De terminar la carrera universitaria de Historia, verse sin trabajo y con las ansias de entrar pronto al mercado laboral, Ángel López, natural de Ferrol decidió apostar por una Formación Profesional, sin imaginar que ese era su camino y en dos años sería fichado por Neosic, una de las grandes empresas de la región.
Años atrás era inusual ver jóvenes decantarse por una FP, solía quedarse como una alternativa secundaria a la educación universitaria. Sin embargo, ahora se posiciona como primera opción en algunos sectores por su alta empleabilidad.
En el caso de Ángel, explica a EL ESPAÑOL que terminó el Bachillerato de Ciencias en un colegio público. Decidió hacer la carrera de Historia por vocación. La empezó en 2014 en la Universidad de Santiago de Compostela y la terminó en 2020, justamente en plena crisis del Covid. Razón por la cual era más complicado encontrar un trabajo en ese sector.
Mientras estudiaba, el joven tuvo la oportunidad de trabajar un verano en un hotel en turno de noche como recepcionista. También le tocó cubrir la baja de un compañero de seguridad.
Otra de las pasiones de Ángel era el dibujo técnico y la construcción, que le tocaba de cerca porque su padre es albañil de toda la vida. “Cuando era pequeño en algunas ocasiones me llevaba donde hacía sus trabajos. Allí conocí sus herramientas y el paso a paso de una obra”.
Al ver que los meses transcurrían y no lo llamaban de ninguna empresa, tomó la determinación de matricularse en el ciclo superior de Proxectos de Edificación en el Centro Integrado de Formación Profesional Rodolfo Ucha Piñeiro, en Ferrol.
El grupo de estudiantes al inicio era de 15, pero en la etapa final quedaron solo cuatro. Por diversas circunstancias se iban retirando los alumnos. En cambio, él tuvo la oportunidad de realizar la modalidad de Formación Dual, que le permitió hacer prácticas en una empresa.
Fichado por Neosic
En el segundo semestre del segundo curso ingresó en calidad de trabajador en prácticas a Neosic, una empresa del grupo Nervión especializada en el diseño, construcción y montaje de andamios. Ganaba 600 euros al mes.
Ángel López en un día de trabajo en la empresa Neosic.
En el polígono Vilar do Colo, donde se ubica la empresa fue bien recibido y al terminar ese periodo vino la oferta para quedarse con contrato. “Era lo que estaba deseando desde el inicio. Me encanta el dibujo”, señala Ángel
“En esta empresa me dedico a hacer el diseño en planos de las piezas para montar andamios, específicamente para proyectos de industria. Tengo más de un año con ellos y me siento muy cómodo y valoran mi desempeño”.
Ahora, Ángel a sus 28 años se encuentra en un momento de ahorrar todo lo que puede para poder independizarse, de momento sigue en casa de sus padres.
Presión por la carrera universitaria
Las personas que se decantan por la universidad suelen buscar puestos de trabajo de alta remuneración dependiendo de la carrera que han elegido. En el caso de Historia, no está en su mejor momento.
Algunos padres y la sociedad actual presionan a los jóvenes para seguir la universidad después de terminar el Bachillerato. El problema recae cuando se frustran al no conseguir empleo o tienen que emigrar al extranjero porque el salario es mejor en otro sitio.
Una Formación Profesional te prepara para un trabajo específico y te da habilidades prácticas para aplicar de inmediato. En el caso de la universidad, es más teórica y amplia. Puedes optar en un campo que requiere un nivel de especialización, para seguir con un curso de posgrado o un doctorado.
Ángel de 28 años en su pueblo Ferrol
Según el informe Panorama de la Educación 2023 de la OCDE, el 83% de los titulados en FP de Grado Superior están trabajando dentro de los tres o cuatro años posteriores a su graduación, en comparación a los que terminan la universidad que alcanzan esa cifra después de cinco años.
La FP Dual
En esta modalidad, un estudiante puede tener una presencia mayor que en las fases de prácticas convencionales, que suelen situarse durante los últimos meses académicos.
Hay empresas que apuestan por reclutar nuevos perfiles y contactan con los centros, firman el acuerdo y según sea la necesidad, ofrecen el programa de prácticas. Como es el caso ocurrido con la empresa Neosic, del grupo Nervión con el CIFP Rodolfo Ucha, en Ferrol.
El mercado actual está renovándose constantemente, sobre todo, después de la pandemia, por ello, esta alternativa permite a los estudiantes darles las aptitudes necesarias para saltar al ámbito laboral.
En distintas comunidades autónomas, se vienen llevando a cabo, se suscriben acuerdos de colaboración entre las compañías y las instituciones públicas. De esta manera, se benefician las empresas de subvenciones para abonar a la Seguridad Social de los estudiantes.
España cerró 2023 con una tasa de paro juvenil del 28,36%, según el INE. Esto significa que hay unos 481.500 jóvenes de entre 16 y 24 años que están en disposición de trabajar, es decir, forman parte de la población activa, pero no consiguen un empleo.