A estas alturas seguro que ya te has topado con alguna botella de agua, de refresco o incluso de leche en la que, al abrirla e intentar separar el tapón, te has encontrado con que este se queda "atado" a la botella. Hay quienes piensan que los fabricantes han ideado este diseño para evitar que los consumidores pierdan el tapón, pero el motivo por el que esto es así es muy diferente. En realidad, es una ley que obliga a todos los fabricantes a que sea así con el objetivo de reducir la contaminación de microplásticos en un 30 % de aquí a 2030.

Se trata de una cuestión que ha ido aumentando en el último año de forma decidida y progresiva por muchas compañías que dan un paso ecológico, en ocasiones adelantado, pero a todas luces obligatorio de forma inminente. Esta medida se implementa en busca de un valor residual en una economía circular, enfocada en la sostenibilidad y la reutilización de materiales.

El apartado 1 del artículo 57 de la ley 7/2022, del 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular dice lo siguiente: "A partir del 3 de julio de 2024, sólo se podrán introducir en el mercado los productos de plástico de un solo uso enumerados en la parte C del anexo IV cuyas tapas y tapones permanezcan unidos al recipiente durante la fase de utilización prevista de dicho producto. A estos efectos, las tapas y tapones de metal con sellos de plástico no se considerarán de plástico".

Imagen de archivo del tapón de las botellas.

El cierre adherido supone la puesta en práctica de varias medidas de la Unión Europea y de nivel estatal cuya finalidad es minimizar el impacto ambiental de estos residuos. La comunidad especifica en su norma que los tapones y las tapas de las bebidas son algunos de los artículos de plásticos de un solo uso que más se encuentran tirados entre otros sitios, en las playas del continente.

En definitiva, se trata de prepararse, de tenerlo todo listo para adaptarse a la normativa aprobada el pasado junio de 2019 por el Parlamento Europeo y que entrará en vigor a partir del 3 julio de 2024. Es decir, mañana.

Empresas como Coca-Cola y Asturiana, ya llevan varios años a comercializando en España sus botellas de plástico con tapón adherido para facilitar el reciclaje, adelantándose a los requisitos de la nueva directiva europea. De esa manera sus envases son más sostenibles y se incentiva el reciclaje entre sus consumidores.

Medidas medioambientales

Esta medida complementa la norma que prohíbe comercializar los diez residuos de plástico de un solo uso más encontrados en las playas europeas. Desde el 3 de julio de 2021, no se pueden vender platos, cubiertos, pajitas, palitos de globo y bastoncillos de algodón de plástico de un solo uso en los mercados de la UE.

Asimismo, a finales de octubre de 2023, se prohibió la venta de productos que contengan microplásticos añadidos de forma intencional, como en cosméticos, juguetes, detergentes y purpurina, para evitar la liberación de medio millón de toneladas de esta materia y proteger el medioambiente.

Además, se refuerza el principio de 'quien contamina paga' con medidas específicas, destacando la responsabilidad ampliada para los productores, especialmente en la industria del tabaco. Esto significa que una empresa que cause daños medioambientales es responsable de los mismos, por lo que debe tomar las medidas preventivas o reparadoras necesarias y sufragar todos los costes relacionados.

Todo este paquete de normas se enmarcan dentro de la Estrategia de la UE contra los plásticos, que pretende "prevenir y reducir el impacto medioambiental de los productos de plástico para fomentar la transición hacia una economía circular".