Aprobar el carnet de conducir en dos semanas es posible aunque parezca mentira. Sacarse el permiso puede ser un proceso largo en el cual muchas personas se estancan, llegando a posponerlo durante años. Sin embargo, en Cuenca hay una autoescuela que promete todo lo contrario. Se llama San Cristóbal y asegura a sus clientes que pueden sacarse el carnet en tiempo récord: dos semanas. ¿Cómo es posible?
El centro fue fundado en 1965 por Evelio Lozano, padre del actual el director de la autoescuela, Rafael Lozano. Tras heredar el negocio familiar en 1981, descontento con el tiempo que tardaba la gente en sacarse el permiso de conducción, se propuso cambiar el sistema con el conocido 'Método San Cristóbal'. Las claves del éxito son tres: un libro, un intensivo y enseñanza personalizada.
El primer cambio que Rafael consideró fundamental fue la redacción de un libro propio donde se reducía a más de la mitad el contenido habitual. La normativa está explicada de una manera distinta y se dirige a la base de datos de preguntas de la autoescuela. Por otra parte, están los cursos intensivos de nueve horas diarias, durante tres días seguidos, en los que se imparten todos los contenidos.
Los otros dos días están dedicados a realizar los test con el seguimiento de un profesor en todo momento, proporcionándoles una enseñanza individualizada. Rafael asegura que todo eso es muy diferente en el resto de autoescuelas: "Las autoescuelas están prostituyendo el examen teórico, no tienen un profesor, es la misma secretaria que te apunta la que te pone a hacer test".
En el caso de la autoescuela San Cristóbal, la segunda semana del intensivo está dedicada a la parte práctica exclusivamente, y los alumnos llegan a tener hasta tres clases por día, para que en 6 días puedan presentarse el examen y tener el aprobado, el cual está garantizado en un 98%, lo que supera ampliamente los datos del resto de autoescuelas de España.
La autoescuela de los famosos
Tal es el nivel de éxito que la provincia en la que se enmarcan las Casas Colgadas se ha convertido en el lugar preferido por las celebrities de este país para obtener el permiso B de conducir. Unos 190 famosos han pasado por las calles de Cuenca deseando cumplir el objetivo. Las que iniciaron la tendencia fueron las Baccara en los 70, pero no fue hasta inicios de este siglo que se convirtió en una costumbre consolidada.
La primera alumna que recuerda Rafael fue la cantante madrileña Malú, y desde entonces han sido infinidad los famosos que han querido probar suerte con Rafael y su equipo. Incluso en su página web se puede encontrar un apartado exclusivamente dedicado a las celebrities que han ido, entre las que destacan Blanca Suárez, Belén Esteban, Kiko Rivera, Andy y Lucas o Lola Lolita.
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El boca a boca es el principal responsable de que los famosos elijan a la autoescuela San Cristóbal. Contentos con su eficacia, se la recomiendan unos a otros. También ha influido el buen contacto que tiene propio director con representantes cuyos clientes necesitan con urgencia el permiso de conducir. Actualmente, dos actores muy reconocidos tienen reservada fecha desde enero, ya que necesitan tener carnet para el rodaje de una película, pero Rafael Lozano pero prefiere no revelar su identidad.
Otra de las razones que ha seducido a los artistas de nuestro país para elegir San Cristóbal son las gentes de Cuenca. Tal es la cantidad de famosos que han pasado por la provincia manchega que los vecinos ya ni se sorprenden. "Lo bueno es que la gente de aquí no es pesada, los ven por la calle y saludan pero no están todo el rato molestándolos porque ya están acostumbrados".
Incluso Lozano tiene resuelto el problema de los paparazzis. Con los años, el director de la autoescuela ha dado con la clave para que no estén todos los días fuera del centro de estudios: "Aprendí que lo mejor es que el día que viene la prensa, habla con ellos y se van, porque es peor el no querer salir a hablar. Cuando vino el hijo de la Pantoja, que no quería hablar, estaban todo el santo día esperándolo".
¿Por qué en Cuenca?
Al ser una autoescuela tan conocida, puede llegar a sorprender que no se encuentre en una gran ciudad como Madrid o Barcelona, y justamente esta el la razón por la que funciona tan bien. Rafael ha recibido varias propuestas para trasladarse, llegando incluso a recibir una oferta de compra para formar una franquicia.
"No quisimos. Verdaderamente, el triunfo de que esta autoescuela funcione es por estar en Cuenca. Es una ciudad distinta". La mayoría de los alumnos que apuestan por este centro no residen en Cuenca, por tanto, se ven obligados a vivir en una especie de 'aislamiento' durante 15 días.
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Cerca de 1.400 alumnos al año se someten a dos semanas de estudio sin descanso. Tanta es la cantidad de personas que pasan por la academia que supone un impacto económico muy importante para la provincia. El año pasado se estimó un aporte de cerca de 1,9 millones de euros entre hoteles, hostales y restaurantes.
Otro de los atractivos de la autoescuela son los alojamientos. El centro tiene concertados precios más económicos en 15 hoteles y hostales para todos sus alumnos, siempre que decidan instalarse en Cuenca. La rebaja puede ser de hasta un 50%. Lo mismo sucede con los restaurantes: a un menú que ronde los 13 € se le aplica un descuento de hasta 5 € para aquellas personas que estén exclusivamente hospedándose en la provincia para sacarse el permiso de conducir.
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"Le estamos dando vida a todo el alrededor de Cuenca, entre 80 y 90 personas a la semana compran, van al gimnasio, a la peluqueria, a restaurantes". El precio para matricularse en el centro conquense consta de un pago inicial de 650 euros, en el que están incluidos todo tipo de tasas, clases teóricas y exámenes. Tras aprobar la primera prueba, los alumnos tendrán que depositar 450 euros para el examen práctico, que incluye 15 clases, suficientes para aprender a conducir, según afirma Rafael.