La familia de Vicente cree que es inocente del supuesto parricidio por el que ha ingresado en prisión. Así lo demuestra el hecho de que le han contratado una abogada, para demostrar que no tuvo nada que ver con el homicidio de su padre: el exdiputado autonómico y célebre abogado almeriense Vicente Fernández-Capel. "Nosotros nunca hemos tenido ninguna duda", subraya a EL ESPAÑOL un familiar directo tanto del fallecido como del presunto parricida. "Esto no es una muerte violenta".
Tal convicción la sustenta este familiar desvelando un dato de la autopsia: "La causa clínica de la muerte de Vicente ha sido una hemorragia cerebral provocada por una hipertensión". De modo que los familiares del difunto Vicente Fernández-Capel Baños, conocido en toda la provincia de Almería por su labor como letrado experto en urbanismo, tienen claro que darán la batalla en los juzgados para lograr que su primogénito recupere la libertad. "Aquí se le está causando mucho dolor a toda la familia".
El entierro de Vicente se celebró este viernes, el mismo día en el que se ofició el funeral de su hermano Alberto, un conocido médico del Hospital Torrecárdenas de Almería. En la iglesia de San Pedro, con la que estaba muy vinculado el abogado, no cabía un alfiler desde las doce del mediodía, media hora antes del sepelio, lo que demuestra el peso que tiene esta familia en la sociedad almeriense.
De hecho, el difunto fue recibido en el templo por el canto de una tenor, su toga se colocó sobre el ataúd y el párroco trasladó en nombre del obispo emérito de Almería, Adolfo González, su "pésame" a la familia y su "agradecimiento por la colaboración" de este letrado de ideología conservadora, en el gobierno de la diócesis "con actuaciones de gran entrega y generosidad".
"Es una efeméride muy triste", concluye este familiar. "Vicente no tiene nada que ver con la muerte de su padre". De modo que la guerra judicial está servida, a la vista de que una fuente de la Policía Nacional sostiene que este miércoles 8 de mayo, padre e hijo mantuvieron una discusión en el piso del casco histórico donde ambos convivían, que se saldó supuestamente con una agresión del primogénito contra su progenitor, desencadenando el episodio de hipertensión y la hemorragia cerebral por la que horas después murió el letrado, de 76 años, en la UCI del Torrecárdenas.
Vicente fue detenido por violencia doméstica y, tras prestar declaración en sede judicial, se ordenó su ingreso en prisión elevando la categoría del delito a homicidio. Todo ello, a pesar de que un portavoz del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía confirma que el informe preliminar de la autopsia recoge que "el fallecimiento se produjo como consecuencia de una hemorragia cerebral, aunque esta información está pendiente del análisis y estudio de muestras biológicas".
Precisamente, a eso se aferra la familia del hijo del letrado para defender que es inocente, a falta de conocer la conclusión definitiva de la autopsia con los resultados de otras pruebas forenses que se están realizando. "No hay ningún delito", insiste este familiar a EL ESPAÑOL. Para esta persona no existe conexión entre la agresión y la patología que causó el deceso de Vicente: un septuagenario en cuyo historial clínico figuran antecedentes de hipertensión, comas diabéticos y problemas cardiovasculares. "Vicente se ha llegado a desmayar comiendo con la familia en Aguadulce".
Parece que la clave del ingreso en prisión del letrado Vicente Fernández-Capel Castaño está en varios datos clave para la Policía Nacional. Uno de ellos es la declaración que prestó la empleada de hogar del veterano abogado que relató que este miércoles, a las 8.35 horas, cuando llegó al domicilio, se encontró al septuagenario sobre la cama de su dormitorio, con la luz encendida: estaba inconsciente y con varias heridas en el rostro, así como con restos de sangre en la cara, oídos y nariz.
La empleada de hogar alertó al hijo del abogado, pero no pudo reanimar a su padre, confesando de forma espontánea a la trabajadora lo que había sucedido. Así lo recoge su auto de ingreso en prisión: "He sido yo, anoche llegué borracho y le pegué fuerte. Le di un gran bofetón, es que llevaba desde el miércoles sin hablarme y como ayer estaba hablando y no me hacía caso le di un bofetón". Otro dato relevante para la Policía Nacional es la aparente incongruencia entre el bofetón que Vicente afirma haberle dado a su padre y la gravedad de las lesiones que presentaba, tras la discusión mantenida entre la medianoche y las 2 de la madrugada del 8 de mayo.
