Discotecas, eventos, fiestas privadas, botellones, celebraciones multitudinarias de equipos de fútbol…; no existe ambiente festivo alguno en nuestro país en el que una marabunta no se haya desgañitado cantando ‘La Potra Salvaje’, la canción que ya ha superado los 17 millones de reproducciones en Spotify y ha alcanzado el número 2 de las canciones más virales del mundo. Este tema, más cercano al pasodoble que a la música urbana, ha sido versionado hasta ser uno de las candidatos a canción del verano. Sin embargo, su autora, Isabel Aaiún, jinete de profesión, nunca quiso ser cantante.
Isabel proviene de una estirpe a la que llaman "los zapateros", debido a que su abuelo y su bisabuelo se dedicaban a este oficio en su localidad natal, Venganzones, en la provincia de Segovia.
Desde allí se trasladaron sus padres hasta recalar en Alcorcón (Madrid), donde desarrolló, recién cumplidos los 10 años, una fascinación sin límites por los caballos. "No sé de dónde me viene esta pasión, de familia seguro que no porque nadie en mi casa ha tenido caballos ni nada parecido", revela Isabel en una entrevista con EL ESPAÑOL.
Sin embargo, tan claro tenía la pequeña que quería dedicarse al mundo equino que pronto comenzó a limpiar cuadras a cambio de recibir clases y montar. "En casa no teníamos mucho dinero, y no me podían pagar las clases. Así que si tenía que limpiar cuadras, pues lo hacía. Hacía lo que fuera por poder montar a caballo", cuenta.
Desde entonces, se ha dedicado al cuidado y doma de caballos en todas sus facetas, desde darles de comer hasta asistirlos cuando tienen visita con el veterinario. "De niña ya era capaz de desbravar potros y de amansar caballos locos”, dice.
Así, con el paso de los años y tras tantas horas de dedicación al caballo, se convirtió en jinete profesional. “Una vez que te subes a un caballo ya es imposible bajarte", asegura Isabel, quien hace años decidió marcharse de Madrid para echar raíces en la pequeña localidad segoviana de donde provienen sus padres.
Ahora, a sus 37 años, Isabel Aaiún está viviendo un sueño. Ha conjugado la música con su gran pasión para presentar al mundo ‘La potra salvaje’, el hit que a día de hoy parece destinado a convertirse en la canción del verano. Sin embargo, la música nunca estuvo en los planes de esta segoviana. "En mi familia siempre hemos sido muy artistas. Mi tía toca la guitarra, mi tío toca el violín, tengo un primo saxofonista… Yo, sin embargo, no era la típica persona que se arranca a cantar con gente. Nunca quise ser cantante", asegura.
No obstante, el destino quería que esta joven sacara a la luz su brillante voz, y fue gracias al acierto de Pablo Mora, el cantante de Lagarto Amarillo, quien, intuyendo el talento que se escondía detrás, le propuso hacer una colaboración. "Casi nunca había cantado en público hasta que Pablo me descubrió y me propuso cantar con él. Desde entonces, la gente empezó a preguntarse quién era yo. Querían escuchar alguna cosa mía en solitario... Y claro, no había nada, porque yo nunca había grabado nada", relata.
De esta manera, a finales de 2021, Isabel decidió, con el apoyo de Pablo Mora, componer ‘La potra salvaje’ (Niquel Records). "Lo hicimos sin muchas pretensiones, simplemente por ver qué pasaba. No había nada planeado", explica la autora, cuyo tema fue sumando visitas en Youtube y llamando la atención de cada vez más adeptos.
Esta espectacular carta de presentación, de ambiente épico con tintes de feria y de pasodoble, llegó a los oídos del dj Fernando Moreno, quien se encargó el año pasado de hacer el remix que hoy se baila en todas las discotecas del país. "Fernando comenzó a pinchar la canción y de repente se la pedían tanto que decidió hacer el remix", explica la joven. "Entonces, me empezaron a llamar de todos sitios para ir a cantar. Para mí era increíble. Me convertí en cantante de un día para otro", revela.
Pregunta: ¿Cuál cree que ha sido la clave de este éxito?
Respuesta: No lo tengo muy claro, pero creo que es una canción que tiene un mensaje muy bonito. Hace vibrar a la gente. Todo el que la escucha se suma a cantarla.
P.: ¿Qué mensaje transmite con ella?
R.: La canción habla de mí. Ya desde el título, habla de mi pasión por los caballos. Pero es una canción más profunda que eso. Invita al perdón, a avanzar en la vida a pesar de los obstáculos. Tiene un mensaje universal que por la circunstancia que sea te llega. Al final, cada persona lleva este mensaje a su terreno personal y a sus luchas internas. Es como un mantra que repites. Es una canción que une a la gente.
