Gustav Magnar Witzøe es uno de los jóvenes más ricos del mundo y, sobre todo, de Noruega. Con sólo 30 años su fortuna alcanza los 2.700 millones de euros. Una de las cuentas corrientes más envidiadas del planeta, a la que llegó cuando, hace una década, su padre, Gustav Witzøe, le donó la mayoría de las acciones de su empresa, SalMar.
El "rey del salmón" no es un nombre que venga de la nada. SalMar es una piscifactoría noruega y uno de los productores de salmón más grandes del mundo. En 2013, siendo un adolescente, su padre le concede más de la mitad de la empresa, un 53% para ser exactos, de las acciones de la compañía del sector de la piscifactoría.
A pesar de ser el heredero de uno de los negocios más potentes de su país. Las riendas del negocio las llevo otro, por el momento. Mientras tanto, Gustav ha decidido centrarse y desarrollar su creatividad en otros sectores que le llaman más la intención, el principal de ellos, la moda.
A qué se dedica
Con un futuro asegurado, probar diferentes campos no parece mala idea. Siendo rubio, alto, ojos claros y con un cuerpo tonificado, el noruego se dirigió a Nueva York para probar suerte como modelo, con el apoyo de su amigo, el estilista Jan Thomas.
No tardaron mucho en contratarle, iniciando su carrera como modelo en la agencia Next Models Worldwide. Una profesión que le ha permitido participar en desfiles de moda y en las campañas de las firmas más importantes, que ha ido combinando con inversiones en tecnología y en bienes raíces.
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Su faceta de influencer no se queda corta. En su cuenta de Instagram, su red social más destacada, cuenta con casi 30.000 seguidores, donde se le puede ver posando para diferentes firmas y marcas de ropa, y mostrando estilo de vida. Los viajes y los coches deportivos forman parte de su rutina.
Como todo buen multimillonario, sus hobbies tienen que estar a la altura. Gustav es un gran esquiador y suele aprovechar la temporada invernal para subir a las nevadas pistas de las montañas noruegas. También practica deportes de playa como esquí acuático y las motos de agua y piragüismo. Y, por supuesto, juega al golf, pasión que comparte con su padre.
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Por si no le bastará con viajar por todo el mundo, también le gustan los deportes. Con tanto viaje y tanto dinero en su cuenta bancaria, el rey del salmón cuenta con su propio jet privado para desplazarse donde más le plazca, con lo que así logra llevar una auténtica 'vida padre'.
Gustav Magnar Witzøe también es amante de los vehículos de lujo, y por eso tiene un buen garaje donde se encuentran coches como el Lamborghini Urus. Además, en sus armarios no faltan los trajes de firma hechos a medida, así como una colección de relojes de las marcas más exclusivas.