La unificación de dos órdenes del reglamento de la Guardia Civil vinculadas a la educación y la regulación de la enseñanza y los expedientes académicos ha suscitado un airado debate en el seno del Cuerpo debido a la redacción del nuevo texto. Concretamente, por la inexplicable desaparición del término 'mujer' en partes clave de la normativa. Donde antes se especificaba que "se atenderá especialmente la protección a las mujeres que se encuentren en periodo de embarazo", ahora pone "de las situaciones relacionadas con el embarazo"; donde se leía "protección de la maternidad", hoy hay "medidas de conciliación y corresponsabilidad".
Algo similar ocurre con la tramitación del Proyecto del Real Decreto de Incapacidad Temporal para personal de la Guardia Civil, donde se regula la baja por menstruación incapacitante, y que desde febrero de 2023 estaba regulado para el resto de trabajadoras pero no para las guardias civiles. Allí tampoco se menciona la palabra mujer; sólo se escribe "situaciones especiales de incapacidad temporal contempladas en el artículo 169.1.a) del Real Decreto Legislativo 8/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social y que impidan la prestación del servicio".
"Ahora nos llaman personas menstruantes, personas uteroportantes, personas gestantes. ¿No pueden llamarnos por lo que somos, mujeres?", denuncia Alicia Sánchez, Secretaria de Igualdad de la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC). "Nos están borrando. Ya no somos ni mujeres, sólo situaciones. El neolenguaje nos desplaza. No se puede legislar para nosotras sin nombrarnos, eliminando u obviando lo que somos. Es negar la realidad biológica, como es el sexo de las personas. Sólo las mujeres podemos parir, aunque no todas lo hagan".
El problema no es sólo que se haya prescindido de la palabra mujer, sino que nadie haya ofrecido una explicación al porqué de tal ausencia. La lógica dicta que, en el caso del cambio de "protección de la maternidad" por "medidas de conciliación y corresponsabilidad", detrás hay una intención de conciliar la situación tanto de hombres como de mujeres a la hora de tener hijos.
Así lo cree Lucía Llano, presidenta de los guardias civiles retirados. "Como Guardia Civil y mujer que siempre he defendido nuestra situación a lo largo de los años. Considero que la supresión de la palabra mujer viene determinada por el avance de la inclusión del hombre a la hora de su participación en el proceso de los permisos de paternidad u otras circunstancias, por lo que entiendo que la frase sustituida en la normativa es con el fin de que en 'la protección de las situaciones relacionadas con el embarazo', esta también pueda afectar al hombre", asegura.
La ley Trans, a debate
Sin embargo, cuando se sustituye "la protección de las mujeres que se encuentren en situación de embarazo" por "situaciones relacionadas con el embarazo", Alicia Sánchez ve un retorcimiento del lenguaje para hacerlo más inclusivo a costa de la presencia de la mujer. "Lo que creemos que se busca es contentar al colectivo trans sin incluirlo con palabras. Podrían decir que se tendrá especial atención con la mujer embarazada, que se protegerán nuestros derechos y que se tendrá la misma consideración con personas trans o con otro sexo registrado en la misma situación, pero parece que eso no lo quieren aceptar y, en sustitución, nos quitan a nosotras para hacerlo neutral. Está bien que seamos más inclusivos, pero borrar a las mujeres es misoginia", critica.
"Con lo fácil que es transcribir el texto tal y como viene publicado en el Real Decreto Ley: 'Tendrán la consideración de situaciones especiales de incapacidad temporal por contingencias comunes aquellas en que pueda encontrarse la mujer en caso de menstruación incapacitante secundaria, así como la debida a la interrupción del embarazo, voluntaria o no'", continúa la representante de AUGC, cuyas palabras han sido avaladas públicamente por la exdiputada socialista Ángeles Álvarez.
