Cristina era la compañera de piso de Diana y de su novio, Alfonso. Pero la convivencia ha terminado de forma trágica: Cristina ha ingresado en prisión por matar a golpes -supuestamente- a Diana. Así lo ponen de manifiesto las imágenes de los terribles moratones que presentaba la víctima mortal, a lo largo de casi todo su cuerpo, cuando un equipo de la Policía Judicial acudió a la habitación 3212 del Hospital Santa Lucía de Cartagena donde acababa de fallecer Diana Romero García (Madrid, 1964).
EL ESPAÑOL ha accedido al atestado de la Guardia Civil que expone que la presunta agresión que desencadenó este homicidio tuvo lugar el 14 de junio en una casa del Puerto de Mazarrón: uno de los puntos más turísticos de la Región de Murcia. Las lesiones que sufrió Diana, a manos presuntamente de su compañera de piso, Cristina A. M. (Marruecos, 1972), la condujeron a un hospital donde no fue capaz de sobreponerse de las "múltiples fracturas costales" que presentaba, además de una "hemorragia digestiva" y "alveolar" que le detectaron durante un TAC.
El citado atestado expone que esta amante de los perros murió cinco días después de su ingreso: "Siendo las 21.45 horas del 20 de junio de 2024, se tiene conocimiento a través del Equipo Territorial de Policía Judicial de la Guardia Civil de Cartagena, del fallecimiento de una mujer en el Hospital Santa Lucía y que supuestamente había ingresado, el pasado 15 de junio de 2024, como consecuencia de los golpes recibidos por una mujer con la que comparte domicilio en el Puerto de Mazarrón".
De momento, Alfonso es el testigo clave de este truculento episodio de convivencia. Este madrileño, de 49 años, criado en Ciudad Lineal, era la pareja sentimental de la difunta Diana, de 60 años. El atestado también incluye imágenes donde los policías judiciales subrayan que Alfonso presentaba "signos de haber sufrido una agresión". De hecho, el novio de la fallecida relata a los investigadores que también fue una víctima de lo sucedido el '14-J' porque reside en el mismo inmueble del Puerto de Mazarrón: "Cristina A. M. vivía conmigo y con mi pareja, Diana Romero García".
"El día de los hechos, sin mediar palabra, Cristina, al regresar de la calle, comenzó a golpearme a mí, y posteriormente a Diana, mediante arañazos, puñetazos y golpes con distintos objetos contundentes que cogía de la casa", tal y como afirma Alfonso. Aquel violento episodio, entre este trío de compañeros de piso maduros, ocurrido la noche del viernes 14 de junio, centra una investigación del Juzgado de Instrucción número 1 de Totana, para esclarecer si antes hubo una discusión entre las dos mujeres o alguna desavenencia por la convivencia o por cualquier otro motivo.
De momento, lo único que está claro es que la agresión terminó siendo mortal para Diana, según expone su pareja sentimental a la que sacaba once años de diferencia: "Ante las lesiones que Cristina nos produjo, tanto a Diana como a mí, llamé al Teléfono de Emergencias 112, para pedir asistencia médica y Diana fue atendida esa misma noche. Diana seguía encontrándose mal al día siguiente, por los golpes recibidos por parte de Cristina, y se marchó al Hospital Santa Lucía de Cartagena".
Esta sexagenaria ingresó en el Santa Lucía el 15 de junio y Alfonso afirma que murió, solo cinco días después, por las lesiones que le causó su compañera de piso: "En la noche del 20 de junio, como consecuencia de las heridas sufridas en la agresión, Diana fallece". Nada más confirmarse el deceso y a la vista del testimonio de su novio, una patrulla de la Guardia Civil se desplazó a la casa que compartían en el Puerto de Mazarrón, para arrestar a Cristina, por un delito de homicidio.
"Se hace constar que en el momento de la detención, el pantalón de la detenida presentaba distintas manchas en la zona de la pierna derecha y parecen ser de sangre", tal y como subraya literalmente el atestado del equipo de Policía Judicial.
