Murcia

Ella estaba diagnosticada de dependencia a la cocaína, abuso de alcohol, y de un trastorno adaptativo con estado de ánimo depresivo. Llevaba un tiempo advirtiendo a sus tres hijos menores de edad de que quería suicidarse: "Me voy a quitar de en medio". Esa era la frase que -supuestamente- le repetía a sus críos y que viene recogida en el atestado elaborado por la Policía Nacional, para que un juzgado de Lorca aclare si esta madre quiso protagonizar un suicidio ampliado: arrebatarse la vida a sí misma, llevándose por delante a dos de sus tres hijos.

Todo ello, a base de administrarles un -presunto- cóctel mortal de benzodiazapinas; un psicotrópico que actúa sobre el sistema nervioso central; quetiapina, un antipsicótico que se usa para tratar la esquizofrenia, y cocaína. Este intento de parricidio tuvo lugar en el domicilio de la madre, un martes 9 de abril, pero fue abortado por la hija mayor de esta mujer porque llamó al 112 tras regresar a casa del instituto -acompañada de su tía-.

La adolescente se encontró una escena dantesca cuando regresó a la vivienda. Así lo recoge el atestado policial al que ha accedido EL ESPAÑOL: su hermano pequeño, estaba tirado en la cama semiinconsciente y vomitando, mientras que su hermana, estaba en el baño -acompañada de su madre- tratando de vomitar. La intervención del personal de la Unidad Médica de Emergencias que movilizó el 112, resultó clave para estabilizar a los menores, antes de trasladarlos al Hospital Rafael Méndez de Lorca.

Hospital Rafael Méndez de Lorca.

Los dos hermanos ingresaron aquel 9 de abril en el área de Pediatría y su madre en la de Psiquiatría. La mujer se había cogido la baja unas semanas antes, argumentando en su trabajo que sufría problemas de salud mental.

"Ella hacía bien su trabajo: era impecable. Todos sabíamos que su divorcio había sido un mal trago. Nos dijo que se le venía el mundo encima, dejando caer que tenía problemas de depresión y ansiedad", tal y como explica un compañero a este diario. "Necesitaba parar un tiempo para recibir tratamiento psicológico". Pero esa pausa laboral no sirvió de nada a la vista de los acontecimientos ocurridos tras cogerse la baja.

La Policía Nacional abrió una investigación el jueves 11 de abril, a raíz de una llamada del Servicio de Pediatría del Hospital Rafael Méndez de Lorca, alertando de "un posible intento de homicidio" de una madre contra dos de sus tres hijos. Tal denuncia se produjo cuando los facultativos confirmaron que el origen del cuadro clínico de los menores era la ingesta de benzodiazapinas y neurolépticos, incluso cocaína en el caso de uno de ellos.

La Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) de la Policía Nacional solicitó una autorización al juzgado para inspeccionar el domicilio de la mujer y en el inmueble encontraron una caja de Orfidal, un blíster con 20 pastillas de Lexatin, un blíster de Orfidal con 20 pastillas… Los agentes también hallaron una nota de despedida que concluía así: 'Dime que me quieres'.

Un agente frente a la Comisaría de Policía Nacional de Lorca que ha asumido la investigación de este parricidio frustrado.

Inicialmente, los menores trataron de proteger a su madre porque eran testigos a diario de la mala situación personal que atravesaba y sabían que podía terminar en prisión por lo sucedido en casa. En el atestado de 157 páginas de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer, se recoge que se pusieron de acuerdo para relatar que los dos le quitaron los medicamentos para la depresión a su madre, para jugar a piedra, papel o tijera, acordando tomarse una pastilla cada vez que uno perdiera una partida.

Esta versión dejó de sostenerse cuando el psiquiatra se entrevistó con los menores y con la madre por separado. Prueba de ello es que este especialista detectó en una de las entrevistas que el niño, cada vez que respondía, buscaba la aprobación de su hermana mayor, incluso ella le corregía en algunas ocasiones. Tal situación viene expuesta en un informe que el psiquiatra entregó a la Policía Nacional. De modo que la madre fue detenida el jueves 18 de abril: nada más recibir el alta en el área de Psiquiatría.

En la Comisaría de Policía Nacional, la mujer defendió que solo había administrado las pastillas a sus hijos, para adormecerlos y para que no se percatasen de que se iba a suicidar delante de ellos aquel 9 de abril: "Nunca jamás he querido hacer daño a mis hijos y mucho menos, causarle ningún perjuicio grave. Nunca he querido quitarles la vida". Sin embargo, esas afirmaciones de la madre contrastan con otras que formulan los menores en su declaración ante la UFAM y que apuntan a que supuestamente llegaron a ingerir una decena de pastillas antidepresivas:

"Los hermanos, relatan a la Policía Nacional que la noche anterior al día 9, su madre les dio 2 pastillas a cada uno: 'Para que ellos no estuvieran tan tristes por la separación'. Hubo más días que les daba pastillas por la noche, para que se las pusieran debajo de la lengua, y esas eran, según ella, 'para la tos'. Y las que les daba de dos en dos, la noche de antes de lo del hospital, según les dijo ella, eran 'para que no estuvieran tristes'".

El contenido del atestado pone de manifiesto que el divorcio con el padre de sus tres hijos no había sido nada fácil. Valga como botón de muestra que el 28 de febrero de este año, su exmarido la había denunciado por varios delitos de daños y por el robo con fuerza de un arma de fuego. A lo largo de la investigación, los agentes de la UFAM también tomaron declaración a la hija mayor y la adolescente les aseguró que su madre le había ofrecido sus famosas pastillas "para la tos", pero se negó a tomárselas. 

La sede de los juzgados de Lorca. Google Maps

De forma que el juez ha terminado por investigar a esta mujer por tres tentativas de homicidio y ha decretado su ingreso en prisión provisional en el Centro Penitenciario de Campos del Río. Todo ello, a través de un contundente auto judicial que contiene párrafos como este: "Ana [nombre ficticio] pudo inducir o procurar sin resultado la muerte de sus dos hijos, menores de edad, como la suya propia, como consecuencia, tal y como informa el doctor 'X’, de que los menores, desde el día 8 de abril, comenzaron a consumir pastillas de lorazepam y quetiapina, ante una situación de desorden familiar, ocasionada parece ser tras la ruptura sentimental de los padres".

"Como refieren los menores al doctor, la madre está muy mal, creen que con depresión y pasa mucho tiempo en el sofá o fumando en el balcón, se enfada mucho y sin motivo. Muchas veces ha afirmado que quiere quitarse la vida y que no se suicida por ellos, la han visto tomarse pastillas y pincharse en el brazo con agujas, para hacerse daño. Desde hace tiempo, refieren vivir alarmados por la posibilidad de que su madre se tome pastillas para morir".

La instrucción judicial deberá aclarar si esta mujer solo intentaba adormecer a sus hijos, para que no se diesen cuenta de que se estaba suicidando, o si por el contrario, aquel 9 de abril, esta madre protagonizó un suicidio ampliado, o lo que es lo mismo, un parricidio para hacer daño a su exmarido. Desde su ingreso en la prisión de Campos del Río, los funcionarios no hablan de otra cosa, debido a que la llegada de esta reclusa al penal ha coincidido con el estreno en Netflix de la serie de ficción: El caso Asunta.