monstruoso condumio, envuelto en dos gigantescas masas de pan, es uno de los platos estrella de Different Burger, la hamburguesería más salvaje de Illescas. Su dueño es Raúl Santos, expropietario del parleño restaurante Las Hamburguesas Más Grandes del Mundo, que echó el cierre en noviembre de 2019, tres meses antes de la pandemia, para trasladar sus ciclópeas recetas a este municipio toledano, desde donde rivaliza con otros ilustres locales gourmet como El Bohío de Pepe Rodríguez o el Ancestral de Víctor Infantes.
Bajo la corteza superior del bicho se asoma una mastodóntica carne de vacuno recién hecha, en su punto, y una manta de cebolla cortada en juliana. Jamón york, queso, bacon, lechuga, pepinillo y salsa barbacoa o cebolla caramelizada completan la aleación de ingredientes que componen la sinfonía gastronómica de estas big burger XL sólo aptas para estómagos voluminosos y todoterreno. Son las más especiales y reclamadas de su variado menú, en el que tampoco faltan hamburguesas normales, sándwiches o cruasanes de diferentes formatos, algunos también gigantes.
Las hamburguesas de Santos, empero, son las más grandes del país. Por eso, un obrador de la zona debe preparar todas las mañanas un pan especial para Different Burger para poder vestirlas. "En el caso de las más grandes, sólo el pan puede llegar a pesar dos kilos", explica el chef.
"También tenemos hamburguesas individuales normales de toda la vida, de 180 o 250 gramos, y luego están las grandes, de las que hay cuatro tipos según su tamaño. Las más pequeñas pesan 1 kilo y 200 gramos, tienen un radio de 20 centímetros y son para tres personas; las medianas, de 30-40 centímetros, 2 kilos y medio y comen entre 4 y 6; después están las gigantes, que pueden alimentar a 10 y pesan más de 4 kilos y miden 50 centímetros. Finalmente, para quienes van fuerte, tengo una doble especial, que son 7 kilos de hamburguesa de la que comen hasta 15 personas".
Los costes del producto son bastante asequibles si se tiene en cuenta la cantidad de personas que pueden 'picar' del mismo plato. Dentro de las variantes 'especiales' de hamburguesa –es decir, las que pesan desde el kilo y medio– el precio oscila entre los 24 € para las más pequeñas y los 53 € para las grandes. "Algún bestia que se pide la doble especial paga 65 €", bromea Santos. Por su parte, las hamburguesas individuales de 180 gramos van de los 6,25 € en el caso de la de ternera y los 7,25 € de la de buey hasta los 8,75 € y 9,75 €, respectivamente, en el caso de las de 250 gramos.
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La razón de ofrecer productos a lo grande, explica Santos, no responde tanto al hecho de atraer a los curiosos a través de maximalismo excéntricos sino a que realmente anhela ofrecer un producto muy popular partiendo de la filosofía del compartir. "Yo pensé: si hay pizzas para compartir, ¿por qué no hamburguesas? De esa pregunta surgió esta idea. Aunque lo más difícil fue encontrar un obrador que hiciera este tipo de panes. Estuvimos dos o tres años buscando hasta que di con uno bueno. Hoy trabajamos con uno de Illescas que nos hace los cruasanes y los panes: tienen textura, consistencia y son muy mullidos, ideales".
Más allá de los productos gigantes, el local de Santos opera como una hamburguesería convencional. "Tenemos casi veinte variedades de hamburguesas individuales: desde las que llevan productos como Jack Daniels hasta las maceradas en cerveza Guinness, o la barbacoa y la caramelizada, que son las más punteras. Usamos tres tipos de panes, entre ellas el brioche, el de cristal y el de semillas, así como dos tipos de carnes excelentes, como la de ternera y la de buey".
Facturan 30.000 € al mes
Raúl Santos comenzó en el mundo de la hostelería cuando tenía 15 años. Él no quería estudiar, y como su padre tenía varios negocios y acababa de abrir una pequeña hamburguesería, el futuro hostelero metió la cabeza en el engranaje empresarial familiar. "Poco a poco me di cuenta de que había que darle una vuelta de rosca el negocio, y me busqué la vida: empecé a hacer las hamburguesas para compartir, fui renovando las recetas, haciendo reformas, introduje el servicio a domicilio y evolucioné".
Así acabó levantando el local Las Hamburguesas Más Grandes del Mundo, en la calle Jerusalén de Parla, donde aguantó hasta 2019 antes de traspasarlo al actual Different Burger de Illescas. Diferente envoltorio formal pero mismo contenido en su carta con mejoras y perfeccionamientos de las recetas. "Estaba quemado y tenía que salir de allí para reactivarme. Cogimos este local y mejoramos el menú. No ha sido fácil porque a lo tres meses de abrir comenzó la pandemia. Pero ahora, gracias a Dios, mantenemos una media de 25.000 o 30.000 euros al mes de facturación".