La humedad multiplica el calor y una ola de vida que se escucha, pero que no se ve, hace percatarse al visitante de que no está solo: son los humedales del Mar Menor, unos ecosistemas híbridos que ejercen de frontera con la laguna salada más importante de España y de Europa. Para apreciar en toda su plenitud estos espacios, hay que ir acompañado de quienes más los conocen: los científicos que trabajan en ellos, como Antonio Zamora y Adrián Guerrero, ambientólogos de la Universidad de Murcia (UMU).
Estos investigadores conocen cada detalle de su lugar de trabajo: el humedal de la playa de La Hita, a caballo entre los municipios de Los Alcázares y San Javier. Y durante el mes de julio, hasta el próximo día 12, Antonio y Adrián formarán parte del equipo de científicos de la UMU que dirigen: Mar Menor Road Trip, unas jornadas de divulgación, cuyo objetivo es dar a conocer sobre el terreno los proyectos que la Universidad de Murcia está desarrollando en el ecosistema de la laguna.
EL ESPAÑOL acompaña a la pareja de ambientólogos en la primera visita guiada por los humedales con un grupo de turistas y ciudadanos concienciados con el medioambiente. A lo largo de la visita, se evidencia la conexión que existe entre los dos jóvenes investigadores y el ecosistema en el que trabajan apasionadamente a diario. Cuando estalla el rugido de los aviones que despegan de la Academia General del Aire (AGA), haciendo volar decenas de aves, los científicos se detienen para escuchar con atención sus cánticos para tratar de identificar a qué especie pertenecen.
La visita comienza en la playa de Las Salinas de Los Narejos, a escasos metros de las cañas de los carrizales que conforman este espectacular humedal que se mueve entre el mundo acuático y terrestre. El reloj marca las nueve y media de la mañana, los ambientólogos comienzan con puntualidad su visita, cargando cajas y redes para la actividad que cerrará esta jornada: un arrastre de exhibición que realizarán los asistentes, en la orilla del Mar Menor, para conocer in situ las especies de peces de la laguna.
Esta primera visita del Mar Menor Road Trip es una de las más de 30 actividades gratuitas que la Universidad de Murcia realizará a pie de playa y que incluye: paseos en velero, talleres, conferencias... Desde la Unidad de Cultura Científica de la UMU destacan que se trata de "una oportunidad única, para disfrutar de una experiencia educativa y enriquecedora mientras se disfruta del entorno natural de una de las lagunas costeras más emblemáticas".
Además, este proyecto se presenta como una gran oportunidad para escuchar de primera mano lo que la comunidad científica tiene que decir sobre la salud de la laguna. Es el caso de Adrián y Antonio, los cuales afirman que el estado del Mar Menor es "estable, se puede apreciar una pequeña mejoría en los últimos meses". Aunque no tardan en advertir que esta situación, "en ningún caso", puede llevar a las Administraciones públicas a relajar las medidas de protección y recuperación de su ecosistema.
De esta manera, se podrá disfrutar cada día de una actividad nueva. Los interesados que acudan al Mar Menor en los próximos días podrán encontrar a los científicos de la UMU en San Pedro del Pinatar: el día 4, en la playa de Villananitos, y el 5, en la de la Puntica. Los días 8 y 9 estarán en la playa de Barnuevo en Santiago de la Ribera. También se desplazarán a La Manga, en la playa de Mistral, durante los días 10 y 11. Las jornadas acabarán el día 12 en la playa de Las Palmeras, en Los Alcázares.
El ambientólogo Antonio Zamora recalca que "todavía hay especies que se están recuperando de los episodios de mortandad sufridos en los últimos años". Por lo tanto, el investigador de la UMU insiste en que "no se pueden relajar las medidas de protección" de la laguna.
-¿Cuál es la situación actual del Mar Menor?
-Antonio Zamora: Pues la meteorología nos está salvando los muebles. Cuando un acuífero está contaminado, como sucede aquí, eso no se arregla de un día para otro, necesita irse recargando de agua no contaminada, y eso lleva tiempo. El problema es que si el agua mejora un poquito y los investigadores dicen que los parámetros han mejorado, como ha ocurrido, la Administración baja el ritmo. Lo que hay que decirles es que esta situación es una tregua: o se aprovecha, o en tres años esto será todavía peor.
