El negocio tras el robo de cobre en Rodalies: mafias del Este lo venden a China a 10.000 euros la tonelada
Gobierno y Generalitat discrepan sobre lo sucedido con el traspaso de competencias de fondo. Se investiga un posible sabotaje en las vías.
15 mayo, 2024 02:26Había días en los que los técnicos de mantenimiento de Adif sabían que un delincuente habitual iba a actuar porque llevaba semanas sin hacerlo y ya tocaba. O que se encontraban a una persona con unas tenazas por la vía y les respondía que “iba a recoger setas”. Los lobos solitarios del cobre existen y llevan operando desde hace muchos años. Pero también las acciones coordinadas para poner en jaque las infraestructuras del Estado y llevarse de paso un buen botín.
Así lo atestigua una persona que ha trabajado durante una década como técnico de mantenimiento y seguridad de Adif en Barcelona y su área metropolitana. “Éramos 12 personas en el servicio, dedicados a solucionar problemas cuando había una incidencia. Pero había momentos en los que nos llamaban para acudir a un punto y 20 minutos más tarde se estaban llevando 150 metros de cable en otra zona. Eran acciones bien planificadas, sabían perfectamente lo que estaban haciendo”, afirma esta persona que prefiere no identificarse.
“También recuerdo un robo cerca del aeropuerto por una zona que es imposible de vallar porque está al lado del río [Llobregat] y es muy difícil de vigilar. No sé quiénes están detrás, pero sí te puedo decir que no son sólo delincuentes de bajo perfil, sino gente que sabe perfectamente lo que hace”, incide el técnico de mantenimiento ferroviario. En la actualidad ha pasado a otro servicio, aunque recuerda “épocas concretas con una gran concentración de robos, normalmente muy difíciles de evitar”.
Es lo que lleva pasando desde hace algún tiempo. Lo mismo que sucedió el pasado domingo en la estación de Moncada-Bifurcación, en la periferia de Barcelona, cuando un episodio de este tipo provocó cortes en toda la red de Rodalies de Cataluña, dificultando el transcurso de las elecciones autonómicas que se celebraban ese mismo día. Las incidencias de este tipo se han convertido en algo habitual, pero la de ese día ponía el problema en primer plano, con todos los focos mirando a Cataluña.
Los ladrones se llevaron 40 metros de cable de cobre, lo que representa una cantidad bastante escasa en robos de estas características, y provocaron incendios tanto en lugar de la sustracción como en dos túneles, afectados por una sobretensión eléctrica. Gobierno central y Generalitat han abierto un conflicto por dirimir quiénes son los responsables, mientras los Mossos d’Esquadra investigan el caso.
“Lo que nosotros no podemos hacer es poner un mosso en cada uno de los kilómetros de la vía. Adif debería plantearse si ha hecho lo suficiente para proteger las infraestructuras, que son de su propiedad. Es decir, ¿había cámaras de seguridad en estos lugares? Quizás su inversión no sea suficiente”, denuncia al teléfono Inma Viudes, portavoz del sindicato de Mossos SAP-Fepol.
Adif responde que según la ley el organismo público puede responsabilizarse de velar por la seguridad de las personas o de los trenes, pero no de la infraestructura viaria, de la que se ocupan los cuerpos de seguridad del Estado competentes. En este caso, Mossos d’Esquadra. “No afirmo que haya sabotaje, pero no lo puedo descartar. Ayer [por el domingo] los Mossos sin entrar en los túneles ya tenían una conclusión”, afirmó el ministro de Transportes, Óscar Puente, en una comparecencia el pasado lunes.
Desde los Mossos, sin embargo, insisten en que ya están “detrás de una mafia de Europa del Este, que podría ser la responsable del robo”. “Se trata de personas multirreincidentes, que llevan practicando este tipo de delitos desde hace años porque las penas son muy leves, en la mayoría de los casos se les acusa de faltas por las que ni siquiera entran en prisión”, afirma la portavoz de SAP-Fepol.
Acabamos de presentar la denuncia por los actos vandálicos del domingo en el Juzgado de Instrucción de Cerdanyola. pic.twitter.com/aEv7aVWmpG
— Oscar Puente (@oscar_puente_) May 14, 2024
Precisamente este martes la policía autonómica catalana anunció que entre el 9 y el 12 de mayo detuvieron en L’Hospitalet de Llobregat a un grupo de hombres, todos de nacionalidad rumana, que se habían especializado en el robo de cobre en empresas de Cataluña. Según la investigación, habrían sustraído 200.000 euros de material y en una de sus actuaciones intentaron atropellar a un trabajador cuando los descubrió.
El sindicato policial consultado por EL ESPAÑOL insiste en que en el caso de las vías férreas existe un operativo especial para su vigilancia desde 2010 y que en los últimos años se habían incrementado los efectivos.
Traspaso de competencias
Pese a ello, más del 50% de los actos vandálicos que se producen en el servicio ferroviario nacional se concentran en Cataluña, según las cifras aportadas por el Ministerio de Transportes. En esta estadística se incluyen robos en los trenes, agresiones o sabotajes en las vías, con Barcelona como epicentro. “Con la particularidad de que el tráfico de alta velocidad en Madrid es más alto que en Barcelona”, apuntó Óscar Puente.
