Hay varios en España y son una opción cada vez más demandada "tanto por los padres, como luego por los hijos, que quieren repetir", cuenta a EL ESPAÑOL el responsable de uno de ellos que aparecer en este reportaje. Son campamentos de verano donde se recibe instrucción de orientación militar. Están abiertos a niños y adolescentes, chicos y chicas, hasta los 21 años. En muchos de ellos, como el Campamento 'El Gran Capitán' en Navacerrada (Madrid) está completo los meses de julio y agosto y tiene hasta lista de espera. 

El Campamento de orientación militar Don Pelayo también está en Madrid, en Miraflores de la Sierra. Está dirigido a chicos y chicas de 7 a 21 años que desean "conocer el mundo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado o simplemente vivir su propia aventura y conocer la vida militar", reza la web. Cuesta 650 euros a la semana, ampliables, y va incluida la manutención al completo. Uno de sus participantes, el verano pasado, fue Simeón Hassan Muñoz de Bulgaria, el hijo de Kalina de Bulgaria y Kitin Muñoz

"Pasó totalmente desapercibido, fue uno más. Nos enteramos de quién era cuando fueron a recogerle", cuenta una madre cuya hija comenzó a participar en el campamento con 12 años y ahora tiene 20. "El primer año había pocas niñas. El segundo, una barbaridad. Van muchísimas niñas". Este campamento, incide, es "inclusivo, acoge a niños con distintas capacidades". También es bilingüe en inglés. 

Los niños y niñas van con el uniforme del ejército de Tierra. Al entrar, se les llama cadetes, y practican educación física, marcha, natación, primeros auxilios, topografía y orientación, actividades policiales o tiro.

Muchos de ellos, ya adultos, han encaminado su carrera profesional hacia las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, pero continúan participando en el campamento ya como monitores. "Como mi hija. Se sacó la titulación requerida y va todos los veranos. Lo hacen muchos. Uno de ellos ha sido compañero de la princesa de Asturias en su Instrucción y ahora en septiembre sale de teniente de la Guardia Civil". 

En todos los campamentos, el espíritu es militar: "Primero aprenden a respetar la jerarquía, la disciplina y la organización. Tienen que tenerla, porque si no, como son tantos, no funcionaría", relata la mujer. Es decir, los valores de la vida militar para que se conozca "más de cerca como se trabaja en la Fuerzas Armadas", relata la web.

EL ESPAÑOL ha tratado de contactar con los responsables de 'El Gran Capitán' y 'Don Pelayo'. El primero ha manifestado que el suyo "es el más grande de España y de Europa", en una finca de 42 hectáreas. Es también el más demandado y tiene lista de espera. En él, además de vivir la experiencia militar, los jóvenes "coserán, lavarán su ropa, barrerán, vigilarán el sueño de sus compañeros y aprenderán a pertenecer y a deberse alguien más que a sí mismos", según detallan en su página web. 

"No solemos colaborar con la prensa. Preferimos tener un perfil bajo y que por nosotros hable nuestro trabajo", responde a EL ESPAÑOL. El personal que trabaja con los adolescentes, hombres y mujeres, son todos militares y exmilitares de distintas secciones. También hay guardias civiles y exguardiaciviles. 

Un ejercicio, en el campamento Don Pelayo, el pasado verano. Facebook Campamento Don Pelayo

El Campamento Don Pelayo también ha rehusado participar. "No vamos a permitir que nadie manche ni nuestro nombre ni nuestro trabajo. Nos centramos en el trabajo y el buen hacer", responden. ¿El motivo? Abrieron sus puertas a un medio de comunicación "y escribieron que los niños eran niños soldado y que hacían prácticas de tiro, cuando lo que estaban haciendo era jugar al aircroft", detalla la madre consultada, quien abunda que aquello "alarmó a los padres innecesariamente".

"Los niños", abunda, "tienen un seguimiento continuo, se les puede dejar con todas las garantías. Te mandan fotos de ellos privadamente, y estás continuamente recibiendo información de qué están haciendo exactamente". 

-¿Se nota el cambio cuando regresan a casa?

-Muchísimo. Allí se lo tienen que hacer todo de acuerdo a su nivel de edad. Aprenden disciplina y jerarquía. 

No sólo hay campamentos militares de verano de tipo privado. También los organiza la Dirección de Asistencia al Personal del Ejército de Tierra (Diaper). Aunque las actividades son diametralmente distintas y no hay que ir de uniforme, a ellos concurren adolescentes cuyas familias están vinculadas al Ministerio de Defensa, incluyendo Guardias Civiles. Las plazas se cubren rápidamente y muchas solicitudes se quedan fuera. Se celebran en 13 ubicaciones distintas en territorio español, algunas en zonas de costa, lo que propia que su temática esté vinculada hacia la náutica.

Dos de ellos se celebran en la Residencia Militar de Estudiantes en Ronda (Málaga). "Estás en un campamento organizado por el Ejército, muestra en tus relaciones con tus compañeros, monitores, director y gente que te irás encontrando, una actitud que realce la institución", avisa la solicitud que hay que cumplimentar para ultimar la plaza.