Los dos investigadores llevan a los curiosos a través del paseo Sofía, que parte desde la playa de las Salinas de Los Narejos y transcurre entre los humedales, donde los carrizales son la vegetación predominante. A lo largo de todo el camino, la humedad se multiplica y el horizonte desaparece, oculto entre un mar de cañas.
Durante la visita, el discurso de los ambientólogos se centra en demostrar "la importancia de estos ecosistemas como filtros naturales": un papel que los convierte en aliados imprescindibles para regenerar la laguna.
En un momento dado, Adrián Guerrero detiene su explicación para señalar el vuelo de un Martín Pescador. Un poco más adelante, al escuchar el canto de un pájaro, vuelve a agudizar los oídos para tratar de determinar la especie del animalito que se esconde entre la vegetación. Basta apenas media hora de camino, para comprender hasta qué punto el lugar está plagado de una enorme biodiversidad que bulle en cada rincón.
Durante el recorrido guiado, los asistentes también se dan cuenta de la amenaza a la que está sometida la fauna de la zona. La evidente cercanía de los aviones militares de la Academia General del Aire (AGA) genera un estruendo continuo sobre las cabezas de los excursionistas y el vuelo de las aeronaves, según advierten los propios investigadores de la UMU, "dificulta" el de ciertas clases de aves.
Tal situación no pasa desapercibida para los asistentes, ya que se muestran "preocupados" por el impacto de la presencia de los aviones de la AGA tan cerca de un ecosistema rico en especies voladoras. Entre los ciudadanos concienciados con el medioambiente se encuentran Inma y Alfonso, originarios de la ciudad de Murcia, pero afincados en Los Alcázares.
El matrimonio destaca -bajo el sonido del vuelo de los aviones- que "estas jornadas son muy importantes, porque la gente no suele conocer la importancia de preservar estos lugares. Nos centramos en la importancia turística de los sitios, sin tener en cuenta su valor natural".
Los ambientólogos de la UMU, tras hora y media de paseo a través de los humedales, llevan al grupo de curiosos entre los que está este diario a la playa del Camping Mar Menor: una explanada vacía en la que no hay apenas bañistas, cuya estética monótona la rompen los humedales a un lado, y las caravanas que descansan a un tiro de piedra de la playa.
Justo en este punto, Antonio y Adrián realizan la actividad que concluirá la visita: un arrastre de exhibición con redes, para extraer varias especies de peces del agua. Con esta sencilla intervención, los asistentes pueden comprobar de primera mano y desde cerca, cuáles son las especies de peces más predominantes del Mar Menor.
Este proceso es el mismo que realizan los investigadores cada tres meses, en 18 puntos distintos de la laguna, con fines científicos. El objetivo, según explica Antonio Zamora, "consiste en muestrear las distintas especies, medir los ejemplares y observar los índices de diversidad, entre otras tareas". Evidentemente, los peces son devueltos al mar después de ser examinados, excepto los especímenes de cangrejo azul que pudieran salir del arrastre, tal y como ocurre en la visita guiada de este lunes.
Los citados crustáceos son una especie invasora que devora a sus compañeros de hábitat y están causando estragos en el Mar Menor. De hecho, el ejemplar recogido en el arrastre de exhibición, al ser puesto en la misma batea junto a otros peces, apenas tarda unos segundos en destruir a varios ejemplares marinos. Una muestra de la amenaza de esta especie por la que todos los investigadores tienen orden de no devolver al cangrejo azul, al Mar Menor, cuando se encuentran con algún ejemplar.
Una caravana divulgativa
Todas las actividades de Mar Menor Road Trip tienen como hilo conductor: "Dar a conocer las investigaciones que se están haciendo en el Mar Menor y las soluciones que pueden surgir a partir de ellas".
Esta iniciativa impulsada desde la Universidad de Murcia cuenta con la colaboración de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) y con el Ministerio de Ciencia y Universidades. Para participar en las actividades se recomienda inscribirse en el sitio web de la Unidad de Cultura Científica de la UMU.
Una de las actividades más originales de estas jornadas será la puesta en marcha de una caravana divulgativa. Este vehículo recorrerá distintas playas de la laguna: Los Alcázares, Los Narejos, La Ribera o La Manga, convirtiéndolas en epicentro de la divulgación científica. No todo es turismo.