Murcia

Él la había amenazado a ella y estaba investigado por violencia de género. Ella le había pegado a él y estaba investigada por violencia doméstica. Mientras se instruía la causa, un juzgado de Lorca había decretado una orden de alejamiento para ambos. De forma que él no se podía acercar a ella, a menos de 300 metros de distancia, y ella tampoco podía aproximarse a él. Sin embargo, los dos se han saltado la prohibición y han sido condenados a 6 meses de prisión por quebrantar una orden de alejamiento.

"Es un asunto peculiar, novedoso y chocante", admite la experimentada abogada Maribel Muñoz, encargada de la defensa del hombre que se encuentra investigado en este caso por violencia machista. "Es la primera vez que veo una condena tanto al hombre como a la mujer por quebrantar una medida cautelar de protección para ambos".

EL ESPAÑOL ha accedido a la sentencia dictada por un juzgado de lo Penal de Lorca que acaba de condenar a esta pareja de marroquíes, de 49 años. Todo ello, tras haber sido pillados por la Guardia Civil vulnerando la orden de alejamiento que se les había impuesto a los dos, para proteger la integridad física tanto de él como de ella, debido a que todo apunta a que la instrucción judicial se ha demorado tanto que les ha dado tiempo de reconciliarse y retomar la relación sentimental.

Un guardia civil en una imagen de archivo.

Las diligencias judiciales abiertas por VioGén se remontan al año 2021, cuando el hombre, en un arrebato de celos -supuestamente- amenazó acaloradamente a su mujer y ella le respondió con una presunta agresión, consistente en propinarle varios arañazos de consideración. De manera que el juez estableció como medida cautelar para proteger al uno del otro y viceversa, una orden de alejamiento de 300 metros de distancia.

"Mi cliente está investigado por violencia de género y ella por una agresión en el ámbito doméstico, pero el juicio todavía no se ha celebrado, de modo que la orden de alejamiento seguía en vigor", tal y como confirma la letrada Maribel Muñoz. Los juzgados de la Región de Murcia cerraron 2023, como los más lentos del país, con 179.188 pleitos y litigios sin resolver, por lo que no es de extrañar lo que ha ocurrido: esta pareja marroquí -supuestamente- ha hecho las paces porque tres años después siguen sin ser juzgados por la famosa pelea que mantuvieron por celos.

La mujer estaba inscrita en el Sistema VioGén y la Guardia Civil, en una ronda habitual para verificar la situación de las víctimas de violencia de género de Águilas, se pasó por el domicilio de ella. Cuando la patrulla se detuvo frente al bloque, cazó in fraganti al hombre, saliendo del portal. Los agentes subieron al piso y confirmaron que la víctima había estado con su supuesto maltratador, de forma que comunicaron a los juzgados que ambos quebrantaron sus respectivas órdenes de alejamiento.

La Fiscalía pedía una pena de 9 meses de cárcel para cada uno, pero los dos reconocieron los hechos para llegar a un acuerdo. Así lo refleja la sentencia a la que ha accedido EL ESPAÑOL, donde se rebaja la condena a 6 meses y lo más importante, se suspende el ingreso en prisión de la pareja, con la condición de que no vuelvan a delinquir. El fallo fija "el beneficio de la suspensión de la ejecución de dichas penas por plazo de 2 años, bajo expreso apercibimiento de revocación en caso de que delinquieran".

Tal beneficio se establece porque la pareja reconoció en el juicio que se saltó a la torera la orden de alejamiento: "Resulta probado, y así se declara, por conformidad expresa de las partes, que el día 3 de mayo de 2024, sobre las 9.30 horas, los acusados, ambos mayores de edad, nacidos en Marruecos y sin antecedentes penales, se encontraban juntos en el domicilio de la primera, situado en la calle 'X' de Águilas, no obstante, de ser conscientes de que existía una prohibición de aproximación recíproca a una distancia inferior a 300 metros, así como de acudir a su domicilio, lugar de trabajo o a cualquier otro habitualmente frecuentado por ellos [...]".

Maribel Muñoz, abogada que ejerce la acusación particular de la víctima de la supuesta agresión sexual.

 

Lo difícil ahora es cumplir la letra pequeña de la condena, ya que no pueden volver a delinquir, lo que incluye evitar incumplir la orden de alejamiento que sigue en vigor contra ambos porque todavía no han sido juzgados por la discusión de 2021 donde terminaron 'como el rosario de la aurora'. "Vamos a pedir el archivo de la causa", según avanza Maribel Muñoz, abogada del hombre investigado por violencia de género.

"La mujer ya ha firmado un documento donde renuncia a ejercer acciones penales y mi cliente rechazará ejercer acciones civiles porque en principio, ella le tenía que indemnizar con 360 euros por los arañazos que le causó", tal y como prosigue detallando la letrada. "Dentro del marco de la nueva ley de Violencia de Género: es la primera vez que se me da un caso así".

- Como penalista, ¿qué conclusiones saca usted de este caso?

- Maribel Muñoz: Hay una condena a una víctima de violencia de género que también la convierte en agresora. Es la primera vez que veo a una señora [inscrita en el Sistema VioGén] condenada por quebrantar una orden de alejamiento. A mí me parece bien que se rompan este tipo de techos de cristal porque se está estigmatizando y cosificando la ley de Violencia de Género. Es decir, un señor puede cometer este tipo de delitos, pero una señora también lo puede hacer en el ámbito doméstico.

Este fallo supone quitar un poco los demonios que hay alrededor de la violencia de género porque parece que solo la ejerce el hombre y no es así. Si hubiesen más sentencias como esta, quizá nos pensaríamos denunciar ciertas cosas que no son denunciables a mi juicio, como peleas o discusiones en una pareja o durante una ruptura sentimental, porque de ahí a que esas situaciones rocen el ilícito penal es algo discutible.