Caña, botellín, tercio, pinta, litrona… muchos son los nombres con los que se puede pedir uno de los productos que más adeptos tiene en el mundo: la cerveza. Además, hay que tener en cuenta que hay hasta 150 estilos de cervezas por tipo de fermentación y origen geográfico, según la Brewers Association: weissbier, pale ale, ipa, porter, stout…
A la salida del trabajo, en una reunión familiar o con amigos, para calmar la sed en un día caluroso… cualquier excusa sirve para tomar una cerveza. En conjunto, y a nivel mundial, se estima que son más de 1.000 millones de litros los que se consumen. En cabeza, está China, seguida por Estados Unidos y Brasil.
En esa clasificación, y dentro de los 25 países que más consumen cerveza, no está uno que tiene una característica que los demás no tienen. Quizás no se incluya en dicho ranking porque se trata de un país pequeño pero, sin embargo, innovador en este campo.
¿Dónde está el pueblo con fuentes que dan cerveza?
Para todos aquellos que piensen en un pueblo español como próximo destino para utilizar este ‘invento’, deben saber que (de momento) no existe dicho pueblo. Y eso que España ocupa el puesto décimo en cuanto a consumo de cerveza.
Quienes deseen hacer este sueño realidad deberán desplazarse hasta Eslovenia, en concreto a la localidad de Zalec, a menos de una hora de su capital Liubliana. Allí es donde están estas ‘milagrosas’ fuentes.
¿Por qué hay fuentes de cerveza?
Zalec tiene 5.000 habitantes. Pero, más que por su población, la localidad es conocida en el país por su estrecha relación con la cerveza. Más en concreto, con uno de sus ingredientes: el lúpulo. De ahí que la localidad sea considerada la capital del lúpulo en Eslovenia.
Las fuentes de cerveza (seis en total, con seis tipos diferentes de cerveza) son un reclamo más para los turistas que desean visitar la zona. Como también lo es el Instituto de Investigación del Lúpulo y la Cerveza donde, además de más de 300 plantas medicinas, se puede disfrutar de una degustación de cerveza.
¿Quién paga la cerveza?
Para responder a esta pregunta, se puede utilizar una frase muy manida cuando se sale a tomar cervezas: a pachas. La mitad del coste corre a cargo de las arcas municipales y la otra mitad es asumida por los cerveceros de la zona.
Zalec, que se la conoce con el sobrenombre de ‘Oro verde’ por el lúpulo, está enclavada en el valle de Spodnja Savinja. El florecimiento del lúpulo en dicho valle comenzó durante el período de la emperatriz María Teresa.
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La primera plantación de lúpulo en esta parte de Eslovenia fue en el palacio Dvorec Novo Celje. Zalec tuvo también su cervecería que cerró sus puertas después de la Primera Guerra Mundial. Luego aparecieron otras cerveceras artesanas. De ahí que la cerveza que ofrece cada fuente esté elaborada por un maestro artesano diferente.
¿Y es gratis? Pues esta es la mala noticia para los cerveceros. Quienes deseen usar estas fuentes de cerveza deben adquirir una jarra de cristal con un chip. La misma tiene un precio de seis euros, y será un recuerdo que el visitante se podrá llevar a su casa.