Habla la familia del menor que perdió la visión en un instituto de Almería: "Mi hermano sufría bulling"

Samir está indignado con lo que le ha ocurrido a su hermano tras sufrir una supuesta agresión, en un pasillo del Instituto Celia Viñas de Almería, donde el menor de la casa cursa sus estudios de cuarto de Educación Secundaria Obligatoria (ESO). "Le han pegado un puñetazo y ha perdido la visión en un ojo, a raíz del golpe", resume Samir a EL ESPAÑOL.

La Fiscalía de Menores ha abierto una investigación para esclarecer este grave altercado, protagonizado por dos alumnos de 16 años del citado centro. De momento, a través de un auto, ha acordado como medida cautelar una orden de alejamiento que establece que el presunto agresor no se acerque a 200 metros de distancia de su víctima y también le prohíbe comunicarse por cualquier medio -incluidas las redes sociales-. 

"Estamos destrozados", subraya Samir, sobre el estado anímico de sus padres, de su hermana y de su hermano: la supuesta víctima de esta historia. Tanto es así que han contratado los servicios del abogado Leopoldo Marfil, para personarse como acusación particular contra el supuesto agresor, para solicitar la comisión de dos delitos. El primero, de lesiones, por pérdida o inutilidad de un órgano, miembro principal o de un sentido, como es la visión del ojo izquierdo. Y el segundo, contra la integridad moral. 

- ¿Qué relación guardaba su hermano con el agresor?

- Samir: Son compañeros de clase en cuarto de la ESO en el Instituto Celia Viñas de Almería. Los dos tienen 16 años.

- ¿Por qué motivo ese alumno le propinó supuestamente un puñetazo a su hermano?

- Mi hermano sufría bullying y no lo sabíamos. Al parecer, estaba sufriendo acoso en el instituto.

- ¿Cómo se encuentra tras la agresión?

- Mi hermano ya no ve por el ojo izquierdo.

Este diario ha contactado con el instituto, pero han declinado pronunciarse sobre la agresión. Tampoco han aclarado si han abierto el protocolo de acoso escolar de este centro decano en la provincia de Almería, cuyas aulas empezaron a recibir estudiantes en el lejano año 1845.

"No quieren hablar ni el director ni el jefe de estudios", advierte con voz nerviosa una empleada de este instituto bilingüe, situado en la diana de la Fiscalía de Menores y de la familia del agredido porque su letrado, Leopoldo Marfil, considera que el proceso legal le puede afectar al IES Celia Viñas, así como a la Consejería de Desarrollo Educativo que dirige Patricia del Pozo, como responsables civiles subsidiarios de la grave lesión que un estudiante ha sufrido durante su jornada lectiva.

Patricia del Pozo Fernández, titular de la Consejería de Desarrollo Formativo de la Junta de Andalucía.

El IES Celia Viñas de Almería ha emitido un comunicado donde subraya que "el centro ha tomado las medidas disciplinarias oportunas, hacia el alumno agresor, y también las medidas educativas de apoyo, mediante la atención domiciliaria al alumno agredido". El instituto no tendrá que ejecutar ningún plan especial para separar dentro del recinto a ambos estudiantes, menores de edad, para que no se incumpla la orden de alejamiento de 200 metros, ya que EL ESPAÑOL ha podido saber que la víctima no tiene previsto regresar a clase en lo que queda de curso. 

La Fiscalía de Menores ha tomado declaración a la víctima y al supuesto autor del puñetazo que le ha costado un ojo a su compañero de aula. Las pesquisas buscan aclarar las circunstancias de la agresión, ocurrida el lunes 11 de marzo, en el pasillo del IES Celia Viñas, durante un cambio de clase en cuarto de la ESO, después de que ambos estudiantes, de 16 años, supuestamente se insultaran y discutieran en la hora anterior.

De lo investigado hasta ahora, se desprende que entre algunos alumnos del citado curso era un 'juego' habitual insultarse a diario: 'maricón', 'autista'... Aquel día, la situación fue a más entre la víctima y el supuesto agresor porque de los tacos pasaron a la violencia física. Esther Navarrete, abogada del investigado, no quiere pronunciarse sobre el caso: "Se está dando una información distorsionada. Almería es muy pequeña y se está haciendo mucho daño a un menor de edad". 

Leopoldo Marfil, abogado de la víctima, sostiene que la presunta agresión se produjo porque su cliente estaba quemado de recibir insultos a diario: "Los alumnos cuentan que era algo habitual jugar a insultarse. Mi cliente se sentía demasiado ofendido ya, hasta el punto de que su hermana, unos meses antes, acudió al instituto para denunciar esta situación al jefe de estudios. Dentro de ese grupo, había un chico que insultaba a mi cliente, de forma más personal, le decía autista, y cosas así, para hacerle daño. Así que un día, mi representado le dijo que hasta ahí habían llegado".

- ¿Y qué ocurrió tras esa discusión del lunes 11 de marzo?

- Leopoldo Marfil: Al terminar la clase, mi cliente persiguió a ese chico, le cogió un poco por el pecho y le dijo: 'Ya está bien, no te voy a permitir ni una más'. En ese impasse, en el que el agresor se escabulló, se golpeó con la cabeza de mi cliente, y creyendo que había sido un cabezazo adrede, es cuando le pegó un puñetazo en el ojo a mí representado y cayó al suelo. Desde entonces, a mi cliente le han operado dos veces [en el ojo izquierdo]. Mi cliente es el típico chico que está marginado. Como él dijo en su declaración: 'Me ven como un blanco fácil porque tengo pocos amigos'.