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Un ex policía ruso retenido en El Prat pide asilo a España: fue torturado y se negó a servir en Ucrania

 "He volado a Barcelona para preservar mi vida y salvaguardar mi libertad", reconoce mientras espera una resolución. 

6 febrero, 2024 02:25

Un ex agente del Ministerio del Interior de Rusia llamado Stanislav Y. aguarda desde el viernes en la sala de asilo y rechazados del aeropuerto del Prat de Barcelona a que las autoridades españolas determinen si le dejan entrar en nuestro país. El antiguo oficial de policía —nacido el 12 de junio de 1993— aterrizó poco después del mediodía en un vuelo procedente de Dubai portando un documento donde puede leerse: “He salido huyendo de Rusia debido a las amenazas de torturas y por temor a que me obliguen a servir como oficial de policía en los territorios ucranianos temporalmente ocupados. He volado hacia ustedes para preservar mi vida y salvaguardar mi libertad”.

El texto que el disidente redactó para la organización humanitaria que le ha ayudado a consumar su plan de huida prosigue de este modo: “Me negué de forma reiterada a volver a trabajar como oficial del Ministerio del Interior, así que provocaron adrede un conflicto dentro de un club nocturno con la finalidad de fabricar un caso penal contra mí. Tras iniciar el proceso penal, me advirtieron de que me condenarían, me torturarían y me encarcelarían si me negaba a trabajar en Ucrania como policía. Ni quiero ni voy a luchar contra Ucrania. Esa es la razón por la que solicito asilo y protección”.

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Informe médico que refleja las lesiones sufridas en junio del pasado año, tras la agresión que le propinaron varios matones, por negarse a combatir en UCrania. A la izquierda, el original en ruso y a la derecha, la traducción al castellano.

Informe médico que refleja las lesiones sufridas en junio del pasado año, tras la agresión que le propinaron varios matones, por negarse a combatir en UCrania. A la izquierda, el original en ruso y a la derecha, la traducción al castellano. EL ESPAÑOL

Stanislav tenía previsto inicialmente volar a Francia, pero cambió de opinión en el transcurso del viaje y optó por solicitar asilo en Barcelona. Antes de emprender su huida, se puso en contacto con una conocida organización humanitaria rusa, con sede en Biarritz (Francia), llamada Gulagu-Net. Su fundador y presidente —el disidente Vladimir Osechkin— logró hablar con el ex policía huido poco después de su llegada y confirmó que “se encontraba bien y había sido tratado con respeto por los funcionarios españoles de fronteras”.

Según Osechkin, Stanislav contactó con Gulagu-Net a principios de enero para informarles de que había escapado de Rusia y se dirigía a Europa Occidental. “No es la primera vez que se dirigen a nosotros empleados del Ministerio del Interior, la Fiscalía y la judicatura”, asegura el fundador de Gulagu-Net. “Hace solo una semana, otros dos empleados de la Fiscalía que abandonaron la Federación de Rusia nos contactaron en busca de ayuda. Ambos nos proporcionaron nuevas pruebas y testimonios de la imposibilidad de obtener un juicio justo en Rusia; del uso común de la violencia; de la omnipotencia del FSB y del vicioso uso de la tortura como parte del sistema de injusticia”.

Algunas semanas antes de eso, otro juez federal llamó igualmente a las puertas de la organización de Osechkin tras abandonar la Federación de Rusia. “Todos los que se escapan se han negado a ir a los territorios ocupados de Ucrania a pesar de que les ofrecieron puestos más altos y salarios entre tres y cuatro veces más elevados de lo habitual”, precisa el disidente.

El propio Osechkin tuvo que escapar de su país para no ser encarcelado y vive protegido por la Gendarmería francesa debido a la amenaza permanente de represalias. Ha sufrido incluso intentos de asesinato debido a su actividad política y a sus denuncias e investigaciones sobre el sistema penitenciario ruso. “A Stanislav lo estamos apoyando del mismo modo que apoyamos a cualquiera que esté en contra de la guerra. Además, los documentos médicos y las fotografías que nos remitió prueban que fue brutalmente golpeado en Rusia por negarse a trabajar en Ucrania”, continúa.

