El afamado abogado almeriense y exdiputado Vicente Fernández-Capel ha muerto un 8 de mayo: el mismo día en el que años atrás falleció su hermano Alberto, médico en el Hospital Torrecárdenas de Almería. EL ESPAÑOL ha confirmado que este miércoles por la mañana, una ambulancia fue movilizada al domicilio del letrado, en apariencia por su propio hijo, también llamado Vicente, y los sanitarios se encontraron a Fernández-Capel sobre su cama, aquejado de una subida de tensión masiva y una hemorragia cerebral por la que horas después murió tras ingresar en la UCI.
Hasta ahí todo normal, para un paciente pluripatológico y plurimedicado, de 76 años, en cuyo historial clínico figuran antecedentes de hipertensión, comas diabéticos y problemas cardiovasculares. Sin embargo, este diario ha podido saber por fuentes de total solvencia que fue el propio personal de la ambulancia el que advirtió de alguna situación sospechosa en el septuagenario y requirió la presencia de la Policía Nacional.
De modo que entre las ocho y las diez de la mañana de este miércoles, una patrulla se personó en el domicilio del abogado en pleno casco histórico de Almería. El letrado experto en derecho urbanístico y exdiputado andaluz desde 1986 a 1990, bajo las siglas del extinto Partido Demócrata Popular, presentaba diversos hematomas de consideración, lo que propició que los agentes arrestasen a su hijo, Vicente, de 39 años. "No lo hemos detenido por indicios menores", apuntan fuentes policiales. "Los indicios y vestigios encontrados, y relacionados con su muerte, apuntan a su vástago como presunto homicida".
[Muere el exdiputado andaluz Fernández-Capel y la Policía detiene a su hijo como sospechoso]
Este viernes, Vicente que también es letrado de profesión, "posiblemente" pase a disposición judicial y la autopsia será clave en las medidas que adopte el juez. "Él está detenido por un hecho delictivo y a parte, se está comprobando si esas lesiones corporales son las que han producido la muerte de su padre", tal y como explica otra fuente policial. De forma que el hijo del difunto, podría declarar por malos tratos en el ámbito doméstico, una omisión del deber de socorro, lesiones graves o un homicidio, entre otros ilícitos que valora la Brigada de Policía Judicial.
De las conclusiones forenses dependerá si este abogado tiene que declarar por uno o dos delitos. "Está detenido por un hecho delictivo, independientemente de si se demuestra si ha habido un homicidio o una muerte natural". El entierro se celebrará este 10 de mayo, al igual que el día del sepelio de su hermano Alberto: ni que decir tiene que esta fecha es sinónimo de dos efemérides nefastas para la familia de Vicente Esteban Fernández-Capel Baños, un abogado bien relacionado con la cúpula del obispado en Almería, fruto del espíritu caritativo del que hacía gala con la Parroquia de San Pedro donde este viernes se celebrará su misa funeral.
"Vicente le pagó la carrera a su hijo, vivía con él en su casa y lo mantenía porque lo metió en el Bufete Fernández-Capel: hay que ser prudentes porque la relación entre ambos no era mala, vivían juntos y trabajaban en el mismo despacho", advierte un amigo íntimo de la familia, abogado de profesión, y que pide anonimato a este diario, a la vista de que la capital almeriense está conmocionada por las extrañas circunstancias que rodean la muerte del célebre letrado. "Hay que esperar a la autopsia", insiste.
"El martes estuve con Vicente y no se le veía preocupado, ni triste, ni enfadado por nada". Ese día fue el último que se vio con vida a esta leyenda de la abogacía que durante años asumió los grandes pleitos urbanísticos de la provincia almeriense, que fue cónsul honorario de Suecia, gerente de la Asociación de Promotores Constructores de Edificios y vocal del Pleno de la Cámara de Comercio de Almería. "Era buena persona y buen padre. Vicente centró a su hijo y lo recondujo cuando rozaba los treinta años: le hizo sacarse la carrera de Derecho y el máster de Abogacía".
Hasta ese momento, su primogénito, Vicente Fernández-Capel Castaño, había trabajado en el sector inmobiliario y en la hostelería. Pero en octubre de 2020 tomó posesión de su toga, siendo su progenitor el padrino de su juramento. "El hijo de Vicente solo llevaba cuatro años colegiado en el Colegio de Abogados de Almería", asegura este letrado y amigo del fallecido. El padre había fichado a su propio hijo para el bufete y también compartían techo desde que el cabeza de familia "se divorció, hace más de cinco años", de Francis Castaño: la mujer con la que había tenido tres hijos.
