Las huelgas en Francia nunca son poca cosa. Las protestas de los agricultores comenzaron hace casi dos semanas con simples cortes de carreteras, pero las escenas han ido subiendo de tono progresivamente. En los últimos días los manifestantes han provocado incendios con paja y neumáticos en las autopistas cercanas a Angers -al este del país- y ya se disponen a "asediar París". El bloqueo está causando importantes pérdidas económicas en Francia, que también afectan a empresarios españoles como José Noriega, quien tiene parados más de 100 camiones en las carreteras galas.
El transportista es propietario de una compañía llamada Noriega Grupo Logístico, con sede en Almendralejo (Badajoz), que cuenta con una flota de unos 550 camiones. De ellos, una quinta parte están ahora mismo inutilizados. “Desde el pasado martes tenemos allí 110 camiones que no se pueden mover. La situación es lamentable, ya que hay piquetes por todas partes y nadie está solucionando nada”, asegura al teléfono.
De esos 110 vehículos, un 60% transporta mercancía para Amazon, otro 20% productos industriales y el restante 20% llevan frutas y hortalizas. “El mayor problema está en los productos frescos. Los camiones van refrigerados y la carga aguanta, pero no debería estar en frío más de 24 o 48 horas. Así que es posible que cuando lleguen a su destino los compradores ya no quieran el producto o lo paguen a un precio menor”, sostiene.
El transportista estima que en esta semana sus pérdidas alcanzan “unos 500.000 euros”. Según sus cálculos, cada camión factura semanalente “entre 3.000 y 4.000 euros”. Y a esa cantidad que están dejando de ganar se suman unos costes de unos 300 euros diarios por vehículo, en concepto de salarios, licencias y otros gastos.
El 80% de su flota es internacional. Y aunque no todos los camiones se dirigen a Francia como destino final, sí que es imprescindible pasar por allí para llevar la mercancía al resto de países europeos. La Asociación del Transporte Internacional por Carretera (Astic) calcula que pueden transitar por Francia cerca de 80.000 camiones españoles que transportan el 75% de las exportaciones de España a la UE.
A diferencia de otros conductores, a quienes les han volcado la mercancía o se han visto envueltos en disturbios, los trabajadores de Noriega Grupo Logístico no han sido asaltados. Pero su propietario sí que afirma que tanto los manifestantes como las autoridades francesas están haciendo muy poco por protegerlos. “Es un atentado contra nosotros, nos están tratando como a perros”, defiende.
Uno de sus conductores, prosigue, “tuvo que estar parado en una rotonda durante tres días, sin poder moverse, y no vino nadie a asistirlo, no le dieron ni agua”. “Estamos completamente desprotegidos y no se está haciendo nada para solucionarlo”, agrega.
El empresario pide al Gobierno español que “hable con las autoridades francesas para que abran corredores por los que puedan pasar los camiones”. “El ministro de Transportes debería estar en contacto con su homólogo, aunque a nosotros no nos han comunicado nada”, denuncia. Lamenta, además, que “la Gendarmería francesa” tampoco esté actuando contra los piquetes, según las órdenes del Elíseo. “Parece más bien que están alimentando las protestas, como cuando el primer ministro hablaba de competencia desleal”, insiste José Noriega.
Nuevas medidas para el campo
El primer ministro francés, Gabriel Attal, se reunió el pasado domingo con los agricultores para tratar de desactivar las protestas. Prometió nuevas medidas y acusó a españoles e italianos de “competencia desleal” por no emplear presuntamente los mismos pesticidas que los franceses y vender sus productos a precios más baratos.
El encargado de responder en España fue el ministro de Agricultura, Luis Planas, quien calificó esas acusaciones como “inadmisibles”. Planas aseguró también que estaba en contacto con su homólogo francés, Marc Fresneau, y pidió a las autoridades francesas que garanticen la libre circulación en las carreteras.
Las protestas en el país galo comenzaron el pasado 18 de enero, cuando los agricultores se movilizaron para pedir al Gobierno una serie de ayudas con las que poder obtener mayores beneficios de su producción. Reclaman que la UE elimine la obligación actual de dejar un 4% de la tierra en barbecho, la reducción de trámites burocráticos en la aplicación de la Política Agrícola Común (PAC) o que el Ejecutivo nacional facilite el cobro temprano de la subvención al gasóleo agrícola.
El campo francés alega también que sus costes de producción son muy altos y consideran que otros países, no sólo de la UE sino de fuera, compiten en un mismo mercado con unos precios mucho más reducidos. Francia es el primer beneficiario de la PAC con unos 9.000 millones de euros al año, aunque desde París responden que también exigirán cambios a Bruselas.
También en otros países
Las protestas de los agricultores no se circunscriben a este país. En Alemania, Bélgica y Países Bajos también se han registrado acciones similares con tractores y vehículos agrícolas cortando las carreteras. En el caso de Alemania las movilizaciones vienen, fundamentalmente, por la eliminación gradual de las exenciones agrícolas y han provocado un importante choque con el Gobierno. Mientras que en Bélgica y Países Bajos se quejan por la subida de los costes de producción.
La conflictividad en este sector es cíclica. Las políticas europeas para reducir las emisiones de gases contaminantes y proteger el medio ambiente llevan años encendiendo los ánimos de los agricultores. La sequía y la inflación han aumentado el descontento. Y el punto culminante llegó con la invasión rusa de Ucrania en 2022, cuando la UE levantó temporalmente las restricciones a las importaciones ucranianas, lo que inundó el mercado europeo de productos agrícolas de aquel país e impidió que productores locales pudieran dar salida a sus cosechas. Esto ya provocó importantes protestas en países limítrofes con Ucrania, como Polonia y Rumanía.
Mientras, en España las asociaciones agrícolas también acordaron este martes salir a la calle. “Los agricultores luchan frente a un mercado desregulado que importa productos agrarios de terceros países a bajo precio y que presionan a la baja los de la UE y los producidos en España”, exponen en un comunicado conjunto Asaja, COAG y UPA. Las reivindicaciones siguen la misma línea que las de sus colegas europeos. Aún no está definido el calendario de protestas, aunque todo apunta a que se producirán a partir de la próxima semana y que tendrán, al menos en un principio, carácter regional.