Un código QR para moverse por el centro y controles para pasar de un lado al otro del Sena. París se transforma para garantizar la seguridad de 15 millones de visitantes durante la celebración de los Juegos Olímpicos. La prueba de fuego será la ceremonia de inauguración que se celebrará el próximo 26 de julio, un auténtico desafío para la seguridad que será el punto de partida de 16 días de competición donde 15.000 deportistas de 206 países lucharán por las codiciadas medallas. 



 En el capítulo de hoy entrevistamos a Marianne Pellistrandi. La responsable de Tecnología para la ceremonia inaugural asegura que desde el 17 de junio trabaja junto a un centenar de personas día y noche para garantizar una ceremonia “brillante y espectacular”. Serán unos seis kilómetros de celebración a lo largo del Sena. "Habrá cámaras en los barcos y animaciones en monumentos emblemáticos de la ciudad simultáneamente a la celebración de la jornada inaugural". Considera que es todo “un desafío organizarlo en el centro de París”, ya que implica más complejidad.



Brais Cedeira, reportero de Interior y Defensa en EL ESPAÑOL, nos cuenta cómo se blinda París y entrevistamos a Miguel Cañellas, teniente coronel de la Guardia Civil destinado en el Estado Mayor y responsable del contingente de la Guardia Civil en los Juegos Olímpicos. “Nos solicitaron especialistas concretos, personal de seguridad ciudadana y también en el ámbito de la desactivación y localización de explosivos”, apunta.



 Por último, Jorge Pacheco, redactor de deportes en EL ESPAÑOL, nos da los detalles de la vida de los deportistas y su entorno en la Villa Olímpica, una ‘miniciudad’ bunkerizada en el popular barrio de Saint-Denis.