El primero fue un varón y luego llegaron dos chicas, Carolina y Blanca: a esta última también le transmitió su pasión por el Derecho. La misma que demostraba Vicente en cada proceso contencioso-administrativo y durante los juicios donde era conocido por ser un gran estratega, por sus sólidos conocimientos legales, por usar expresiones en latín, por su carácter y por sus pleitos contra la administración en temas de deslindes.
"No tengo sospechas de que hubiese una mala relación entre padre e hijo", se repite con incredulidad este letrado. Lo mismo opina otro conocido abogado que ha trabajado con el fallecido y que explica que solía ver a los dos 'Vicentes' tomando café en la Rambla Federico García Lorca. "Estoy en shock", resume. "No había antecedentes violentos entre padre e hijo. No se sabe qué ha ocurrido en la casa: vivían juntos hace años".
Este profesional de la abogacía remarca que Vicente "adoraba" a sus tres hijos. "Todos habían pasado por su despacho: Carolina como secretaria o administrativa, Blanca como abogada después de venir de Madrid y ahora Vicente". Prueba de ello es que el cabeza de familia puso mucho empeño en que su primogénito cursara su misma carrera: "Quería meterlo en vereda. Vicente estuvo un tiempo que no estudiaba y su padre siempre decía que lo quería matricular en Derecho porque era creativo y muy listo".
De casta le venía al galgo, ya que un colaborador del difunto abogado, Vicente Fernández-Capel, apunta que era un hombre criado en el seno de una familia bien posicionada en la sociedad almeriense, de ideas conservadoras y muy culto: "Escribía poesía, lo mismo hablaba de Lope de Vega que de Quevedo o de la historia de Almería". Los libros le gustaban tanto a este letrado como los puros que se fumaba cuando iba paseando por la ciudad, luciendo un sombrero, a juego con su camisa.
"Fue el diputado que más intervenciones, mociones y preguntas realizó en el Parlamento de Andalucía", tal y como sostiene este colaborador. Algunos antiguos exparlamentarios consultados por este periódico aún recuerdan su paso por la Cámara y están conmocionados por lo sucedido. Fernández-Capel ejerció como diputado durante cuatro años, por la circunscripción provincial de Almería, en la segunda legislatura, con José Rodríguez de la Borbolla en la Presidencia del Gobierno andaluz.
Corría el año 1986, cuando Vicente se presentó a las elecciones autonómicas con una coalición de derechas que conformaban la formación donde militaba este abogado: el Partido Demócrata Popular (PDP), junto a Alianza Popular y el Partido Liberal. "Estuvo una legislatura de diputado en el PDP, un partido que se terminó disolviendo y la mayoría de sus miembros pasaron a Alianza antes de crearse el PP".
El Colegio Oficial de Abogados de Almería ha mostrado su más sincero pésame a los familiares y compañeros de este letrado, de 76 años, cuyo cuerpo será velado en el Tanatorio Portocarrero antes del entierro. "Vicente estaba de retirada en la abogacía, desde hacía unos años solo se le veía en los juzgados en casos muy puntuales". La mayor parte del tiempo la pasaba en su despacho de la calle General Tamayo. "El hijo no es capaz de hacerle daño a su padre", apuntaba un abogado a la salida del velatorio.
"Vicente hijo era una persona tranquila, tímida y poco habladora". Este abogado, de 39 años, con menos de un lustro de experiencia, ahora tendrá que decidir si se defiende a sí mismo, algo que le permite el Tribunal Constitucional, para aclarar si mantuvo -o no- una fuerte discusión con su padre la noche del martes, antes de llamar a la mañana siguiente a una ambulancia para que asistiera al célebre letrado septuagenario.
Todo ello, a falta de conocer el resultado de la autopsia: un asunto clave en la investigación policial que trata de dilucidar la supuesta participación del hijo en la muerte de su padre, el origen de los hematomas que presentaba Vicente Fernández-Capel, así como la relación entre las secuelas físicas que presentaba el abogado y la hemorragia cerebral con la que ingresó en la UCI antes de morir. "Nadie se puede creer lo que ha sucedido".