Miguel es conocido entre los vecinos de la pedanía del Llano de Molina por la labor que desempeñó antaño en el sector bancario. Este sábado, Miguel R. L. se puso al volante de su todoterreno Mercedes y en estado de embriaguez se adentró por la avenida de la Industria de Molina de Segura, atropellando a tres mujeres sexagenarias en un paso de peatones: Loli, una profesora de primaria que murió en el acto, y sus dos amigas, Juani y Salvadora, las cuales acabaron ingresadas en la UCI.
"Me encuentro bastante mal", subraya con un hilo de voz este banquero jubilado, de 65 años, y que próximamente tendrá que comparecer como investigado en los juzgados de Molina de Segura. "Estoy muy mal", insiste Miguel a EL ESPAÑOL, declinando el ofrecimiento de pronunciarse sobre el triple atropello que ha protagonizado y que ha consternado a toda la Región de Murcia. "Prefiero no hablar de este tema".
EL ESPAÑOL ha podido confirmar en exclusiva -a través de fuentes de la investigación policial- que Miguel R. L. dio "una tasa de alcoholemia de 0'65 en aire espirado", lo que dibuja un horizonte judicial muy duro para este jubilado de banca porque cuando se rebasa el 0,25, solo se sanciona con una multa y la retirada de puntos, pero al sobrepasar el 0,60 se considera un delito que se instruye por vía penal.
A todo ello, se suma que el atropello se produjo en un paso de peatones de la avenida de la Industria que está bien señalizado: la pintura es visible sobre el asfalto y hay un semáforo. De hecho, este jubilado de banca -supuestamente- se saltó el semáforo cuando estaba en rojo y ni siquiera llegó a frenar, embistiendo de una tacada a las tres mujeres: la difunta Dolores Abenza, de 63 años; Salvadora Martínez, de 62, y Juani Palazón, de 60 años.
El concejal de Seguridad Ciudadana de Molina de Segura, Antonio Martínez, confirma a este diario que el paso de cebra está perfectamente señalizado: "Es imposible decir que el paso de peatones estaba borrado porque me he pasado para comprobar que la pintura es visible sobre el asfalto. Además, se trata de una zona de la avenida de la Industria que tiene farolas y están bien iluminada por la noche: no hay cabida para la confusión".
La citada avenida tiene dos carriles para cada sentido de circulación y es una arteria que soporta mucho tráfico porque conecta el casco urbano con el polígono industrial, así como la salida a la autovía para desplazarse a Albacete o Madrid. "Se ha saltado un semáforo en rojo en una vía que tiene limitada la velocidad a 50 kilómetros por hora y donde solemos colocar el radar", según recalca el edil Martínez.
Miguel fue detenido este sábado por la Policía Local de Molina de Segura y después fue puesto en libertad, a la espera de comparecer en sede judicial en calidad de investigado. Una portavoz del Tribunal Superior de Justicia confirma que aún no está señalada la fecha para la declaración de este jubilado de banca como investigado, debido a que todavía no está concluido el atestado del triple atropello.
"La Policía mandará el atestado que irá a reparto aleatorio y el juzgado al que le toque, abrirá el procedimiento y citará al investigado", según detalla la citada portavoz del TSJ.
Un prestigioso penalista explica que a la vista del positivo que ha dado el conductor, con una tasa de alcoholemia de 0,65, Miguel podría enfrentarse a un homicidio imprudente por la muerte de Loli; un delito contra la seguridad vial porque las bebidas alcohólicas que consumió le afectaron al volante y dos delitos de lesiones que dependerán de la evolución de las supervivientes: Juani y Salvadora, cuyo pronóstico es grave porque siguen en la UCI del Hospital Virgen de La Arrixaca de Murcia.
"Tampoco es descartable que se le atribuya una conducción temeraria", según apunta este letrado. Todo dependerá del contenido del atestado y de factores como la velocidad a la que Miguel circulaba con su Mercedes, un todoterreno de la Clase M, por la avenida de la Industria.
Tres días de luto
El Ayuntamiento de Lorquí ha decretado tres días de luto oficial por la muerte de Dolores Abenza, a la que todos los vecinos conocían como Loli y que sumaba cuarenta años de trayectoria en la docencia -como profesora del Colegio San Vicente Ferrer de Murcia-.
Este sábado, como muchos otros fines de semana, Loli salió a tardear con sus amigas Juani y Salvadora: ninguna de las tres sexagenarias regresó a Lorquí porque fueron arrolladas, a las once de la noche, justo cuando atravesaban el paso de peatones que les separaba del aparcamiento público donde habían estacionado su coche en Molina de Segura. Este diario ha accedido a una imagen del Mercedes que conducía Miguel y presenta el chasis delantero hundido, a causa de la violencia del impacto.
Miguel también es natural de Lorquí, como las víctimas del atropello, pero un amigo explica que hace "seis o siete años" se instaló en el Llano de Molina: una pedanía de Molina de Segura con 1.500 habitantes, ubicada entre el curso del río Segura y el Polígono Industrial La Serreta. "Es una muy buena persona, se lleva bien con todos los vecinos", subraya este conocido del pensionista. "Esto es una desgracia para todo el mundo, todos cometemos fallos, pero este ha sido muy gordo".