Rosario, víctima de la 'banda de la caca de la paloma', posando junto a su esposo, Miguel. Al lado, una imagen de las grapas que le pusieron en la cabeza a la mujer tras sufrir el robo.

Rosario, víctima de la 'banda de la caca de la paloma', posando junto a su esposo, Miguel. Al lado, una imagen de las grapas que le pusieron en la cabeza a la mujer tras sufrir el robo.

Reportajes

La banda que roba en la calle con excremento de paloma: "Todavía llevo el susto en el cuerpo"

La Guardia Civil cree que hay un grupo itinerante entre Murcia y Alicante. La agricultora Rosario, de 62 años, ha sido una de las víctimas de esta modalidad de robo al descuido: "Llevaba un manchurrón como un vómito".

21 diciembre, 2023 02:23
Murcia

La 'banda de la caca de paloma' puede sonar a guasa, pero a Rosario no le hace ni pizca de gracia porque uno de sus miembros le abrió una brecha en la cabeza durante un forcejeo en el que no pudo evitar que le robasen el bolso. "Lo peor no son las lesiones ni el dolor físico que tengo, sino la parte psicológica porque te quedas tocada: todo esto hay que superarlo", según advierte Rosario, una agricultora que junto a su esposo, Miguel, están al frente de Gracia y Nortes Sociedad Limitada: una empresa murciana que está especializada desde 1995 en el cultivo de hortalizas.

"Nos han fastidiado la Navidad", subraya Miguel, preocupado porque su esposa ahora tiene cierto recelo a salir sola a la calle y todavía luce las secuelas físicas que le causó el robo: "Tiene magulladuras en las rodillas y cinco grapas que le pusieron en la cabeza". De hecho, su mujer aporta una foto de la brecha que le han causado y accede a atender a EL ESPAÑOL para alertar de que esta banda está operando en poblaciones de la Región de Murcia que limitan con la provincia de Alicante. "Todavía llevo el susto en el cuerpo", recuerda Rosario. "Me tiraron contra el suelo".

Esta agricultora, de 62 años, pasadas las 10.30 horas de este jueves, salía de la sucursal que Cajamar tiene en Alquerías con unos 250 euros en metálico. "Tenía que hacer unos pagos". Rosario iba caminando hacia su vehículo, estacionado en un solar de esta pedanía de la huerta murciana y justo en ese momento: se puso en marcha el modus operandi de la 'banda de la caca de paloma'. "Me dirigía a por mi coche, cuando un hombre se me acercó por detrás y me dijo que se me había cagado una paloma".

El individuo en cuestión no tenía nada de buen samaritano. En realidad, le había rociado la chaqueta a Rosario con una mezcla de sustancias, para simular una gran mancha de excrementos. "Me pasé la mano por detrás y parecía que me habían vomitado: llevaba un manchurrón asqueroso", tal y como explica esta sexagenaria de forma gráfica. "Así no podía sentarme en el coche". De manera que Rosario reaccionó como lo haría cualquier otra persona: "Abrí el coche, dejé mi bolso apoyado en el asiento y me quité el chaleco para limpiarme la caca".

Craso error: eso era justo lo que estaba esperando ese 'ciudadano ejemplar', para reaparecer en escena"Ese hombre volvió corriendo y abrió la puerta del copiloto para quitarme el bolso, pero me di cuenta, lo agarré y eché a correr". Este tipo de robos al descuido no son violentos, sin embargo, el ladrón no se dio por vencido y comenzó a perseguir a la pobre Rosario García sin darle tregua. "Me puse a dar gritos de auxilio, pero en mitad de la carretera me alcanzó, me empujó por la espalda contra el suelo y me dio un tirón para llevarse el bolso con unos 250 euros".

El solar de la pedanía murciana de Alquerías donde Rosario sufrió el robo de la 'caca de la paloma', cuando iba a recoger su coche.

El solar de la pedanía murciana de Alquerías donde Rosario sufrió el robo de la 'caca de la paloma', cuando iba a recoger su coche.

A causa del empujón, esta mujer sufrió una fuerte caída y le salió una brecha en la cabeza. "Estaba sangrando por la coronilla", según precisa. "Si me llega a pegar, Dios sabe que me habría ocurrido algo más grave".

- ¿Qué recuerda del hombre que le robó el bolso?

- Rosario: Tenía acento latino, pero esta gente actúa para que solo la veas un segundo. Él caminaba en paralelo a mí. Me dijo: 'Señora, lleva una caca de paloma'. Entonces, siguió andando para que no me fijase en él. Estoy segura de que ese hombre me echó la mezcla marrón en mi chaqueta, en algún momento de ese trayecto a pie hacia el solar donde aparqué mi coche.

