Paloma Bombín y Alfonso Urrutia, los espeleólogos rescatados de la cueva en Cantabria.

Paloma Bombín y Alfonso Urrutia, los espeleólogos rescatados de la cueva en Cantabria. Agencias

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Quién ha pagado el rescate en Cantabria de los espeleólogos: 94 personas, un helicóptero, un dron...

Alfonso Urrutia y Paloma Bombín están ilesos después de permanecer dos días en la cueva Garmaciega-Sima del Sombrero, en Soba (Cantabria).

25 junio, 2024 02:22

La Guardia Civil ha informado hace unas horas que los dos espeleólogos que estaban atrapados en la cueva de Garmaciega-Sima del Sombrero, sita en Soba (Cantabria), han sido rescatados ilesos. Se trata de Alfonso Urrutia, de 40 años y origen salmantino, y Paloma Bombín Mosquera, una vallisoletana de 38 años.

La pregunta que ha empezado a circular, dada la situación de peligro a la que han estado expuestos estos espeleólogos, es quién asumiría los costes de este exitoso rescate. En en el operativo no sólo han participado 94 personas, sino también se han desplegado un helicóptero y un dron. Unos medios humanos y tecnológicos que se han de sufragar. 

Martín González, de la Fundación Espeleosocorro Cántabro (ESOCAN), indica a EL ESPAÑOL que "esta operación de rescate lo paga el Gobierno, porque estamos en un Estado social y de derecho". También señala que no se puede calcular por ahora el coste económico al que ascendería dicho operativo.

Aunque se han vivido horas de máxima preocupación, los dos espeleólogos están con buen estado de salud y no requirieron atención médica pese a que han pasado varias horas de más en la cueva. Alfonso Urrutia y Paloma Bombín accedieron al complejo de cuevas de Soba el pasado sábado. Tenían previsto salir el domingo, pero como no aparecieron, se inició el operativo de rescate por la cavidad que iban a recorrer, que tiene unos 20 kilómetros, aunque forma parte de un conjunto de cuevas de 100 kilómetros

Palabras al salir de la cueva

A la salida de la cueva, Alfonso, que cuenta con amplia experiencia en cuevas, ha señalado que los dos se encuentran bien y ha asegurado que no han pasado miedo a pesar de no tener noción de las horas que han pasado en el interior de la cueva. Ha relatado a los periodistas que se han acercado a la entrada de la cueva, de difícil acceso, que tenían agua y estaban preparados, y ha indicado que al volver se han despistado al no encontrar el camino y han preferido detenerse a esperar a los rescatadores.

"Con oscuridad total no se pueden mover a ningún lado, no es una cuestión de protocolo, no se ven capaces de hacer nada y no les queda más remedio que sentarse y esperar", explicaba esta misma tarde la Guardia Civil momentos antes de localizar a los espeleólogos.

Momento en el que los espeleólogos desaparecidos salen de la cueva.

Momento en el que los espeleólogos desaparecidos salen de la cueva. Julio César Ruiz

Estos dos espeleólogos se inscribieron en una actividad ofrecida por una empresa que proporcionó el equipo necesario para realizar la travesía de manera autónoma, una expedición que comenzó el sábado a mediodía y de la que no tenía conocimiento el servicio de emergencias 112. La cavidad a la que accedieron forma parte del complejo de cuevas Garmaciega, que se caracteriza por su extensión y por ser uno de los puntos más difíciles de la zona cántabra, con aproximadamente 100 kilómetros en diferentes tramos.

Por otra parte, Santiago López Pinto, portavoz de 112 de Cantabria, afirmó en rueda de prensa que el nivel de búsqueda fue el dos