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A pesar de las críticas, nadie ha hecho nada para encontrar un punto de acuerdo común lingüístico. Los grupos de trabajo para elaborar el texto, que emana de la propia Guardia Civil, comenzaron en marzo. El jueves 13 de junio se celebró un pleno compuesto por 16 vocales de la Guardia Civil. "Expusimos nuestra postura contraria a la redacción de la norma, pero igualmente se ha votado a favor. Parece que no les importa. Lo ideal sería que, si hay hombres y mujeres en la Guardia Civil, se especifique que hay hombres, mujeres y trans. Escribámoslo, pero no queramos ser tan modernos... y tan poco modernos al mismo tiempo".
El texto en cuestión unifica la Orden PCI/349/2019, de 25 de marzo, sobre la Enseñanza de Perfeccionamiento y de Altos Estudios Profesionales en la Guardia Civil y la Orden PCI/361/2019, de 20 de marzo, por la que se establece el modelo y las normas reguladoras del expediente académico del personal de la Guardia Civil. La Guardia Civil quiere unirlas en esta nueva nueva, un proyecto de Orden Ministerial. Una vez aprobado el texto, este inicia su tramitación. Ahora, cada ministerio debe elaborar un informe, que remitirá al Consejo de Estado para que este emita otro antes de su publicación en el BOE. "Aún falta una memoria de impacto de género", advierte Sánchez.
En un comunicado oficial elaborado por la AUGC, y rubricado por la propia Sánchez, la institución señala que "ha costado mucho esfuerzo" que a las mujeres se las tenga en cuenta, no sólo a la hora de tener uniformidad, vestuarios, o chalecos adaptados, sino al redactar las normas que regulan todo lo concerniente a los y las guardias civiles. "Durante muchos años las mujeres fuimos castigadas por el hecho de quedarnos embarazadas, ser madres y hacer uso de nuestros permisos de conciliación. Perdimos oportunidades de ascenso y acceso a cursos, perdimos incentivos al rendimiento si teníamos un embarazo complicado que nos obligaba a permanecer de baja médica".
"Las mujeres llevamos 36 años en la Guardia Civil, aunque haya algunos que aún no se han hecho a la idea. Avanzamos muy despacio y los pequeños pasos que vamos dando hacia adelante, de un plumazo hacen que retrocedamos a gran velocidad. No vinimos aquí a desfilar por el Pilar una vez al año para que nos vean, ni para convencer a las jóvenes que se presenten a la Guardia Civil en nuestras charlas de instituto. Vinimos a trabajar en algo que nos gusta y que seguramente muchas tengamos vocación", continúa la guardia civil.
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Por su parte, Lucía Llano, en conversación con EL ESPAÑOL, asegura que formar parte de La Benemérita es algo vocacional y que el camino nunca ha sido fácil. "Cuando ingresamos lo pasamos mal porque la Guardia Civil no estaba adaptada. No teníamos vestuario. En Tarragona mis compañeros tenían vestuario y yo no, me cambiaba en el baño de servicio público. A la institución le costó muchísimo adaptarse a la inclusión de la mujer. Hace treinta años, muchas mujeres lo pasaban muy mal porque los hombres eran machistas, al igual que ocurría en la sociedad, había un machismo no sólo en la Guardia Civil sino en la sociedad en general".
Por tanto, para Llano, en este asunto "lo verdaderamente importante es que la mujer en la Guardia Civil alcance la total igualdad, con mayor presencia femenina en las especialidades y un mayor incremento de mujeres en el Cuerpo". El lenguaje del nuevo texto, asegura, no tiene que responder sólo a cuestiones vinculadas a la ley trans. "También dos hombres tendrán hijos sin ser mujer o sentirse mujer, si mantienen una relación y deciden ser padres. Ello también implicará participación en el proceso, como la gestación subrogada. Creo que hay que abrir miras, dentro de la normalidad, y no con todas las terminologías que hoy en día existen y que, personalmente, respeto, pero no comparto".