"Empezar a empezar", con ese poema el periodista y poeta Daniel Ramírez (Pamplona, 1992) cuenta cómo conoció a los Beatles. Hoy, 21 de febrero, ha presentado Tus canciones y las mías (Aguilar, 2024), junto a su distinguido amigo, confidente artístico y vocalista de la banda de rock Hombres G, David Summers, en el emblemático Café Varela. En un espacio notorio por ser un lugar de encuentro de reconocidas figuras de la lírica y la literatura española, los dos han revisitado juntos la banda sonora de sus vidas.
Los encargados de hacerlo no fueron otros que los Beatles, el grupo que ha inspirado los versos Ramírez. Amor, amistad, optimismo y risa: estos han sido los ingredientes que ha volcado el poeta en su segundo poemario. Estas cualidades, que están presentes tanto en las letras de los Beatles como de Hombres G, se entretejen a través de situaciones "sin abstracciones" que tienen, tal como ha afirmado su autor, un rasgo común: la luz.
No es de extrañar que en el compendio se dedicara una oda a este concepto tan presente en las canciones de los Fab Four. "Creo que hay una ingenuidad y un optimismo en las distintas situaciones" que transmite en sus versos. La obra, describe Ramírez, "es un conjunto de poemas de la vida cotidiana".
"Me he visto totalmente reflejado en él [Daniel]", ha comentado Summers durante su intervención. El compositor madrileño ha identificado "ese momento tan bonito en el que pasas de ser un niño a un adolescente; y de ese adolescente al adulto que siempre has querido ser". Es una poesía, describe el artista, caracterizada por su sencillez, la misma que transmite la música de los Beatles.
Para Summers, uno de los primeros en leer el compendio, "Dani está contando su infancia de una manera poética, pero con una poesía sin rima". Esto es algo a lo que anima que hagan más: saltarse la dictadura del verso ordenando palabras que tengan belleza y transmitan algo.
Quiasmo
Summers no imaginaba su vida "de otra manera que no fuera siendo artista" y Ramírez nació "nació en un lugar donde había mucha música". Uno de familia de letras y otro de artistas. Cantante y periodista; uno canta canciones y otro cuenta historias. Sus vidas, puestas en perspectiva, parecerían un quiasmo.
Ramírez y Summers compartieron sus vivencias y la relación que han desarrollado con la música de los Beatles. Un paralelismo que salta a la vista dado el entusiasmo y el amor que le tienen al grupo de pop-rock británico es que se trata de una pasión heredada. Los dos crecieron escuchando los CD de los Beatles. En el caso del cantante de Hombres G la relación es aún más estrecha, ya que sirvieron como referentes cuando se aventuró a componer.
"Aprendí cómo llevaban a término las canciones y luego me di cuenta de que no lo hacían siempre igual, sino que cambiaban; hacían cosas distintas", relata Summers. Y esa fue una de las lecciones más importantes que aprendió de los Beatles. Ramírez ha destacado que escuchar a los Beatles es "una de las cosas más luminosas que nos ha pasado".
"¿A qué época irías?"
Rescatando una cita de John Lennon, Ramírez ha contado que él solía decir que "las canciones hay que hacerlas como si se las estuvieras contando algo a alguien". Esa es la máxima que ha seguido a la hora de escribir los poemas. En cada uno de ellos puede "discernir la persona a la que se lo escribí", explica. Su mujer, su familia, sus hermanos o incluso a gente anónima.
"Cuando escribes no intentas hacerlo con un hilo conductor", confiesa Ramírez. Pero hay algunos poemas que marcan la línea del resto. En Tus canciones y las mías es Nuestro Tiempo. Es un poema que dedica a Elisa, su amiga de la infancia. "Volvíamos andando a casa y ella siempre me hacía la misma pregunta cuando se encendían las luces: 'Si pudieras viajar al pasado, ¿a qué época irías?'".
En esos momentos Daniel y Elisa daban rienda suelta a su imaginación y fantaseaban con ir a los tiempos del Imperio romano, la Revolución Francesa, las cuevas de Altamira o la belle époque. Pero una noche, ante la mirada expectante de Elisa, dijo "A ninguna; yo me quedaría aquí". Esa respuesta coincidió con un pensamiento: "Cumplidos los treinta estaba aprendiendo a vivir".
"Ese es un poema que me gusta citarlo porque creo que refleja el tono del libro y me empujó a elegir los Beatles como hilo conductor". Esa es la luz que diferencia a este libro del anterior, que se caracterizaba por su diversidad temática y poemas "de distinto tono". Daniel, acompañado con su hermano Alberto a la guitarra, terminó el acto recitando cuatro de sus poemas.