Engracia Rivera fue la número 2 de Sumar al Congreso de los Diputados en las elecciones generales del pasado 23 de julio. La diputada, secretaria general del PCA de Sevilla, fue el centro de la polémica este martes tras compartir un tuit en el que se llamaba "sunnormal" a Alberto Núñez Feijóo. Lo hizo justo el día que la cámara baja se debatía para sustituir el término "disminuidos" por "personas con discapacidad" en el artículo 49 de la Constitución.
Poco tardó el Partido Popular en pedir su dimisión. "Exigimos la dimisión de Engracia Rivera por respaldar el uso de un término discriminatorio y ofensivo. Demuestra, además, una falta total de respeto, algo que no nos extraña en esta diputada. Queremos comprobar si Yolanda Díaz tiene más integridad que ella y la desautoriza".
Rápidamente, la diputada comunista retiraba la publicación. "Lamento y pido disculpas por haber retuiteado, de forma apresurada, un tuit que contenía términos absolutamente inadecuados. Tan pronto he sido consciente, lo he retirado", apuntaba en la misma red social.
Para Engracia Rivera, la reacción a su tuit es "absolutamente exagerada". Es solo un error. "Desafortunado", reconoce en conversación telefónica con EL ESPAÑOL, pero un error. Asegura que republicó el mensaje de la polémica "sin mala intención. Le di, supongo, y cuando ha saltado la polémica lo he visto".
La diputada sevillana de Sumar explica que no se dio cuenta de lo que republicaba y pide perdón. "Disculpas, de verdad", dice. "Lamento mucho la republicación, pero entiendo que no tengo que dimitir por eso", aclara. No piensa renunciar porque, señalan ha pedido disculpas ya en Twitter.
Sobre la reacción a su tuit, la diputada lamenta "los ataques" que está recibiendo. "Afortunadamente los tuits no tienen consecuencias físicas", señala. Porque, asegura, la están atacando y mucho por su mensaje, ya borrado.
Cobrar y no trabajar
Pero hay más de fondo. Rivera era, hasta ser elegida diputada, una de las vocales del Tribunal Económico Administrativo de Sevilla, un órgano que resuelve recursos de los ciudadanos sobre multas, sanciones y similares. La líder del Partido Comunista de Sevilla, según publicó Abc, no firmó ninguna resolución a lo largo de los siete meses en los que ostentó el cargo en 2023. Incluso, el año anterior, no llegó a participar ni en el 4% de las resoluciones emitidas.
Esto le ha colocado en el centro de otra polémica, porque se ha publicado que estuvo siete meses cobrando del Ayuntamiento de Sevilla sin trabajar. No es así, defiende ella. Estuvo de baja tras haberse roto un tobillo.
La acusación, indica, tiene detrás "al PP de José Luis Sanz". Anteriormente, ella había denunciado, en la tribuna del Senado, que el Ayuntamiento de Sevilla pintó la cara del Baltasar de la Cabalgata de Reyes y que el Polígono Sur de la ciudad (la zona más pobre) no tuvo cabalgata el día 5 de enero.
La diputada de izquierdas sostiene que esa cuestión, que le afeó ella a Sanz, provocó que se hablara de su baja médica. Ella responde: "No quiere —el alcalde de Sevilla— responder a por qué el Polígono Sur no tuvo cabalgata de Reyes el día 6 de enero sino un pasacalles el día 2".
No obstante, es cierto: sí, estuvo de baja varios meses. No acudió a trabajar, como le indicó el médico. También que estuvo en un acto político de homenaje a algún camarada como el exedil Antonio Rodrigo Torrijos. "Mi baja médica no me permite trabajar pero no anula mi derecho ce participación política siempre que no ponga en riesgo mi recuperación", argumenta.
Igual que fue a ese acto acudió a hacer la compra al súper, explica. La baja médica no la encierra en casa, añade. "Podía hacer cosas mientras no comprometiera las lesiones de la pierna que me fastidié". Para esta política no es justo los ataques que ha recibido y que, cree, el tuit ya borrado aceleran.
Rivera acusa al PP de Sevilla de usar "el trazo grueso" y de atacar, además de a ella, a otros compañeros como el mismo Torrijos. "Tenemos compañeros que ya han pasado por la misma situación. A todos los que han pasado por Sevilla el PP los ha machacado. Todos han sido carne de portada", añade.
La diputada y exconcejal está dispuesta a enseñar todos sus partes de baja, que muestran que un médico le impedía ir a trabajar. Y los de la rehabilitación —"más de 50 sesiones", cuenta— para curarse. Además, reta al alcalde de Sevilla a repetir eso de que no la conoce. "Fui cinco años diputada en la Diputación de Sevilla y él estaba allí como alcalde de Tomares, claro que conoce mi cara", responde.
Currículum
Engracia Rivera nació en Sabadell, en 1971. Es, según su currículum, funcionaria de
carrera desde 1991 en la Agencia Estatal para la Administración Tributaria.
Su militancia política tiene años de recorrido. Hasta 2001 estuvo afiliada a Esquerra Unida i Alternativa y el Partido Comunista de Cataluña. A partir de aquel año, pasó a formar parte del Partido Comunista de Andalucía e Izquierda Unida.
Ha pasado por distintos cargos políticos. Fue concejal de EUiA en Barberà del Vallés (Barcelona). Ya en Andalucía, en la localidad de Almensilla, fue delegada de Recursos Humanos, Régimen Interior, Hacienda y Asuntos Sociales. Además, desempeñaba el cargo de portavoz de Izquierda Unida en el consistorio.
En la legislatura de 2015-2019, fue diputada provincial en Sevilla.
El pasado mes de junio fue designada como número 2 de Sumar al Congreso por la provincia de Sevilla para las elecciones generales del 23-J. Tras conseguir su escaño, en agosto renunció a su puesto en el Ayuntamiento de Sevilla por incompatibilidad.