Dos de las monjas de Belorado, en una clínica veterinaria con varios perros, en 2022.

Dos de las monjas de Belorado, en una clínica veterinaria con varios perros, en 2022. E.E.

Reportajes

Sancionan a las clarisas rebeldes por tener un criadero ilegal de perros en el monasterio de Burgos

Lo abrieron "para financiarse" y luego solicitaron la licencia, que se les denegó por no reunir las condiciones, según denuncia Proanbur, una protectora de Burgos. 

20 mayo, 2024 17:40

Nuevo capítulo de las monjas díscolas de Burgos. El Servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León les ha abierto un expediente sancionador a la comunidad de religiosas clarisas de Belorado por tener, en las instalaciones del convento, un criadero de perros que no cuenta con la preceptiva licencia de 'núcleo zoológico' que exige una serie de medidas para garantizar el bienestar de los animales.

Las religiosas han recibido ya la notificación de la apertura del expediente, aunque el procedimiento no está cerrado y se encuentra en periodo de alegaciones. Una vez finalizado, las monjas podrían enfrentarse a una sanción económica, según han informado a EFE fuentes de Medio Ambiente.

No sólo no cuentan con la licencia de Núcleo Zoológico que depende de la Junta de Castilla y León. Tampoco el criadero tiene la licencia ambiental,  un permiso que depende del Ayuntamiento de Belorado. Las monjas están pendientes de la resolución definitiva de ese otro permiso municipal. El alcalde de la localidad burgalesa, Álvaro Eguiluz, ha informado de que dicha licencia está pendiente porque el técnico municipal ya emitió un informe contrario. Por ello, la decisión definitiva depende de un segundo informe que están elaborando actualmente técnicos del servicio de asesoramiento de la Diputación de Burgos.

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Ha sido la protectora de animales de Burgos, Proambur, quienes han denunciado esta situación en sus redes sociales. "Después de conocer por las noticias que las Clarisas tienen este negocio paralelo para financiarse, hemos acudido a contrastar la información. Desde Belorado nos confirman que las monjas ya tienen en marcha un criadero de perros y que una vez lo iniciaron pretendieron solicitar la licencia.
Evidentemente, se la han denegado, ya que no tienen instalaciones adecuadas".

La protectora continúa contando que el SEPRONA "llevó a cabo una inspección y les tramito una sanción, verificando que tenían más de una veintena de animales. Su conducta vulnera de plano la nueva ley. Pero mientras ¿qué es de los perros?".

Proambur ha asegurado que "no hay rastro de esos animales" en las cuentas de redes sociales ni en las páginas web de las religiosas, y advierten de que han contactado con las monjas vía correo electrónico "para mostrarles nuestra desaprobación. Los animales son seres de Dios y ellas debieran ser las primeras en protegerlos".


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Cabe recordar que esta comunidad de religiosas está en el foco mediático desde que hace una semana anunciaran su decisión de abandonar la Iglesia Católica para pasar a estar bajo la tutela y jurisdicción de Pablo de Rojas Sánchez-Franco y su llamada Pía Unión Sancti Pauli Apostoli, que no están en comunión con Roma y cuyo fundador fue excomulgado en 2019.

El detonante de la ruptura de las monjas clarisas de Belorado y Orduña con la Santa Sede fue la compra del Monasterio de Orduña por parte de las monjas de Belorado, abortada por sus propietarias, las monjas clarisas de Vitoria. Tras haber firmado un acuerdo de compraventa en 2020 entre ambas congregaciones, la abadesa de las clarisas de este pueblo burgalés informó a la abadesa de Vitoria que había encontrado "un benefactor" que iba a adquirirlo por ellas, y que luego se lo cederían.

Fuentes de la Diócesis de Vitoria confirmaron a EL ESPAÑOL que el comprador del monasterio de Orduña, anónimo, y  ajeno a la Iglesia Católica, era la Pía Unión Sancti Pauli Apostoli. Iba a pagar 1,2 millones de euros por el monasterio, la joya de la corona para una secta.