Pocas cosas hay más españolas que un buen alioli para acompañar la paella. Y si puede ser rebotando el sol con insistencia sobre la línea del mar, mejor que mejor. La familia Choví lo supo desde siempre, desde que en 1950 comenzara su andadura con una pequeña tienda de ultramarinos.
Corrían entonces tiempos de escasez en España, e imperaba el autoempleo como forma de subsistencia: "Por eso se lanzaron a vender varios productos, entre los que tenían mucho éxito unas albóndigas que vendían acompañadas de alioli. Esa salsa estaba en todos los hogares, pero la calidad y el buen hacer de Nita Choví, la madre, los llevó a más, y los consumidores además de comprar los otros productos les pedían especialmente alioli, y así identificaron la oportunidad", explica Agustín Martiño, gerente de negocio del Grupo Choví.
Tal fue su éxito, que en 1970 registraron la marca. Desde entonces han conseguido posicionar su salsa en el mercado hasta convertirse en los reyes del alioli: venden 30 millones de unidades de su icónico producto, la tarrina-mortero.
"Se le ocurrió hace muchos años al fundador, a Vicente Choví, responsable del área industrial. Inspirándose en los yogures estuvo pensando cómo reproducir ese envase en el que se hacía, a nivel casero, la salsa original del alioli. Trabajó en esa idea hasta darle forma y conseguir trasladarlo a un formato para escalarlo. Y la verdad es que fue un hito, se pasó de vender 100.000 unidades a un millón", desarrolla Martiño. El bombazo fue tal que dejó boquiabierto incluso al propio Vicente, y a todos los que trabajaban en aquel momento en la compañía.
Y, a partir de ahí, han crecido hasta alcanzar el pasado año una facturación de 69 millones de euros, lo que supone un incremento del 6’3% respecto al año anterior. Y esperan un crecimiento aún mayor para este año: "Estamos contentos porque ha sido un crecimiento transversal en todas las unidades de negocio, algunos de nuestros productos se han consolidado y hemos incorporado nuevas plataformas de negocio. Para el 24 seguimos en la misma línea, y creemos que podemos estar en una línea de crecimiento en torno al 9 o 10%".
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Todo, sin renunciar a sus orígenes ni a su esencia: la fábrica continúa en Benifayó (Valencia), el pueblo original de la familia. En ella trabajan ahora unas 240 personas y la vinculación de la familia con el entorno social hace que sea una empresa muy reconocida y querida en la región.
Aunque el producto que les ha dado fama ha sido el alioli, lo cierto es que la familia Choví trabaja con "todo el abanico de salsas", como explica su gerente. De hecho, el alioli supone el 40% de la facturación, pero el 60% restante proviene del resto de sus referencias.
"Como categorías relevantes tenemos las mayonesas, que son muy importante para nosotros y las estamos relanzando este año, porque una obsesión para nosotros es la calidad del producto. Y luego tenemos salsas más especiales como la salsa patatas bravas, la cheddar, la barbacoa y, recientemente, el guacamole fresco, que no es una salsa como tal, pero sí un preparado de aguacates frescos mezclado con las especias, que hemos adaptado a los gustos nacionales".
El grupo tiene tres tipologías de clientes: cadenas de alimentación, entre las que se cuentan supermercados, hipermercados y empresas de discount; el sector de hostelería, pues sirven a restaurantes, bares y hoteles; y también empresas fabricantes que emplean sus productos en sus propios procesos productivos. A través de los tres cauces llevan sus salsas hasta sus potenciales clientes.
Alioli que no repite
Más allá de la paella tradicional, en España consumimos las salsas como productos complementarios al plato principal. Y, para abarcar más variedad de producto, la familia Choví ha lanzado también un alioli extra suave, apto para paladares más sensibles: "Tiene como una de sus ventajas que trabaja con otra intensidad del ajo y va asociado, por tanto, a platos más de pescado, o a platos de verduras y carnes blancas".
De todos modos, el gerente de la compañía realiza una afirmación que parece paradójica en sí misma, y no lo es sin embargo: su salsa de ajo no repite. ¿Cómo es posible? "Nuestro alioli no repite gracias al tratamiento de los productos, las mezclas y el proceso. Tenemos un departamento de I+D magnífico y lograron hace años eso tan importante", asevera con convicción.
Alioli en Alemania
Y no sólo en nuestra patria se disfruta de este tradicional manjar, sino que la empresa ha sabido llevarlo lejos. Concretamente, ha llegado a 36 países del mundo: "Por orden de peso están Alemania, Holanda e Inglaterra", apunta Martiño.
Pero, ¡en Europa (casi) no se come paella! ¿Cómo lo comen fuera de nuestras fronteras? "Hay diferentes usos según el país. En países como Grecia o Italia lo usan en platos mediterráneos, y en otros más nórdicos como Holanda o Inglaterra está mucho más incorporada la cultura del dipeo, y el alioli se ha incorporado dentro de la gama de productos que ellos tienen para dipear", cuenta el gerente, y prosigue: "Y en Alemania, que también tiene una cultura muy de plato, quizá más similar a la nuestra, ahí sí que se ha incorporado como acompañamiento de algunos tipos de carnes. No tanto en arroces, porque en Europa no se llevan, pero sí con la carne".
Y ¿cómo han llegado unas salsas tan patrias, tan de verano en el Mediterráneo y chiringuito, hasta los confines del país germano? La respuesta está en el turismo: "La afluencia de visitantes europeos durante tantas décadas a nuestro país hace que descubran nuestros productos. Y también por el reconocimiento que tiene nuestra gastronomía, que además está asociada al hecho de que venir a nuestro país implica una actitud de disfrute, de placer, de querer conocer los productos… La gente está muy abierta a descubrir y a probar".
Esencia y renovación
Y lo que prueban es la misma salsa que en el año 50 empezó a preparar la familia Choví, sólo que ahora de forma más escalada: "Al final las materias primas son naturales, el producto está hecho de materias primas que todos conocemos, y el proceso de preparación es muy manual y casero".
Su trabajo es así doble: por un lado, mantener la esencia de la tradición; por otro, actualizarse debidamente según la evolución de los mercados. Por eso en la última campaña la empresa eligió a Patricia Conde para anunciarse: "Nuestra marca es muy cercana y reconocida, transmite esos valores, pero también nos hemos actualizado y seguimos presentes en los hogares de los consumidores actuales. Por eso trabajamos también en el posicionamiento de la marca, haciendo que sea más actual. Patricia transmite bien esa imagen".
Hoy el Grupo Choví está en manos de la segunda generación familiar, con los cinco hermanos Choví trabajando en diferentes posiciones de la empresa. Enrique Choví es el CEO, y los hijos de todos ellos -aunque en etapa de formación- se reparten por la compañía augurando una continuidad a la marca estrella del alioli español.