Óscar es un 'valiente' que ha llegado a encañonar a su pareja sentimental. De hecho, con solo 23 años acumula a sus espaldas un historial que causa pavor: episodios de violencia de género, una agresión sexual, robos con violencia, tráfico de drogas, conducción sin carné... Este miércoles ha sumado otro delito: una tentativa de asesinato, sobre un oficial de la Policía Nacional al que le quiso rebanar el cuello. "Tiene un carácter violento: es un bicho malo", tal y como resumen varios agentes consultados por EL ESPAÑOL, para los que Óscar S. L. (Murcia, 2000) es un viejo conocido.
"A su novia la amenazó con un arma", según confirma uno de esos agentes. La pareja de Óscar está catalogada en el Sistema VioGén con el nivel máximo de riesgo vital que se le puede asignar a una víctima de violencia de género: "Riesgo extremo". En la Región de Murcia hay 370 mujeres en esa situación, lo que supone que tienen asignado un plan de seguridad personalizado y sus agresores son sometidos a un control exhaustivo. Tal y como le ocurría a Óscar: "La Policía Nacional tenía establecido un punto fijo de vigilancia en el domicilio de su pareja".
El historial de este veinteañero con residencia en la pedanía murciana de Los Ramos también incluye: "Ocho reclamaciones en los juzgados". Una de ellas era una requisitoria para ingresar en la cárcel, "por quebrantar una condena por malos tratos". Óscar debía estar entre rejas, pero este miércoles estaba en la calle y casi se lleva por delante la vida de Antonio: un policía nacional con una excelente hoja de servicios desde que juró su cargo en 2001. Prueba de ello es que ascendió a oficial.
"Antonio tiene unos 50 años y ha estado destinado en comisarías de Molina de Segura, Cataluña y Murcia. Comenzó como todos, en los 'zetas', y luego ha desarrollado el grueso de su carrera en la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM)", tal y como resumen sus compañeros. "La mayoría de sus intervenciones han sido en temas de menores, familia y maltratadas. Es buena persona y buen policía". También un buen padre con sus hijos.
Este oficial ingresó este miércoles en la UCI tras ser intervenido de urgencia, a raíz del ataque de Óscar: un joven que ese día debía estar retirado de la circulación, lo que evidencia que algo falla en el sistema judicial español. La indignación es máxima en la plantilla de la Jefatura Superior de Policía de Murcia porque este veinteañero seguía en la calle y encima se encontraba en la diana de la UFAM por un nuevo caso de malos tratos.
"Es un peligro que un individuo así esté en la calle", tal y como reflexiona un agente con una dilatada trayectoria en diferentes unidades -como el Grupo de Homicidios-. "O mata a su pareja o mata a un policía, pero tiene un claro desprecio por la vida de los demás". Todo apunta a que este miércoles supuestamente intentó ambas cosas.
Las palabras de los agentes consultados por EL ESPAÑOL se ven corroboradas por un documento que circula por WhatsApp entre miembros del Cuerpo Nacional. Se trata de un PDF de consumo interno donde se alerta de que Óscar S. L., de 23 años, forma parte "de un equipo muy activo", por sus presuntas fechorías perpetradas en pedanías de Murcia: Los Ramos, Beniaján, Los Garres… Incluso se precisa que "se mueve de noche" y "lo hace en el interior del maletero de un vehículo".
En este 'equipazo de ingenieros' está incluido: 'El Parrales'. "Bastante activo, siempre está muy cerca del tal Óscar, suele ser su correo con el tema de las sustancias estupefacientes", tal y como recoge este documento. 'El Parrales' es otro veinteañero (Murcia, 1998) que tiene dos cosas en común con Óscar. La primera, su historial delictivo: "Tiene otras tantas requisitorias judiciales". Y la segunda, sus malas pulgas: "Embiste con el coche a los policías en caso de querer interceptarle, es muy violento y agresivo".
El tercero en discordia desempeña un supuesto rol de chico de los recados en los quehaceres de este equipo: Ismael S. N. (Murcia, 2002). "Suele ir con los dos anteriores, se mueve mucho en patinete eléctrico". Este miércoles, sobre las 13 horas, la Unidad de Familia y Mujer se encontraba tras la pista de Óscar por un supuesto delito de violencia de género: otro episodio más en su 'currículum académico'. "Está fichado por malos tratos habituales", tal y como insiste otro policía. "Tiene un carácter violento".
Tanto es así que Óscar inició una persecución en la que huyó en un coche robado: un Ford Focus, conducido supuestamente por José Manuel N. I., alias 'El Parrales'. En ese turismo también viajaban dos chicas. Los cuatro adolescentes dieron esquinazo a la patrulla de la UFAM que les perseguía y donde estaba el oficial Antonio, pero los zagales bajaron la guardia: se detuvieron en la gasolinera El Merla de Alquerías para repostar. Allí les dio caza la UFAM, desencadenando la agresión al oficial.
Así lo grabaron las cámaras de seguridad de la estación de servicio de esta pedanía de la huerta de Murcia. A las dos de la tarde, 'El Parrales' se baja del Ford para estirar las piernas, mientras un empleado se acerca a echarle combustible al vehículo y justo en ese momento: el oficial Antonio se aproxima por sorpresa al turismo, para detener a Óscar. Sin embargo, el veinteañero reacciona a degüello contra el policía: trata de cortarle el cuello con lo que parece ser una navaja o un cuchillo de cocina.