- ¿Pudo ver cómo huyó del lugar del robo?

- Había otro coche esperando a este individuo para salir huyendo. Unos testigos me dijeron que había dos personas esperándole dentro de un coche y se marcharon en dirección a El Raal. De todas formas, el tema del coche no es una gran pista porque seguro que esta gente utiliza vehículos robados.

Lo que está claro es que no dudan en recurrir a la violencia, a la vista de las cinco grapas que lleva Rosario en la cabeza. Además, algunos testigos que vieron al sospechoso de nacionalidad sudamericana corriendo con el bolso hacia el Mazda, no dudaron en tratar de interceptarle, pero el ladrón amagó con sacarles un arma. Pudo ir de farol, pero nadie quiso comprobarlo. "Ha sido un robo con violencia", zanja esta mujer.

Uno de los testigos pudo hacer una foto al coche sospechoso: un Mazda, de color negro. De inmediato, todos se interesaron por el estado de salud de la víctima del robo. "Yo no podía ni andar porque me mareaba y me caía", tal y como resume Rosario. De modo que fue trasladada al servicio de urgencias del centro de salud más próximo donde le pusieron cinco grapas, para cerrar la brecha que tenía en su cabeza.

"Cuando fui a denunciar el robo, la Guardia Civil me dijo que hay una banda latina que está actuando con ese modus operandi por esta zona", advierte Rosario. "Hay que dar la alerta". Lo mismo opina su marido, Miguel, un empresario agrícola muy querido en la huerta del Segura: "La Guardia Civil nos ha dicho que seguramente es gente que se dedica a este tipo de robos. Son profesionales: iban siguiendo a mi esposa".

El Mazda, de color negro, en el que huyeron los miembros de la 'banda de la caca de paloma'.

El Mazda, de color negro, en el que huyeron los miembros de la 'banda de la caca de paloma'.

Desde la Guardia Civil confirman a EL ESPAÑOL que hace un mes se produjo un robo frustrado siguiendo la misma dinámica en Beniel: un municipio que está a siete kilómetros de Alquerías. "Posiblemente se trate de un grupo itinerante que va moviéndose y puede que haya más casos en Alicante", tal y como advierte una fuente del Instituto Armado. "Hay tres sospechosos, aunque no se descarta un cuarto".

De momento, los investigadores cuentan con la foto del Mazda en el que huyeron tras robar a Rosario y con la descripción que esta mujer ofreció de uno de los integrantes de la banda que bien podría denominarse de 'la caca de paloma'. Se trata de un hombre latino, de entre 25 y 30 años, moreno de pelo, de tez oscura, poca estatura y complexión delgada.

"Es importante que las personas mayores no vayan solas al banco y que no lleven mucho dinero encima", según aconseja una fuente de la Guardia Civil. Todo ello, para evitar nuevas víctimas de este modus operandi tan sencillo como efectivo: un hombre elige una víctima de un perfil maduro, se acerca de forma sibilina por la espalda y le rocía la mezcla que simula el excremento. A continuación, le advierte amablemente de que un ave le ha defecado y en cuanto la víctima centra su atención en limpiarse, le roba al descuido el bolso o la cartera. Y huye en un coche lanzadera.

La variante de Barcelona

"Este tipo de delitos suelen tener repercusión social". De hecho, el robo de la 'caca de la paloma' se viralizó este mes en Barcelona, cuando un vecino grabó a unos ladrones que mediante ese método le sisaban el dinero a un pensionista. En el vídeo se veía a tres personas, dos hombres y una mujer. Cada uno ejercía un rol: los 'polis buenos' le advertían al anciano de que llevaba una mancha de heces y le mareaban ayudándole a limpiarse, mientras que el tercero en discordia, el 'poli malo', le quitaba el dinero. Por suerte, la intervención de este ciudadano frustró el robo.

Ahora hay tres o cuatro personas que le han dado una vuelta de tuerca a ese método en poblaciones limítrofes entre Murcia y Alicante. En España, según datos del Ministerio del Interior, solo en el tercer trimestre de 2023 se han producido 498.984 hurtos, pero solo uno de cada cinco se resuelven. Rosario espera que el suyo entre en la parte buena de la estadística. "Le llevé la chaqueta a la Guardia Civil para que analizasen la mancha de caca de paloma: es como una mezcla de paté con agua".