Los Mossos se defienden argumentando que en los 10 primeros meses de 2023 se produjeron 240 robos de cobre y sabotajes en el servicio de Rodalies, dependiente del Estado; mientras que en el mismo periodo de tiempo en los Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya hubo 16 incidentes. La diferencia es que la red de Rodalies es mucho más amplia y presta servicio a una cantidad mucho mayor de viajeros.
En cualquier caso, lo que subyace de esta disputa son las diferencias por el traspaso de las competencias de Rodalies pactado entre el PSOE y ERC durante las negociaciones previas a la investidura de Pedro Sánchez. Desde Cataluña insinúan que la falta de inversión estatal propicia el aumento de estos delitos, mientras que en Madrid temen que estos episodios puedan convertirse en un mecanismo de presión para conseguir ese traspaso pleno de competencias.
Mafias del Este
Pero más allá de las interpretaciones políticas, detrás del robo de cobre existe un negocio muy lucrativo. Este metal cotiza en Londres, junto a otros productos para la producción de bienes básicos, aunque en paralelo se vende en un mercado negro del que se benefician organizaciones criminales.
“Cuando los ladrones consiguen hacerse con este material lo llevan a chatarrerías ilegales, donde obtienen ahora mismo entre 4 y 6 euros por kilo. El cobre de las catenarias de los trenes es un bien preciado, porque tiene una mayor pureza. Pero no suele compensar si no se consigue a gran escala y lo que se llevaron el domingo en Cataluña tendrá un valor no superior a 300 o 400 euros”, asegura a este medio Alicia García-Franco, secretaria general de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje.
[Qué es Rodalies y qué consecuencias tendría su traspaso a la Generalitat]
Esta asociación es la patronal de los recicladores de metal, por lo que sus dirigentes conocen bien el recorrido mercantil del producto. “En España tenemos bastante industria de fundición y un consumo nacional bastante alto. Sin embargo, existen controles muy exhaustivos y cuando las empresas adquieren metales como el acero, cobre o aluminio es necesario avisar a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. Es como si le solicitásemos el DNI al vendedor”, explica Alicia García-Franco.
Por eso, el material robado “suele salir inmediatamente en camiones hacia Europa del Este, donde lavan ese dinero, o lo llevan directamente al puerto de Rotterdam [Países Bajos]. Desde allí sale fundamentalmente a Asia, ya que China tiene una demanda muy alta como consecuencia de su desarrollo industrial y tecnológico”.
La secretaria general de esta patronal subraya que “siempre ha habido robos pequeños, aunque aquí estamos hablando de crimen organizado, fundamentalmente de Europa del Este. Controlan a los ladrones, operan con los chatarreros y sacan los camiones del país”. Los clanes rumanos, búlgaros o polacos manejan un mercado ilegal que saca tajada de un negocio al alza en el que se pagan más de 10.000 por tonelada.
10.000 euros la tonelada
Laura Ojea. El cobre se sitúa a día de hoy en los mercados internacionales cotizando a máximos de dos años por encima de los 10.000 dólares la tonelada. El año 2024 ha comenzado con un cambio significativo de escenario. Hasta hace unas semanas, se estimaba que el año en curso sería el último caracterizado por un exceso de oferta a pesar de que se esperaba una demanda creciente. Pero la tendencia empuja a que este año será el primero donde haya déficit de oferta de cobre.
El mercado del cobre ha entrado en una fase de desaceleración del crecimiento de la oferta, debido a una inversión insuficiente previa. El aumento de nuevos yacimientos mineros cayó el año pasado y no se espera que se acelere a corto plazo. Y además, se cerró la gran mina Cobre Panamá como resultado de protestas políticas y la probabilidad de que se reabra sigue siendo bastante baja debido a la amplia oposición pública. Este déficit podría aumentar rápidamente si el mercado chino aumentara su demanda o si se materializara una recuperación del ciclo económico.
Por todo ello, los analistas señalan que hay una visión positiva, de subida de precios del cobre, suponiendo un crecimiento del PIB mundial del 2%. El último informe de la consultora Wood Mackenzie estima que la demanda de cobre podría crecer más del 4% anual durante la próxima década.
Denuncia de los maquinistas
Otra organización que se ha pronunciado sobre los incidentes del domingo es el Sindicato Español de Maquinistas Ferroviarios (Semaf), que ya ese día pidió abrir una investigación judicial más allá del último episodio en la red ferroviaria catalana. “En los últimos años ha habido un aumento significativo de estos incidentes y, sobre todo, en los dos últimos meses. Qué casualidad que Cataluña sea la comunidad donde se registran más casos de este tipo”, señalan a este periódico fuentes del sindicato.
En un comunicado, los maquinistas piden “mayor presencia de las fuerzas y seguridad con la finalidad de evitar los sabotajes” y reclaman “la paralización de transferencias de Rodalies, además de una profunda reflexión sobre la idoneidad de la continuidad del mismo”.
“Todo apunta a que esto último ha sido intencionado y nosotros, los maquinistas de tren, sentimos que existe inseguridad civil contra el personal y las infraestructuras”, denuncian desde el sindicato.