De esta forma, se ampliaba el turbio historial que a sus 62 años atesora Cristina. La Guardia Civil la arrestó en 2018, 2019 y 2020, por delitos de lesiones; en 2022, por un delito de atentado contra agente de la autoridad, y en 2023, por amenazas. Además, la Policía Nacional le puso los grilletes por malos tratos en 2017.
Cristina ha ingresado en prisión y ha contratado los servicios del abogado Eduardo Romera, para defender que ella no comenzó a pegar a Alfonso y a Diana, sin mediar palabra, sino que hubo una discusión previa entre ambas mujeres donde se enzarzaron a golpes. De hecho, existe un reportaje fotográfico de las heridas que presentaba Cristina que se incluye en el atestado de la Policía Judicial, junto a un parte de la intervención que desarrolló una patrulla de la Guardia Civil aquel trágico viernes 14 de junio.
En concreto, a las 2.05 horas de la madrugada, una patrulla fue requerida a su casa del Puerto de Mazarrón por un episodio de violencia doméstica: "Una vez en el lugar, los agentes se encuentran el patio de la vivienda con la puerta exterior que da a la calle cerrada, con una cadena y candado. Cristina M. es preguntada por lo sucedido y manifiesta que estaba en su vivienda con su compañera, llamada Diana, y que han discutido, llegando a las manos".
"En el lugar, se encuentran dos testigos que estaban en la vivienda, uno llamado Alfonso J. M., y que manifiesta que se encontró a las dos mujeres enzarzadas en la pelea, mediando para separarlas. El otro es Miguel Ángel G. y manifiesta que no vio nada porque se encontraba en el patio cuando comenzó la discusión en la planta de abajo". En ese momento, Diana estaba en la planta de arriba de la vivienda y los guardias civiles requirieron su presencia para preguntarle por lo sucedido.
"Se conmina a Diana, con voz elevada, para que se persone ante los agentes, respondiendo en un primer momento que se encuentra en la cama y que no quiere bajar", tal y como recoge el acta de intervención. "La fuerza actuante vuelve a requerir a Diana para que se persone ante los agentes. Diana aparece posteriormente en el patio y presenta heridas en la zona de la cabeza, manifestando que estaba acostada en la cama cuando, de repente, llegó Cristina y empezó a discutir con ella. La discusión se elevó de tono y Cristina comenzó a agredirla y ella se defendió".
Aquella noche no se practicó la detención de Cristina porque Diana rechazó denunciarla: "Preguntada si desea interponer denuncia, manifiesta que 'no'. La fuerza actuante, al ver las heridas que presenta, decide avisar a los servicios sanitarios para que acudan al lugar y asistan a Diana". Una ambulancia del SUAP asistió in situ a esta madrileña, pero su pronóstico empeoró y acabó ingresando en el Hospital Santa Lucía de Cartagena donde murió solo cinco días después.
Un médico explicó a la Policía Judicial que Diana ingresó el 15 de junio con fracturas en cuatro costillas y moratones casi desde la cabeza hasta los pies. Tal panorama lo pudieron comprobar los investigadores en la inspección ocular que le hicieron a la fallecida en la habitación 3212 del Hospital Santa Lucía: "Realizado el reconocimiento del cuerpo, se comprueba que el mismo presenta numerosos hematomas a nivel de cabeza y parte superior del cuerpo, ambos brazos y torso".
De modo que Cristina ha ingresado en prisión. Todo ello, debido al testimonio que prestó la propia fallecida a los agentes de la Guardia Civil que acudieron a la casa la noche de autos y a la declaración prestada por su novio, donde Alfonso deja caer que la tónica habitual de la convivencia con Cristina era la violencia: "Como hace en algunas ocasiones, la paga conmigo o con mi mujer, comenzando a darle golpes en la cara, en la cabeza y en el cuerpo, consistentes en arañazos, puñetazos y patadas".
El viernes 14 de junio, Alfonso afirma que el clima de convivencia entre este trío de compañeros de piso se saldó de forma luctuosa: "Sin que mediase provocación, Cristina se dirigió a mi mujer, Diana, y comenzó a darle golpes con los puños y con diferentes objetos contundentes que encontraba a su paso, sobre la cabeza y el cuerpo".