La comunidad religiosa de Clarisas de Belorado en Burgos y Orduña (Vizcaya) ha decidido abandonar la Iglesia Católica para pasar a estar bajo la tutela y jurisdicción de Pablo de Rojas Sánchez-Franco y su llamada Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, que no están en comunión con Roma y cuyo fundador fue excomulgado en 2019.
Ha sido la madre abadesa de esta comunidad clarisa, sor Isabel de la Trinidad, quien, en un contundente comunicado, explica que "se han ido sucediendo acontecimientos de mucha envergadura, que han ido golpeando el alma de las hermanas contemplativas, un alma habituada a la profundidad". El escrito, recogido por la agencia Efe, reconoce como último pontífice válido a Pío XII y acusa a los papas posteriores de herejía.
La abadesa, al frente de una comunidad formada por dieciséis monjas, indica que el origen de haber tomado esa decisión es la "persecución" que, según denuncian, sufren por parte de superiores, pastores, hermanas y sacerdotes como ejemplifica, según su comunicado, la decisión de Roma de "bloquear" su solicitud para poder vender un convento que tienen en propiedad y que está vacío en Derio, en Vizcaya, para poder así hacer frente a la compra del monasterio de Orduña, perteneciente a la Diócesis de Vitoria y con la que tenían un acuerdo de compraventa.
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Al no obtener el permiso para vender el monasterio de Derio, plantearon como alternativa que un comprador ajeno a la orden abonara el millón de euros que queda pendiente para la compra del monasterio de Orduña, para que, cuando ellas pudieran devolver ese dinero, el benefactor transfiriera el convento a las Clarisas.
Sin embargo, la operación no se llegó a cerrar ante las dudas de la Diócesis sobre la identidad del comprador interpuesto, lo que motivó la rescisión del acuerdo de compraventa por parte de la Diócesis de Vitoria.
Desde la comunidad de Belorado se pidió entonces una indemnización de 1,6 millones de euros por supuestas obras realizadas, una reclamación que está actualmente en los tribunales.
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En el comunicado, las clarisas de Belorado sostienen que las propiedades deben ser "muy golosas" para algunos, porque son el telón de fondo de artimañas que aseguran que han sufrido en los últimos años, que califican de modus operandi para desmontar comunidades "de línea tradicional" y quedarse con sus inmuebles para venderlos.
Disparando a Roma
Además, también apuntan a Roma y critican que "desde la Cátedra de Pedro han ido llegando en estos años contradicciones, lenguajes dobles y confusos, ambigüedad, lagunas de doctrina". Esto anterior ha ido provocando en las monjas "una duda sobre el que dirige la barca de Pedro, y sus inmediatos colaboradores. Una duda que pasado el tiempo se hizo escándalo", según recoge Infovaticana.
Las monjas subrayan que quedan bajo la tutela y jurisdicción de Pablo de Rojas Sánchez-Franco y su llamada Pía Unión Sancti Pauli Apostoli. Pablo de Rojas fue excomulgado en 2019 por orden del entonces obispo de Bilbao, Mario Iceta. Actualmente arzobispo de Burgos, quien, al tener conocimiento de estos hechos, ha puesto en conocimiento de la Santa Sede la intención de esta comunidad de religiosas de abandonar la Iglesia. Además, ha dado orden al capellán de que no celebre la eucaristía en el monasterio por el momento.
Además, el obispo ha pedido a los fieles que se abstengan de participar en ningún acto litúrgico en los monasterios de Santa Clara de Belorado y Orduña, y ha advertido de que si las religiosas confirman su decisión de abandonar la disciplina de la Iglesia podrían ser acusadas de un delito de cisma que podría ser sancionado con la excomunión. Este anuncio tiene lugar coincidiendo con que esta tarde está prevista una eucaristía en el monasterio de Belorado que va a oficiar un supuesto sacerdote que no está acreditado como tal en la Iglesia.
La Santa Sede
Monseñor Iceta ha asegurado que hasta ahora no ha recibido la carta ni el manifiesto de las clarisas y su intención es hablar con la abadesa, que no ha atendido hasta ahora sus llamadas telefónicas.
El Arzobispado de Burgos y el Obispado de Vitoria han emitido un comunicado conjunto en el que muestran su sorpresa por el anuncio de esta comunidad religiosa y recuerdan que nunca han manifestado ninguna inquietud. Además, añaden que no han recibido ninguna comunicación oficial sobre la decisión de las religiosas y sobre su comunicado rechazan sus acusaciones.
Respecto a la licencia de venta del Monasterio de Derio (propiedad de las clarisas de Belorado desde abril de 2013, cuya comunidad fue trasladada al Monasterio de Orduña el 28 de octubre de 2020), recuerdan que ni es competencia del arzobispo de Burgos ni de la presidenta federal. Además, ni en el Arzobispado de Burgos ni en el Obispado de Bilbao se ha recibido ninguna comunicación ni petición a este respecto.
Añaden que ni los "pastores" (término genérico utilizado por el comunicado de las religiosas) ni la presidenta federal son competentes para impedir los pagos ni para rescindir el contrato de compraventa, que es competencia de las partes contractuales.
Por otra parte, recuerdan que el 13 de abril de 2024, la presidenta de la Federación de Nuestra Señora de Aránzazu (Provincia de Cantabria–Hermanas Clarisas), a la que pertenece la comunidad de Belorado, pidió una reunión urgente con el arzobispo de Burgos y fue recibida esa misma mañana, poniendo en su conocimiento la sospecha de una posible comisión un delito de cisma según el Código de Derecho Canónico.
El arzobispo de Burgos firma un decreto de apertura de la investigación previa por los hechos comunicados, el 24 de abril de 2024, conjuntamente con los obispos de Vitoria y Bilbao. Asimismo, lo comunica a la Santa Sede, contando con su aprobación.