El aclamado director de cine, James Cameron, no conoce una de las consecuencias que ha tenido su saga de Avatar, estrenada en 2009. A casi 10.000 kilómetros de Hollywood, en Madrid, un grupo de nueve alumnos reconocen a EL ESPAÑOL que esas películas –y otras de la saga Marvel o Star Wars– les inspiraron para apostarlo todo por la creación del cine y las series del presente y del futuro. Esas sagas quedaron grabadas en sus retinas, provocando que estos jóvenes sean los primeros en estudiar una carrera pionera en España: el Grado en Efectos Visuales.
Se trata de un grado universitario lanzado este curso y que tiene un 95 % de empleabilidad. Es pionero en España pues sólo se imparte, de momento, en el Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital (U-tad). Y, desde luego, son unos estudios que están cambiando la manera de crear las escenas y los espacios donde ocurren las tramas gracias al empleo de la tecnología. En buena medida, el entretenimiento audiovisual depende de estas carreras enfocadas hacia la industria de los Efectos Visuales (VFX), que factura más de 25.000 millones de euros a nivel global.
De ello son ahora conscientes Gabriel Arcos, Daniel Carrascosa, Álvaro Cavero, Álvaro Gómez, Jaime Martínez, Santiago Morales, Sara Laina, Diego de la Torre y un noveno estudiante que ha declinado participar en este reportaje. Todos ellos han apostado por estudiar una carrera de nueva creación, dejando de lado las otras posibilidades que siempre habían barajado. Diego, por ejemplo, iba para enfermero; Gabriel, Santiago o Sara, para arquitectos; o Álvaro, para economista, como el resto de su familia.
Pero la pasión por el cine, los libros, las series y los videojuegos que corre por las venas de estos jóvenes hizo virar el timón de sus vidas. “Siempre me ha apasionado el cine y el arte de contar historias en general y este grado era una manera de aportar a ese campo”, explica a este medio Jaime Martínez, que reconoce que pese a estudiar Efectos Visuales y la narrativa del nuevo cine, sigue sin renunciar a su otro sueños: ser novelista.
A fin de cuentas, el Grado en Efectos Visuales otorga la capacidad de narrar una historia a través de los elementos que hay en una escena. “Este grado va orientado a gente que le gusta el cine y, sobre todo, la parte más espectacular. No tanto a la de dirección. Sirve para ayudar a crear toda la parte narrativa. Hoy en día, si trabajas en VFX, trabajas en la industria en el aspecto visual. También, tiene una parte artística para quienes les ha gustado películas como las de Star Wars o de Marvel, porque son películas muy visuales”, ha contado a este diario Gonzalo Martín, el coordinador de la carrera.
Contando las nuevas historias
Precisamente eso es lo que buscan los nueve primeros alumnos de España en cursar la carrera para crear el cine y las series del futuro. Persiguen, a través de sus estudios, poder narrar las nuevas historias. Diego de la Torre, uno de los estudiantes de esta primera promoción, cuenta que decidió empezar esta carrera al darse cuenta de que “hacer cine era viable y que además se podía a través de crear cosas que no existen, pero que muchas veces el espectador no se da ni cuenta”.
Evidentemente, el hobby común de Gabriel Arcos, Daniel Carrascosa, Álvaro Cavero, Álvaro Gómez, Jaime Martínez, Santiago Morales, Sara Laina y Diego de la Torre es el cine. El buen cine. Y, por supuesto, las series, plenamente hermanadas en nuestros días con la gran pantalla. Pero después de estudiar el Grado en Efectos Visuales su manera de observar los filmes ha cambiado. Ahora tienen un nuevo ojo clínico en vías de ser experto.
“Desde que entré a la carrera me he aficionado muchísimo más a ver películas. Diría que gracias a asignaturas como Narrativa Audiovisual o Guion, mi manera de ver las películas ha cambiado totalmente, ya que hemos aprendido a analizarlas mucho más a fondo y a darnos cuenta de detalles, que de no ser por estas asignaturas, con total seguridad seguiríamos pasando por alto”, reconoce Álvaro Gómez.
Las salidas de la industria
El sueño que persiguen la mayoría de los nueve estudiantes de esta primera promoción es llegar a ser directores de Efectos Especiales (VFX), ya que consideran que esa parte de imagen es fundamental en el cine del futuro. Algunos, incluso se atreven a vaticinar el campo en el que querrían desarrollar sus carreras. “Me gustaría enfocarme en la parte de las partículas, ya sean explosiones o destrucción de objetos”, dice Santiago Morales.
Sara Laina, por ejemplo, cuenta que “pensando a lo grande”, algún día le gustaría ser directora de Producción en alguna productora grande de películas conocidas. “Para crear una escena, por ejemplo, hace falta el trabajo en equipo de muchas personas expertas en modelar y texturizar un espacio y para mí sería un sueño algún día poder dirigir a un equipo así”, añade.
Ninguno, no obstante, se cierra las puertas a otra de las salidas laborales que ofrece este grado: crear efectos visuales en videojuegos. Y, también hay alumnos que piensan a lo grande, como Álvaro Gómez, cuyo sueño pasa por trabajar en El Ranchito –uno de los estudios de VFX más grandes de España– o crear el suyo propio en Hollywood, o Gabriel Arcos, a quien le encantaría llegar a Disney.
Sea como fuera, aún no se sabe hasta dónde llegarán estos nueve estudiantes de este grado pionero en España ni dónde trabajarán. Lo que sí se sabe es que es un sector con buenas expectativas laborales. Según un reciente estudio de la consultora PWC, un profesional en efectos visuales tiene un 95 % de empleabilidad sin olvidar que esta industria tiene una tasa de crecimiento anual del 10,4 %, y un valor de mercado de 9.950 millones de dólares en 2023.
“Si el alumno tiene actitud, sale con trabajo. La idea es que todas puedan salir colocados, pero, como en todo, hay que tener actitud”, concluye Gonzalo Martín, el coordinador del grado.