Conocemos el nombre completo, el patronímico y los apellidos de Stanislav, pero hemos decidido omitirlos en ausencia del consentimiento del huido y a petición de Osechkin. “Tiene miedo a la venganza”, dice Osechkin. “Al igual que todos los perseguidos que le han plantado cara al sistema, teme que las autoridades rusas puedan empeorar su situación o actuar contra sus allegados”.

De las pesquisas efectuadas por EL ESPAÑOL se colige que Stanislav trabajó como detective del departamento de lucha contra el tráfico ilícito de drogas en el krai (denominación administrativa rusa) de Transbaikalia o Zabaikalie, un territorio situado en el distrito federal del Lejano Oriente cuya capital es Chitá. Este digital ha obtenido una copia del documento que le adjuntaron cuando se le asignó una Makárov PM de 9 milímetros al entrar a trabajar para el servicio en 2016 así como una fotografía de su licencia de detective, lo que apuntala su versión sobre su pasado como agente del Ministerio del Interior.

Vladimir Osechkin es el disidente ruso que, desde el País Vasco francés, ha asesorado al ex policía sobre el modo de escapar de Rusia. No es la primera vez que su organización ayuda a traer a un funcionario ruso a España.

Vladimir Osechkin es el disidente ruso que, desde el País Vasco francés, ha asesorado al ex policía sobre el modo de escapar de Rusia. No es la primera vez que su organización ayuda a traer a un funcionario ruso a España. EL ESPAÑOL

Stanislav abandonó la policía antes del comienzo de la agresión a Ucrania. Cuando el Kremlin comenzó a movilizar a reclutas de todo el país, abandonó por primera vez la Federación de Rusia. Medio año después, el ex agente regresó al país y casi de forma inmediata, el Servicio Federal de Seguridad (FSB, heredero del KGB) comenzó a presionarle y coaccionarle para que sirviera como soldado o como policía en los territorios ocupados. Fue a partir de ese momento cuando comenzaron sus problemas.

De acuerdo a otro de los documentos recabados por EL ESPAÑOL, varios matones enviados por el FSB le agredieron salvajemente cuando caminaba por la calle el 11 de junio del pasado año. Con arreglo al informe médico que Stanislav ha presentado a las autoridades españolas, el neurocirujano que le remitió a urgencias comprobó que el ataque le había provocado una lesión craneoencefálica, conmoción cerebral y hematomas diversos en la cabeza y el torso. Las fotos principales que ilustran esta información fueron tomadas algunos días después de la agresión y muestran los estragos arriba enumerados. Fue a partir de entonces cuando entendió que su vida se encontraba en serio peligro y tomó la determinación de escapar de Rusia por segunda vez. Uno de sus principales agresores ha sido identificado por Stanislav como “Karpov”.

Stanislav, en el centro, al licenciarse tras su periodo de prácticas en la academia de policía.

Stanislav, en el centro, al licenciarse tras su periodo de prácticas en la academia de policía. EL ESPAÑOL

En el momento del cierre de esta noticia, la organización que le ayudó a escapar desconocía si el ex policía seguía todavía aguardando la decisión de las autoridades españolas en la sala de asilo del aeropuerto del Prat.

No es la primera vez que esa organización ayuda a un disidente ruso a escapar a nuestro país. El 15 de noviembre de 2022, Gulagu-Net prestó apoyo también a un soldado de la infame Brigada Motorizada de Fusileros número 64. Nikita Chibrin, nacido en 1995 y oriundo de Yakutia, aterrizó sin un visado en el aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid a bordo de un avión procedente de Georgia.

Antes de aceptar colaborar con él, Osechkin confirmó que el combatiente no había disparado un solo tiro contra los ucranianos durante el tiempo en que sirvió a las órdenes de Azatbek Omurbekov, el llamado carnicero de Bucha. Algunas horas después de su llegada, Chibrin fue autorizado por las autoridades españolas a entrar en nuestro país y se le proporcionó un lugar en Madrid donde alojarse de forma temporal. Por razones de seguridad, fue posteriormente trasladado a una ciudad situada a orillas del Cantábrico. Obtuvo el permiso de residencia y de trabajo sin problemas a las pocas semanas y ha estado trabajando hasta tiempos recientes en un negocio hostelero.