Así lo refleja el auto de ingreso en prisión: "Mantuvo una pelea con su padre, Vicente Esteban Fernández-Capel Baños, en el domicilio en el que ambos residían, situado en la calle Martínez Campos número 3 - 2º B de Almería, en el transcurso de la cual le propinó diversos golpes en la cara, presentando la víctima múltiples heridas en rostro y cabeza, pudiendo destacarse, tras la práctica del levantamiento del cadáver, heridas en mejilla derecha y ceja derecha, heridas en labios y sangre en la nariz, heridas junto al ojo izquierdo, sin poder precisarse la naturaleza de las mismas, si bien tienen forma de uñas clavadas o incluso un mordisco, una herida en la zona superior izquierda de la cabeza y una herida en la nuca".
"Estas heridas son incompatibles con lo manifestado por el detenido en el momento del arresto, en el que refirió que fruto de la riña le dio un guantazo y seguidamente se fue a dormir a su habitación dejando a su padre en su dormitorio sobre la cama". También es importante para la Policía que el presunto parricida le pidió -supuestamente- a la empleada de hogar que limpiara las sábanas de la cama de su padre.
"Mientras el detenido limpiaba a su padre, la empleada le reiteraba que llamara a una ambulancia, a lo que el detenido le respondía: 'Espera, espera, hay que esperar a ver si reacciona'. Efectuando la llamada finalmente a las 9.08 horas, en la que la empleada solicitó una ambulancia, la cual tras personarse en el lugar trasladó a la víctima al Hospital Torrecárdenas, afirmando que el detenido quitó la sábana bajera que estaba llena de vómito y sangre y ella la metió en la lavadora y la puso en marcha a instancias de éste [Vicente hijo]".
De momento, la familia de Vicente, condenado a dos años de prisión por un delito de maltrato doméstico habitual, le ha contratado a una prestigiosa abogada para defender su inocencia en el homicidio de su padre. "Vicente murió de una hemorragia cerebral masiva y no hay nada más que decir", tal y como reitera este familiar. "Las dos hermanas de Vicente le han contratado una representante legal".
Una de las hermanas, también es abogada de profesión, a raíz de la pasión que le inculcó su padre: Vicente Fernández-Capel, una leyenda de la abogacía que asumió los grandes pleitos urbanísticos de la provincia almeriense, que fue cónsul honorario de Suecia, gerente de la Asociación de Promotores Constructores de Edificios, vocal del Pleno de la Cámara de Comercio de Almería y diputado en el parlamento andaluz de 1986 a 1990, bajo las siglas del extinto Partido Demócrata Popular.
"Tenemos un dolor grandísimo por la pérdida de Vicente porque somos una familia que nos queremos mucho y todos nos llevamos bien", reflexiona este familiar. "Están jugando con el dolor de una familia". Prueba de ello es que la hija menor del difunto a lo largo del sepelio fue la que se mostró más afectada ante tan dura pérdida. Entre las decenas de asistentes a la misa celebrada en la parroquia de San Pedro, nadie daba crédito a que Vicente hubiese acabado con la vida de su padre: el hombre que le contrató en el Bufete Fernández-Capel y le motivó a matricularse en la carrera de Derecho, siendo su padrino en 2020 cuando tomó posesión de su toga.
"No sabemos nada de lo que pudo ocurrir en la casa", admite a este diario otro familiar directo de Vicente Fernández-Capel Castaño: el abogado que ha ingresado en prisión por un supuesto parricidio. "Vicente no es una persona violenta, es tranquilo, tímido y siempre se preocupa por cómo estás y te ofrece ayuda si necesitas algo", según defiende este allegado. "Es una persona cero agresiva".
Tal perfil pacífico es corroborado por Pilar Martín, propietaria de La Bodeguilla de la contraviesa, un afamado establecimiento hostelero al que el difunto abogado acudía a comer a diario, con puntualidad británica, a las 13.15 horas, para tomarse una copa de vino de la DOP Jumilla, acompañada de una buena tapa. "El hijo de Vicente a veces venía con su padre a comer: era una persona tranquila y poco habladora", resume Pilar.
"Para mí, su padre era como un amigo por todos los años que llevaba viniendo aquí. No me puedo creer lo que ha sucedido", reflexiona la hostelera. En la familia tampoco dan crédito al ingreso en prisión de Vicente. "Su madre está desolada porque ha perdido a dos familiares a la misma vez, al padre de sus tres hijos y a su hijo mayor. En la familia estamos en shock".