El Ministerio de Trabajo que dirige Yolanda Díaz se plantó la pasada semana ante la patronal: tenían siete días para aceptar la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas en detrimento de las 40 horas actuales. Todo ello, sin bajada de sueldo para los asalariados. A pesar de que asociaciones como Cepyme (Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa) han apuntado que esto supondrá una coste asociado de 42.000 millones de euros, los sindicatos defienden que no es un cambio drástico: ya quedan pocos sectores donde el convenio establezca jornadas semanales de 40 horas y la jornada laboral media en España es de 37,7 horas. Por ello, Gobierno y sindicatos lo sacarán adelante sin apoyos.
Ejemplos de que es factible hay muchos y en distintos sectores. Uno de ellos es el de Zataca Systems, empresa de Elche (Alicante) que lleva años con esta jornada laboral. Su CEO, Pedro Sánchez, recuerda que los desarrolladores web siempre han tenido este convenio. Sin embargo, duda que se pueda expandir. "No creo que se pueda dar en todos los sectores", dice.
Sánchez fue uno de los primeros en implementar la jornada laboral de cuatro días impulsada desde partidos como Más Madrid. Hizo la prueba y le fue bien, aunque actualmente el 75% de su plantilla trabaja los cinco días.
"Lo hicimos para diferenciarnos y para ayudar a la conciliación", recuerda. Los trabajadores de cuatro días —siempre con el viernes libre, recuerda— también realizan una jornada de 37,5 horas semanales.
En la empresa de Sánchez se dedican "al desarrollo de softwares en varios sectores como Energía, Sanidad, Transportes… Estamos especializados en plataformas para servicios grandes".
El ejemplo de Zataca
Las dudas que aguarda Sánchez sobre el nuevo acuerdo, aún en el aire, son muchas. "Les va a picar a los empresarios, como es normal. Habrá que ver qué ocurre con la conciliación y con la cotización. No sé si va a poder aplicar a todos los sectores por el tema económico. Será alrededor de un 8% de horas menos de horas de trabajo que la empresa deberá amortizar", concluye.
Por el momento, Sánchez pregunta si se han realizado estudios suficientes para saber si es soportable. "Cuando nosotros implantamos la jornada laboral de cuatro días vinieron las instituciones a hablar con nosotros y a preguntarnos. Hay que simular el impacto".
En todo caso ninguna de las dos normas ha impedido a la empresa de Sánchez avanzar. "Hemos crecido bastante y es nuestra seña de identidad", asegura. La pregunta es si hubiera crecido igual la empresa con los trabajadores haciendo 40 horas semanales. "No lo sé", apunta.
Cuando se le pregunta si ha notado en sus trabajadores un mayor rendimiento o productividad, Sánchez no puede comparar porque siempre tuvo la misma jornada laboral. "Los trabajadores en realidad se fijan más en el sueldo. Cuando tenemos que negociar les recordamos que aquí hacen 37,5 horas y no 40. Pero si les ofrecen más dinero... Al final el trabajador quiere dinero".
Sánchez tiene claro que "dos horas y media a la semana no es tan importante para declinarse. Es más importante el sueldo". Al final, se trata solo de media hora más o menos al día y en Zataca Systems cada uno elige el horario que mejor le convenga, mientras trabajen 37,5 horas semanales.
Sin acuerdos
Una vez más, la reducción de la jornada laboral ha traído consigo la queja de los empresarios, que no han dado su visto bueno a la proposición del gobierno. El equipo de la vicepresidenta Yolanda Díaz exigió propuestas por escrito a la CEOE esta semana. Sin embargo, este lunes no llegaron.
Por eso, el equipo del Ministerio de Trabajo anunció con anterioridad que, haya acuerdo o no, cuando sea aprobado por el Consejo de Ministros, en un rango temporal no muy amplio, remitirá la nueva norma a las Cortes.
La idea es que en este 2024 la jornada laboral se reduzca a 38,5 horas. El 1 de enero de 2025, la jornada quedaría reducida a 37,5 horas de máxima. Esto, como se ha dicho, no implicaría ninguna rebaja salarial.
Los sindicatos celebraron esta idea la pasada semana. Mari Cruz Vicente, secretaria confederal de acción sindical de CCOO, hablaba de documento en positivo. Además, pedía a la CEOE que expusiera "exactamente qué es lo que quiere".
Fernando Luján, vicesecretario general de Política Sindical de UGT, apuntaba que la propuesta gubernamental se acercaba a sus "objetivos". "Queremos un acuerdo (tripartito), pero si no lo hay, estaremos con el Gobierno apoyando la reducción de jornada".
En la reunión de este lunes, el Gobierno acusó a la CEOE de "burlarse" del diálogo social. Joaquín Pérez Rey, secretario de Estado de Empleo, lamentaba que "la postura de la patronal" había sido "decepcionante": "Ha dejado mucho que desear".
En dicha cita, Luján explicaba que "por parte de las organizaciones patronales no se ha traído ninguna propuesta a la reunión, ni siquiera se ha despejado incógnita de si quieren aceptar el compromiso del Gobierno con la ciudadanía de reducir el tiempo de trabajo".
Los costes
Las voces críticas críticas la reducción de la jornada laboral no han tardado en darse. Este lunes, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) aseguró que la implantación de esta jornada laboral afectará al 67% de los trabajadores, unos 14,2 millones de personas.
Fedea apunta que los efectos negativos serán más pronunciados en las pequeñas empresas, sobre todo en aquellas como el turismo, la hostelería y el comercio. Por eso, Fedea pedía un régimen transitorio de al menos dos años para permitir la adaptación de la negociación colectiva.