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'Los jóvenes no saben nada sobre López de Lacalle': la exalcaldesa explica el mitin de Bildu en Andoáin

Bildu celebró el pasado lunes un acto electoral a 200 metros del lugar donde ETA mató al intelectual. Su viuda sigue viviendo en el mismo portal.

11 abril, 2024 02:38
Andoáin (Guipúzcoa)

En los soportales donde ETA mató al intelectual y articulista de El Mundo José Luis López de Lacalle el 7 de mayo del año 2000 juegan hoy unos niños, mientras el padre de éstos se encuentra espatarrado en el suelo mirando el móvil. Han pasado casi 24 años y la escena que transcurre en este abril electoral en Andoáin (Guipúzcoa), a escasos 11 días de los comicios autonómicos vascos, no puede ser más representativa: la violencia terrorista parece que haya quedado borrada, como por arte de magia.

En su empeño por no mirar al pasado, el candidato a Lehendakari de EH Bildu, Pello Otxandiano, protagonizó el pasado lunes un mitin electoral en el colegio público infantil de la misma localidad con total normalidad. Esto no debería sorprender si no fuera porque esta escuela está a apenas 200 metros de los soportales donde el etarra Ignacio Guridi Lasa disparó y remató en el suelo a López de Lacalle aquel funesto día de mayo. 

Como era de esperar, en el mitin de los abertzales no hubo una sola mención a ETA, ni una condena de la violencia. Por el contrario, cuando fue el turno de hablar del secretario general de Sortu (el partido heredero de Batasuna, integrado hoy en Bildu), Arkaitz Rodriguez, éste tuvo un recuerdo para "los presos políticos" y celebró el fin de la dispersión de los cautivos etarras.

Pello Otxandiano (en el centro a la izquierda), junto a Arkaitz Rodríguez, también en primer plano, el pasado lunes en Andoáin (Guipúzcoa)

Pello Otxandiano (en el centro a la izquierda), junto a Arkaitz Rodríguez, también en primer plano, el pasado lunes en Andoáin (Guipúzcoa) EFE

El acto electoral transcurrió como si los asesinatos de López de Lacalle y de otras siete víctimas de la banda terrorista en Andoáin, entre ellos, el exjefe de la Policía Local Joseba Pagazaurtundua, nunca hubieran ocurrido.

"Pero, de hecho, ocurrieron", dice Maider Lainez, concejal socialista de Andoáin. Entre 2019 y 2023 fue alcaldesa de la localidad gracias a los votos del PNV. "Con la excusa del futuro no se puede no tener en cuenta lo que ha pasado. Hay que pasar página, sí; pero leyendo la página de la historia del terrorismo de ETA que nunca tendría que haberse producido", dice la exedil en conversación con EL ESPAÑOL, a pocos metros de donde López de Lacalle fue asesinado.

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"La excusa del futuro"

Por la "excusa del futuro", Lainez se refiere a la imagen fresca y desvinculada del pasado terrorista que el joven Otxandiano (41) quiere trasladar en esta campaña. En algunas entrevistas, el candidato de Bildu ha hablado de ETA como un "ciclo político" que ya es historia; "que afortunadamente hemos dejado atrás". Y este sentir es el que comparten algunos de sus votantes en Andoáin, uno de los bastiones de la formación en Guipúzcoa, donde Bildu está de nuevo en la Alcaldía tras arrebatársela al PSE el año pasado. 

Javi, un vecino de mediana edad, reconoce a este periódico que nunca había votado a Bildu "por lo que representaba", en relación a ETA. Pero el próximo 21 de abril lo hará: "Eso ha quedado atrás. Son los únicos que pueden levantar la alfombra de la mafia política que representan los demás partidos", dice.

El cuerpo de López de Lacalle, tendido en el suelo el día del atentado.

El cuerpo de López de Lacalle, tendido en el suelo el día del atentado.

Otro residente, un jubilado que no quiere dar su nombre, se expresa en los mismos términos: "Si gana Bildu, bien; igual que antes ganaba el PNV… Lo de ETA es cosa del pasado. Al que le tocó, tuvo mala suerte", dice este hombre en la plaza principal de Andoáin, preguntado por la estimación publicada por el CIS este miércoles, que da la victoria al partido abertzale en las elecciones regionales.

Por todo ello, en la campaña de la desmemoria que promueve Bildu con actos como el del pasado lunes, Lainez insiste en no olvidar, y en construir la convivencia "desde la verdad, la justicia y la reparación". "Estamos ante un escenario donde los jóvenes de Andoáin no saben quién es José Luis López de Lacalle, no saben nada de un vecino suyo que fue asesinado hace apenas 24 años", lamenta, como una explicación a que un mitin como el de Bildu se celebrara sin ninguna polémica u oposición.

