El imperio de los Navarro tras 57 herbolarios: desde 1771, seis generaciones y facturan 42 millones
Al menos desde 1926 la familia de Pepe dirige la primera tienda de la cadena en Valencia. Aspiran a facturar "entre 48 y 49 millones en 2024", dice.
25 mayo, 2024 02:33José Navarro (Valencia, 1975) creció en el herbolario de sus padres junto a sus hermanas, Carmen y Paula. “Prácticamente vivíamos en el herbolario. De niños, recuerdo que hacíamos parques temáticos y toboganes con las cajas de cartón del almacén. También, desde pequeños colaborábamos con nuestros padres en la tienda. Por ejemplo, nos daban una peseta por cada paquete que envasábamos”, explica a EL ESPAÑOL el actual CEO de la empresa Herbolario Navarro.
Y es que José Navarro Català –de ahora en adelante Pepe, como le conocen con cariño sus allegados– pasó de ser aquel niño que jugaba en la tienda de sus padres a ser el director general de una entidad que cerró 2023 con una facturación de 42 millones de euros. “Aspiramos a facturar entre 48 y 49 millones en 2024”, cuenta el empresario a este diario. Las 57 tiendas que tiene Herbolario Navarro abiertas por toda España contribuyen a este continuo crecimiento. Pero, como todo gran imperio, la cadena empezó sólo con un local, el primero de todos.
Corría el año 1771 cuando dos familias abrieron un herbolario “en la calle San Vicente, junto a la Plaza del Ayuntamiento, que es una de las calles más emblemáticas de la ciudad de Valencia”, explica Pepe Navarro. Siempre pensaron que en la tienda había miembros de la familia Navarro, pero no lo saben con certeza. Lo que sí sabe este clan familiar gracias a una reciente investigación es que, desde 1926, este primer Herbolario Navarro pertenece a la familia.
“Fue mi bisabuela, María Fornés, la que compró el negocio para que luego lo llevara su hijo, mi abuelo, José Navarro Fornés. Él quería ser mecánico o impresor, una profesión que sería ahora mismo como informático, pero trabajando en el negocio le gustó el mundo del herbolario y comenzó a estudiar y especializarse en plantas medicinales, etc.”, cuenta Pepe Navarro a este diario.
Comenzaría así la historia centenaria de la familia Navarro al frente de una de las cadenas de herbolarios y de ecotiendas ecológicas más importantes del país. Creen que al menos seis generaciones han estado detrás de ella, pero tienen la certeza de que cuatro –y una quinta empezando– han estado al frente de este negocio familiar. Un negocio que, en la actualidad, emplea a más de 400 personas por toda España.
De padres a hijos
Como todo negocio familiar, Herbolario Navarro ha pasado de padres a hijos. El herbolario es parte del ADN de los Navarro. Una herencia que han cuidado durante al menos un siglo. El abuelo de Pepe Navarro, José Navarro Fornés, falleció “muy joven”, así que su hijo, José Navarro Pastor, “tuvo que dejar los estudios muy joven para hacerse cargo del negocio familiar”, explica el CEO de la entidad.
Es decir, José Navarro Pastor, padre del actual propietario, y su madre Emilia, se hicieron cargo de la tienda en los 60 a causa de la prematura muerte del padre de familia. “Mi padre, con 16 o 17 años, se hizo cargo del negocio junto a mi abuela. Fueron años muy difíciles porque a mediados de los 60 eclosionó la medicina moderna y la gente ya no acudía a los herbolarios en busca de alivio y recetas, así que hubo que reinventar el negocio y modernizarlo”, continúa Pepe.
Esa transformación hacia un modelo de ecotienda en la que también se vende alimentación ecológica la encabezó el padre de Pepe. Él y su mujer, Lola Català, cogían a sus tres niños, Pepe, Carmen y Paula y se iban de viaje los veranos “a ver tiendas por Europa”. “Teníamos entre siete y 15 años y recuerdo que en nuestras vacaciones largas de verano nos íbamos a Alemania, Holanda, Bélgica… Hacíamos turismo y disfrutábamos, pero mis padres aprovechaban para ver cómo funcionaban los herbolarios y las ecotiendas en Europa, porque siempre han estado un poco más adelantadas que en España”, explica Pepe Navarro.
Inspirados en eso modelos europeos, José Navarro y Lola Català transformaron el modelo de negocio de Herbolario Navarro. Un cambio que ha sabido aprovechar Pepe Navarro, su hijo, quien lidera a día de hoy la compañía. Ha sido bajo su mando y el de Lola Català, su madre, cuando la cadena inició su expansión territorial en 2008 hasta las 57 tiendas que tiene abiertas en la actualidad. “Concretamente disponemos de herbolarios en Madrid, Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha, La Rioja, Murcia, Castilla y León, Cantabria, Baleares, País Vasco y Cataluña”, explica la entidad.
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El futuro de Herbolario Navarro
Actualmente, Pepe Navarro tiene en mente un plan para seguir expandiendo el imperio familiar. Licenciado en Administración y Dirección de Empresas (ADE) en Valencia, el empresario busca que para 2026 Herbolario Navarro cuente con 80 puntos de venta por todo el país, además de emplear a más de 600 personas. Para ello, “la compañía planea abrir en los próximos 12 meses su primera tienda en Andalucía y en Aragón”.
A partir de ahí, a continuar el auge. “El 2023 ha sido un buen año y la previsión es que siga está tendencia alcista en el mercado de la alimentación saludable. Desde la pandemia, la gente tomó conciencia de la importancia de unas buenas rutinas de alimentación para cuidar su salud, así como de apostar por productos de temporada y locales”, explica Pepe Navarro. Con esta estrategia, el CEO de Herbolario Navarro persigue aumentar el negocio que iniciaron sus antepasados hace siglos.
Pregunta.– Pepe, ¿le haría ilusión que sus hijos continúen con el legado familiar y algún día se hagan cargo de Herbolario Navarro?
Respuesta.– Tengo dos hijos y el mayor, Nicolás, está estudiando y trabaja los sábados en alguna de las tiendas como cajero para ganar algún dinero para sus gastos personales y, en principio, iniciará la universidad el año que viene. El pequeño, Andrés, aún es muy pequeño. Sólo tiene 12 años. Y, bueno, sí me haría ilusión que continuaran con Herbolario Navarro si a ellos les hace ilusión. Ellos deben ser libres de hacer lo que quieran y si les gusta y les hace felices, adelante. Si no, no es una obligación continuar con el negocio. Será su decisión.