Domingo se ha recorrido al volante de un autocar buena parte de Europa y Marruecos, sin sufrir un solo percance en la carretera, pero por ironías de la vida, la estación de autobuses de Águilas, a solo unos metros de su casa, se ha convertido en el escenario del peor episodio que ha vivido en sus veinte años de chófer profesional: se tuvo que enfrentar a dos atracadores para salvar su pellejo. "Uno llevaba un machete de tres palmos y el otro una pistola de plomos, con la que me dejó el cuerpo plomeado", tal y como relata el propio Domingo Jiménez a EL ESPAÑOL.
"Con el cuchillo me hicieron dos cortes en el estómago y con la pistola me dieron un plomazo en una mejilla, el hombro, el brazo y el pecho". Pero este chófer, de 57 años, de la prestigiosa empresa de transportes Interbus, no se arrugó ante los asaltantes y evitó que le robasen toda la recaudación del sábado. "Los dos llevaban puesta la capucha de su sudadera y una braga para ocultar su rostro, mientras gritaban: '¡El dinero!'"
El atraco se produjo cuando Domingo Jiménez ponía punto final a su turno de cada sábado, en el que debe hacer tres trayectos de la línea interurbana que conecta Águilas con Lorca y Murcia. "Eran las diez de la noche". Después de que todos los pasajeros se bajasen en la estación de autobús de Águilas, este chófer estaba revisando el autocar, para comprobar que nadie se había olvidado ninguna pertenencia en los asientos y proceder a cerrar las compuertas del maletero y una de las dos puertas de acceso al bus.
"En la estación no quedaba nadie, yo estaba haciendo la caja dentro del autobús, solo tenía abierta la puerta delantera para los pasajeros, cuando aparecieron un par de encapuchados". Uno iba con un machete y otro con una pistola de plomos. Durante el último mes, en esta localidad del litoral murciano se han registrado tres atracos con arma de fuego, lo que ha llevado a una fuente de la Policía Local de Águilas a lanzar una alerta: "Tenemos la delincuencia disparada. Hemos superado a Torrevieja que durante décadas fue el municipio con mayor índice delictivo del país".
Tal alerta se refleja con un matiz en el balance de criminalidad del Ministerio del Interior: Torrevieja sigue teniendo una mayor cifra de delitos que Águilas, pero la tasa porcentual del municipio murciano supera al alicantino, al comparar la última variación interanual analizada por el Ministerio. Del tercer trimestre de 2022 al tercer trimestre de 2023: la criminalidad convencional crece un 18,7% en la localidad aguileña, frente al 7,8% torrevejense. También hay diferencia porcentual en las infracciones penales: 20,3% (Águilas) y 12,1% (Torrevieja).
Por áreas temáticas delictivas, la tasa de variación interanual de robos con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones de Águilas, repunta un 32%, frente al descenso del 22% que se experimenta en Torrevieja. También crecen más los hurtos en la localidad murciana (79%) que en la alicantina (13,9%), aunque los robos con intimidación bajan (-8,5%) frente al repunte en la provincia vecina (36,8%).
El chófer Domingo no sabe de estadísticas y solo concede esta entrevista a EL ESPAÑOL para reclamar a la Administración central, regional y local que "inviertan en mejorar la seguridad" de la estación de autobuses de Águilas. En esta localidad costera, el turismo es uno de sus motores económicos: el verano pasado la ocupación de sus alojamientos turísticos llegó al 90% y cada año se reciben más de 10.000 visitantes. "No podemos tener una estación sin cámaras de seguridad, sin un vigilante privado y con la mitad del alumbrado sin funcionar porque estamos vendidos".
- ¿Por qué afirma eso?
- Domingo Jiménez: Estuve trabajando en una agencia de viajes italiana, con la que llegaba a pasar 47 días seguidos viajando por Alemania, Francia, Croacia, Inglaterra, Marruecos... Y nunca tuve problemas, excepto una vez que me pararon unos días en la frontera de Tánger por temas burocráticos.
Después de la pandemia me quedé en paro y ahora que llevo dos años trabajando en una línea interurbana, casi me matan al lado de mi casa, terminando mi jornada de trabajo en la estación de autobuses de Águilas donde no hay medidas de seguridad, ni siquiera tenemos un aseo para los conductores ni los turistas. Es algo tercermundista.
Este chófer, padre de tres hijos, tuvo que ser traslado de urgencia al Hospital Rafael Méndez de Lorca por las heridas que sufrió durante el atraco que el propio Domingo frustró. "Cuando los encapuchados entraron al autobús, pude reaccionar porque yo estaba en alto, haciendo la recaudación, y ellos tenían que subir por las escaleras, así que contaba con ventaja porque subían de frente", según relata este experimentaco profesional.
- ¿Qué ocurrió en ese momento?
- Domingo Jiménez: Como yo estaba arriba tenía una posición de superioridad porque ellos tenían que subir por las escaleras. Al verles subir armados, en vez de asustarme, me subió la adrenalina y me defendí. Le pegué una patada en el pecho al que llevaba el machete y entonces, el que tenía la pistola de plomos empezó a dispararme desde la puerta. No paré de forcejar y de gritar pidiendo ayuda, hasta que salieron corriendo.
Lo primero que hizo el chófer fue llamar a su esposa para que solicitara una ambulancia y la presencia de la Policía Local. "Llamé a mi mujer porque me puse nervioso, debido a que tenía la cara ensangrentada: un plomazo se me metió en la mejilla". De hecho, le hicieron una radiografía en el Hospital Rafael Méndez y descartaron practicarle una pequeña cirugía porque el remedio podía ser peor que la enfermedad. "Sigo con el plomo en la mejilla, para ver si lo termino expulsando durante las curas y el tratamiento".
El chófer aporta una imagen a este diario para mostrar la herida de guerra que luce en su pómulo derecho, este martes, mientras descansa tras cubrir un trayecto entre las localidades de Lorca y Águilas.
- ¿Cuánto dinero impidió que se llevasen los atracadores?
- Más de 1.100 euros porque era sábado y los fines de semana hay movimiento de viajeros. Tras lo sucedido, me puse a reflexionar, y la verdad es que actúe sin pensar que eran dos personas armadas. Una vida vale más que cualquier suma de dinero, pero a las administraciones les pido que miren más por los profesionales del transporte y por los viajeros porque debemos tener una seguridad mínima y unos servicios básicos.
Un equipo de Policía Judicial inspeccionó la estación de autobuses y localizó "hasta nueve plomos". De momento, la Guardia Civil busca como sospechosos del robo frustrado a dos adolescentes de nacionalidad marroquí. Domingo ha vuelto a ponerse al volante de su autocar, a pesar de la insistencia de su empresa para que se tomara unos días de descanso. "No quiero darle más vueltas al tarro, prefiero retomar la rutina. Mi mujer y mis tres hijos están más asustados que yo".