Alfonso Raúl Masa, párroco de Don Benito (Badajoz) ha sido detenido este lunes 19 de febrero, junto a su pareja, por traficar presuntamente con viagra, un medicamento para tratar la disfunción eréctil y con otras "potentes" sustancias afrodisíacas en la localidad pacense. Tras comparecer esta mañana en Esta mañana en el Juzgado de primera instancia e instrucción número 2 de la localidad, el juez ha puesto en libertad provisional a Masa con la obligación de comparecer los días 1 y 15 de cada mes; su pareja todavía permanece en prisión provisional comunicada y sin fianza.
Por el momento, se ha decretado el secreto de sumario y no se descarta que se produzcan nuevas detenciones. Tal como ha informado Europa Press, el delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, ha confirmado este martes la detención de dos personas en Don Benito, aunque ha declinado ofrecer más información, ya que la "operación sigue abierta", instando a "dejar que la Guardia Civil haga su trabajo".
Masa se incorporó como vicario parroquial de Santiago en Don Benito y administrador parroquial de Conquista del Guadiana el 25 de septiembre de 2021. La iglesia donde era cura se convirtió en el centro de operaciones del sacerdote. Y desde su casa, el detenido distribuía material estimulante que "el párroco (...) distribuía entre una clientela cada vez más abultada".
Este hecho ha sorprendido al Obispado placentino, que ha lamentado en un comunicado "los hechos descritos por el dolor, sufrimiento y escándalo que suponen". Y ha llamado a la cautela hasta "tener más información de la publicada por los medios acerca de la detención de un sacerdote".
Este cura, natural de Miajadas y formado en el seminario de la propia Diócesis, ha ejercido durante cinco años en el municipio de Don Benito. Y en las tres localidades donde ha sido cura, se ha ganado a los lugareños.
En 2019, los ciudadanos de Fuente del Béjar (Salamanca) se unieron en una campaña de recogida de firmas para detener la decisión de la Diócesis de Plasencia de trasladarlo. "Ha sabido ganarse al pueblo" y consiguió que los jóvenes "volvieran a sentir lo que es en realidad la figura del párroco". A la campaña se sumaron otros dos pueblos, La Cabeza de Béjar y La Puebla de San Medel.
No obstante, ni con la petición con la rúbrica de todos estos vecinos ni los escritos dirigidos a la institución religiosa se pudo tumbar la decisión del Obispado placentino.