"Le saca una navaja y se abalanza sobre el compañero", según detalla un agente. Tan virulento es el ataque que el oficial Antonio cae al suelo, tratando de desenfundar su pistola reglamentaria. En el último suspiro, la experiencia de dos décadas de este miembro de la UFAM le permite evitar que el arma blanca se clave en su cuello, una zona de riesgo vital, pero acaba sufriendo una herida en otro punto de su cuerpo y en escena aparece su compañera para auxiliarle -empuñando su arma-.
El oficial Antonio está sangrando, pero la adrenalina del momento le hace levantarse como un resorte para apuntar con su arma a Óscar, al igual que su compañera de unidad. A pesar de verse encañonado al cuadrado: este veinteañero no se lo piensa y huye a la carrera, saltándose una valla de la gasolinera. Eso es lo que filmaron las cámaras de seguridad de El Merla, pero lo que no había trascendido es que 'El Parrales' aprovechó que los policías salieron tras su amigo, para coger el Ford Focus y ayudar supuestamente a Óscar a huir: "Se marchó a buscar a su amigo".
Prueba de ello es que ese Ford Focus robado, ocupado por Óscar y 'El Parrales', junto a dos chicas, se convirtió en el objetivo prioritario de una peligrosa persecución que se extendió por todo el Campo de Cartagena. Valga como botón de muestra que al operativo se sumaron patrullas de Guardia Civil y de la Policía Local movilizadas desde Los Alcázares, San Pedro del Pinatar, Cabo de Palos...
"Había más de treinta patrullas". Todo el mundo llevaba en su cabeza la imagen del terrible navajazo que sufrió Antonio: un oficial cuya vocación de servicio le llegó en el año 2020 a la Academia de la Policía Nacional en Ávila y que había sido trasladado de urgencia al hospital. El ataque se viralizó con el vídeo de las cámaras de seguridad de la gasolinera, dejando con el alma en vilo a su pareja sentimental: "Una agente de seguridad privada en una cadena de supermercados".
El Ford Focus llevaba horas asediado por decenas de patrullas a las que había logrado perder la pista en varias ocasiones, pero cuando el turismo enfiló la rotonda del Centro de Jardinería Adela Sánchez de San Javier, se empotró contra un Audi. Nuevamente: Óscar y El Parrales volvieron a demostrar su carácter temerario, ya que con tal de lograr huir, terminaron por embestir a este vehículo de alta gama en el que viajaba una conductora inocente. "La mujer sufrió un latigazo cervical y la ingresaron en el Hospital Los Arcos", según confirma un policía local conocedor de los detalles del siniestro.
La colisión no frenó el carácter violento de Óscar y José Manuel 'El Parrales' porque vendieron cara su detención: volvieron a arremeter supuestamente contra los policías nacionales que les perseguían. Así lo explican agentes consultados por EL ESPAÑOL: "Abandonaron el coche y comenzaron a correr por los campos, de modo que varios compañeros tuvieron que emplear la fuerza mínima indispensable para ponerles los grilletes, debido a la gran agresividad que demostraron".
El ataque que ha sufrido el oficial Antonio, a sus 50 años, pone de manifiesto que en España los miembros de las Fuerzas de Seguridad tienen cierta desprotección y están limitados en su margen de maniobra con el arma reglamentaria. Todo ello, debido a la Regla de Tueller: deben desenfundar su pistola a 6,4 metros de distancia del sospechoso. En el vídeo de la gasolinera, se aprecia cómo este policía recula cuando se le abalanza Óscar con un cuchillo, puede que tratando de buscar esa distancia antes de encañonarle, pero al final: termina con el veinteañero encima, apuñalándole.
"Si hubiera ido pistola en mano sería otra cosa, pero el miedo es generalizado", según afirma un experimentado miembro de la Unidad de Seguridad Ciudadana. "Lo que está claro es que falta más formación porque la delincuencia cada vez más es más violenta".
Diego Seral, portavoz de la Jefatura de Policía Nacional en Murcia, ha explicado que Óscar y 'El Parrales' permanecen en los calabozos de la Comisaría del Carmen: justo donde está destinado el oficial herido. "Probablemente serán puestos a disposición judicial este sábado", según detalla Seral. El primero de ellos, por los delitos de asesinato en grado de tentativa, malos tratos, daños y resistencia grave a la autoridad. El segundo, por daños y delitos de resistencia grave a la autoridad. Está por determinar a cuál de los veinteañeros se les asigna un delito contra la seguridad del tráfico, por la colisión contra el Audi donde viajaba una mujer.
En las oraciones de toda la plantilla policial está Antonio porque permanece ingresado en el hospital, con pronóstico estable, dentro de la gravedad. "Las lesiones internas que le causó el ataque con el arma blanca eran graves y tuvo que ser operado de urgencia porque se llegó a temer por su vida", tal y como subraya Diego Seral, portavoz de la Jefatura de Policía. Las dos chicas que viajaban en el Ford Focus durante la persecución, ya están en libertad, pero no se ha aclarado si una de ellas es la pareja sentimental a la que maltrata Óscar. En caso de serlo, está claro que no aprecia nada su vida.