Sus palabras van en la línea del estudio que la consultora de opinión GAD3 publicó en 2020 y que concluyó que el 60% de los menores de 35 años en España no sabían quién era Miguel Ángel Blanco. El concejal del PP de Ermua (Vizcaya) fue asesinado por ETA con un tiro en la nuca a la edad de 29 años, el 13 de julio de 1997, tres años antes que López de Lacalle.

Humillaciones

En cuanto al mitin de Bildu en Andoáin, Lainez resta importancia al lugar donde se celebró. Según explica, el colegio es el espacio que reserva el Ayuntamiento para actos electorales cuando llueve, porque el patio tiene un cobertizo. "Dentro de lo que cabe, que se haya podido celebrar este mitin es una consecuencia de la paz y la convivencia, porque ahora se expresan con la palabra y no con las armas", dice.

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Pero lo que la concejal del PSE señala con gravedad es que Otxandiano no hiciera mención a la violencia de ETA, a 200 metros del lugar del asesinato de López de Lacalle. Y más todavía que Rodríguez, de Sortu, hablase de "presos políticos". "Bildu no supo estar a la altura y ahora tampoco lo está", dice Lainez. "No entiendo por qué no se puede decir alto y claro que el terrorismo es algo que no tendría que haber pasado nunca", subraya. "Menos hablar de ciclos políticos y más condenas al terrorismo".

Para ella, actuaciones como la del mitin de Bildu son gestos que se acumulan en un largo marcador de "pequeñas humillaciones que suman dolor a las víctimas" y, de hecho, las "revictimizan". El último, poco antes del mitin, fue en la popular 'korrika', una carrera de relevos en la que se pasa un testigo por todo el País Vasco para promover el euskera. "En Andoáin, quienes llevaron el testigo fueron exetarras. Algo que debería generar orgullo causa dolor: se apropian de símbolos que son de todos", dice Lainez.

Máider Láinez, en los soportales donde ETA mató a José Luis López de Lacalle el 7 de mayo de 2000.

Máider Láinez, en los soportales donde ETA mató a José Luis López de Lacalle el 7 de mayo de 2000. Rafa Martí

Quien ha tenido que soportar esta ristra de anomalías es Mari Paz Artolazabal, profesora de ikastola y viuda de López de Lacalle, y que sigue viviendo en el mismo piso del mismo edificio en cuyos bajos ETA mató a su marido. Artolazabal acaba de ser dada de alta tras estar ingresada en el hospital y no puede atender a este periódico. Pero según refiere Lainez, amiga suya, estos "gestos" le han causado mucho dolor.

'Ongi etorri'

La exalcaldesa también recuerda que, no hace tanto, en 2018, el pueblo fue también escenario de un 'ongi etorri' a los terroristas Iñaki Igerategi e Ignacio Otaño. Ambos señalaron a Joseba Pagazaurtundua, asesinado en el mismo Andoáin el 8 de febrero de 2003. "Se hizo apología del terrorismo y públicamente", dice Lainez, quien ahora celebra que estas bienvenidas públicas a expresos etarras estén prohibidas por ley.

La familia de Pagazaurtundua, de hecho, tuvo que abandonar Andoáin, según dice a EL ESPAÑOL la hermana del asesinado en conversación telefónica, la ahora eurodiputada de Ciudadanos Maite Pagazaurtundua: "La familia de mi hermano se marchó después del asesinato. Era invivible. Mis sobrinos, ya antes del asesinato, no podían estudiar en el instituto allí. Todos terminamos primero en San Sebastián y después fuera del País Vasco".

En su esfuerzo por honrar la memoria de las víctimas, la agrupación socialista de Andoáin que preside Lainez celebra todos los años sendos actos de homenaje a Pagazaurtundua y López de Lacalle. Cada 7 de mayo, el día del asesinato de éste último, Lainez, Artolazabal y una veintena de amigos se reúnen junto a un discreto monolito en un parque de Andoáin que recuerda al intelectual como "víctima de la libertad".

La viuda de López de Lacalle, Mari Paz Artolazabal (segunda por la izquierda) junto a Láinez (a su derecha) en el acto de homenaje al asesinado por ETA de 2023.

La viuda de López de Lacalle, Mari Paz Artolazabal (segunda por la izquierda) junto a Láinez (a su derecha) en el acto de homenaje al asesinado por ETA de 2023. Europa Press

A estos homenajes han ido también concejales y políticos de otros partidos, pero nunca de Bildu, que el pasado lunes escenificó su particular normalización como si ETA no hubiera existido nunca, en un mitin que tuvo una asistencia abrumadoramente mayor que el recuerdo que amigos y familiares rinden a López de Lacalle año tras año. 

"Hay una parte buena que es haber conseguido el final de ETA. Pero, porque se lo debemos a los asesinados, no podemos olvidar que los mataron, y no lo dejaremos de decir. Nuestros jóvenes tienen que conocer la historia para que no se vuelva a repetir", concluye Lainez.