P.: La canción también habla del empoderamiento femenino, de la igualdad y la independencia de las mujeres. Es importante también el mensaje que está lanzando a tantas personas y a tantos jóvenes que la escuchan, ¿no?
R.: A cada uno le cala por un sitio. La persona que se haya sentido ninguneada, por cualquier motivo, esta canción la colma de fuerzas. Tiene un mensaje de sentirse libre, de ser salvaje como una potra. Y muchas mujeres, aunque también hombres, pueden reflejar en ella esa lucha por conseguir sus derechos, lo cual me parece muy bonito.
Gracias a la rápida expansión de las redes sociales, ‘La potra salvaje’ se ha viralizado hasta escucharse en todo tipo de ambientes, aunque si hay un evento que le ha hecho especialmente ilusión a su autora es cuando sonó en la celebración de la Champions del Real Madrid. “Fue una sensación maravillosa. No la puedo describir con palabras. Como artista es un logro importante, pero como persona me llega al corazón y me emociona mucho. Sólo tengo palabras de agradecimiento. Y resulta extraño todavía cómo esta canción puede hacer sentir tan bien a gente tan distinta a la que no conoces de nada”, expresa.
Ahora, con la ilusión de seguir cabalgando a su potra hasta cada rincón del planeta, Isabel arranca una gira por España que comienza el 26 de octubre en la LaSala del WiZink Center de Madrid, su primera gran cita. "Tenemos muchas ganas, todo el equipo está muy ilusionado. Nos estamos preparando para hacer un show bonito y que la gente lo disfrute al máximo. Mi mayor objetivo es que la gente, cuando salga del concierto, se vaya feliz a su casa", dice.
Aunque tanto reconocimiento en tan poco tiempo podría cambiar la vida y aspiraciones de cualquiera, Isabel continúa con los pies en la tierra, o más bien, con las botas ancladas a los estribos del caballo. "Lo que más me ha cambiado es que sales a la calle y alguien te reconoce, pero, más allá de eso, mi vida sigue igual. Llevo una vida muy tranquila y normal, sigo en mi casa, en el campo con mis animales, sigo haciendo los mismos planes de siempre", comenta.
“Nunca haré reguetón”
Sin embargo, el cambio más significativo en la vida de la cantante se produjo en noviembre del año pasado cuando tuvo que tomar la difícil decisión de apostar por la música o seguir dedicándose profesionalmente a ser jinete. "Decidí darle una oportunidad a la música y dedicarme de lleno al proyecto. Con la música no tengo tiempo, sería imposible compaginarlo. Aunque los caballos siguen y seguirán formando parte de mi vida. Si me quitas los caballos no sería yo, así que ahora lo hago más por hobby", revela.
P.: Ha logrado 14 millones de reproducciones en diferentes plataformas digitales, imagino que eso también se traduce en grandes beneficios económicos.
R.: Pues si te digo la verdad, no es algo que me preocupe. No tengo ni idea. Esas reproducciones son reconocimiento y gratitud, y eso es lo más importante ahora mismo para mí, más allá de los números.
P.: Ahora que su canción ha pegado tan fuerte en discotecas con la versión remix, ¿nos sorprenderá con alguna de reguetón?
R.: Ya te adelanto que no, porque no soy una cantante de reguetón. El estilo será parecido al que habéis escuchado, yo apuesto mucho por el folklore español.
Lo que Isabel también tiene claro es que sus aspiraciones de futuro pasan por disfrutar del momento. "No tengo un plan de futuro. No pienso en estar en grandes lugares ni escenarios, sólo pienso en lo bonito que es este momento actual. Mi objetivo en la vida es ser feliz siempre haciendo lo que quiero hacer", expresa.
Por el momento, la segoviana está trabajando en componer su primer disco. Y es que, 'La potra salvaje' es sólo un comienzo de lo que se presupone que será una exitosa carrera. “Isabel Aaiún tiene todavía mucho que contar. Estoy en el estudio todos los días preparando todas las canciones que están por venir", asegura. Entre estas canciones nuevas, una estará dedicada a su abuelo Martín, su “mayor referente en la vida, que por desgracia ya no está”. “Será una vuelta a mis raíces, aunque de momento no puedo desvelar nada. Lo que está claro es que nos vamos a encontrar con canciones autobiográficas que saldrán desde el corazón”, comenta.
Para lograr todo lo que está por venir, Isabel se refugia en su familia, su mayor apoyo. “La verdad que tengo la suerte de tener una familia ejemplar que ha influido mucho en mi vida. Y ahora me están apoyando en todo lo que necesito, como siempre lo han hecho”, dice. Ellos, sin duda, siempre sujetarán las riendas para que la potra no desboque.