La vida de Maite se rompió en dos el 24 de julio de 2022. Ella y su marido Esteban celebraban su aniversario en Gran Canaria, donde viven, cuando todo cambió. "Mamá, vamos de camino a Valverde. Mañana hablamos". Es el mensaje que le envió Lía, su hija de 20 años, para avisarle de que todo iba bien. La joven se encontraba en la próxima isla de El Hierro haciendo un viaje de verano con sus amigos.
El resto es silencio. Lía, estudiante del doble grado de Traducción y Turismo en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, fue trasladada en helicóptero esa misma noche desde El Hierro hasta el Hospital Doctor Negrín de Gran Canaria. Tenía un grave traumatismo craneoencefálico tras caer a un foso de seis metros.
Se encontraba en la Villa de Valverde, en una noche de fiesta con sus amigos, cuando se movió a un lugar apartado con la intención de orinar. Tras subir un pequeño muro de 50 centímetros de alto, se precipitó por un agujero que quedaba sin señalización de un desnivel entre dos plataforma. No había ninguna valla de protección. Ni tampoco nada de iluminación.
"Las horas se me hacían eternas. El helicóptero tardó en llegar. Después, la cara de los médicos ya lo decían todo... estaba muy grave por un hematoma interno. Y nos explicaron que si ese hematoma no bajaba no iban a poder hacer nada", explica Maite desde su casa. El impacto fue tal que Lía no se recuperó de las lesiones y falleció en el hospital al día siguiente.
La casa de su familia, en el barrio popular de La Isleta de Las Palmas de Gran Canaria, se llenó de preguntas. Y tan sólo tres días después, su padre, ingeniero civil, se trasladó a El Hierro junto a un notario para buscar respuestas. Allí pudieron atestiguar la situación en la que se encontraba el lugar de los hechos, que dio resultado a un informe pericial firmado por el arquitecto Abraham Medina Sanabria.
El profesional subrayó que "la falta de alumbrado público y las protecciones inadecuadas hacían del espacio un lugar muy peligroso, especialmente de noche". "Las deficiencias han estado presentes desde el 2011, momento en que se ejecuta la obra, por lo que es una negligencia continuada en la gestión y mantenimiento de la infraestructura", explica la familia a EL ESPAÑOL.
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Entrada a una finca privada
La zona es un un lugar bastante popular de la Villa de Valverde por la presencia de la única sala de fiesta nocturna que existe en la isla de El Hierro, el Pub La Lonja. La plataforma por la que cayó Lía da acceso a una finca agrícola privada. Sin embargo, ésta tiene acceso directo desde la vía principal y, según el Sistema de Información Territorial de Canarias, el titular de la misma es el Ayuntamiento de Valverde.
El informe pericial preliminar detalla la ejecución de una obra en la Nueva Calle San Francisco-San Juan, el lugar de los hechos, en 2011. Ésta incluía la construcción de un acceso a una finca privada como parte de un compromiso contenido en el Decreto de la Alcaldía nº 380 de 20 de abril de 2006; en el que el alcalde garantizó el acceso a la finca tras la ocupación parcial de sus terrenos para la nueva calle.
La familia de Lía, a través de sus abogados, ha solicitado varias piezas clave de documentación al Ayuntamiento de Valverde para clarificar las circunstancias del accidente y las responsabilidades involucradas. El organismo no facilitado el expediente ni el proyecto del acceso a la finca, lo cual es crucial para entender cómo y por qué se ejecutó la obra. Además, la documentación solicitada registra todas las órdenes dadas por la dirección de obra, lo que podría explicar si existe negiglencia en la implementación y mantenimiento de las medidas de seguridad o no.
"La falta de alumbrado público y de barreras adecuadas, así como la insuficiente altura de los muros de protección, indican que no se cumplieron las normativas de seguridad necesarias para una obra pública. Estas deficiencias contribuyeron al accidente fatal, lo cual pone en cuestión la responsabilidad del Ayuntamiento en asegurar un entorno seguro para los ciudadanos", concluye el informe.
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Archivo de la justicia
Cuando la familia se personó en el juzgado herreño descubrieron que el caso ya estaba archivado. "No hubo investigación. Había fallecido una persona y enseguida archivaron el caso. Nuestros abogados tuvieron que recurrir y en el recurso pudimos presentar nuestras pruebas, llevábamos todo lo que la obra incurría", explica Maite.
El testimonio de un tinerfeño, Yeray Morales, pudo cambiar el curso de la investigación. El joven explicó a la familia de Lía y a los medios de comunicación locales que seis meses antes del accidente fatal, él también había sufrido una caída en el mismo sitio: "Está en conocimiento de las autoridades porque tengo yo también una denuncia y aún así no hicieron nada", declaró en una radio.
Los abogados de la familia de Lía facilitaron el contacto de Yeray en el juzgado para que fuera citado también a declarar, pero no se tuvo en cuenta. "Hay una dejadez de funciones en toda regla", continúa Maite. "Todas las pruebas que presentamos no sirvieron de nada". El curso legal continuó en la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife. Allí la familia volvió a argumentar que existían indicios de que la muerte de su hija fue consecuencia de la negligencia en la gestión de las instalaciones donde ocurrió el accidente.
El tribunal, sin embargo, determinó que no existían pruebas suficientes para considerar la existencia de un delito de homicidio por imprudencia. Se señaló que el área donde ocurrió el accidente tenía las mismas características desde 2011, y no había registros de otros accidentes similares que pudieran alertar a las autoridades sobre un posible peligro. Además, concluyeron que "Lía accedió voluntariamente a una zona no habilitada, asumiendo un riesgo que finalmente resultó en su fatal caída".
Pero tanto Maite como Esteban no se rinden. Insisten en que buscan reabrir el caso aportando nuevas pruebas."Mi hija no sabía lo que se iba a encontrar porque no había luz ni señalización. Tampoco es cierto lo de que no hubiera registro de otro caso. No quisieron llamar a Yeray. Nosotros queremos que hagan una auditoría del proyecto", sentencia. Mientras tanto, recogen firmas en change.org e intentan poner luz sobre un caso en el que hace dos años que sólo reina la oscuridad.