"Necesito curarme". Este fue el demoledor mensaje que Amaia Montero (47) escribió en sus redes sociales a mediados de abril de 2022. Nadie sabía qué, cómo o porqué. El estado de alarma se había decretado en torno a la cantante irundarra que hasta ese momento había colmado de felicidad a millones de personas a través de su música. Uno de los detonantes fueron los comentarios de los haters tras la publicación de una foto junto a su perro Pop, fallecido un año antes, con motivo del Día Internacional del Beso.
"Basta", espetó la cantante cuando una fan exigió fotos nuevas. Aquello le hirió: "Esta foto es inédita y significa mucho para mí... Me como a besos y abrazo a mi amor Pop que murió el agosto pasado. Me gustaría tener la libertad de colgar las fotos que me dé la gana sean antiguas o actuales y si no te gustan... Ya sabes... Y esto va también para algunas personas que me dicen cosas parecidas. Os aseguro que todo tiene un por qué".
Aquellos repentinos cambios de humor dieron pábulo a las especulaciones, rumores, cotilleos y leyendas urbanas que no tardaron en abonar los ignotos rincones de la sociedad. ¿Se sentía bien la artista?
Han tenido que pasar algo más de dos años para que la cantante emergiera de la oscuridad con la belleza de siempre. Ocurrió en la noche del pasado 21 de julio en el Bernabéu cuando los 65.000 asistentes al concierto de Karol G (33) se quedaron atónitos al verla subir al escenario segundos después de que la colombiana soltara a los cuatro vientos que "hoy tengo ahí a una personita que lleva dos años sin subirse a un escenario y está nerviosa, pero le van a regalar una de las mejores noches de su vida".
Y se obró el milagro. Amaia Montero reaparecía como una princesa de Disney para cantar Rosas, un tema que cantó en 2003 con su exgrupo La Oreja de Van Gogh. La sororidad entre la colombiana y la española se hizo manifiesta. Todos se enloquecieron.
Hundida tras la muerte de su padre
Flashback. 2009. Un muro de silencio se construyó en torno a la exvocalista de La Oreja de Van Gogh, grupo con el que vendió 6 millones de copias. La preocupación se instaló en el interior de millones de fans. ¿Qué le había sucedido?, se preguntaban. Poco a poco las pistas guiaban al indómito paraje de las enfermedades mentales. Buscarles un origen siempre ha sido una ardua tarea para los profesionales pero en el caso de Amaia habría que detenerse cuando le arrancaron el corazón de puro dolor.
Su padre, José, a quien siempre había considerado un héroe y que era la persona favorita de su vida, falleció en febrero de 2009. La artista no encontraba consuelo, su interior estaba hecho añicos y no era suficiente transmitir sus emociones a través de las canciones. Es cierto que contaba con el apoyo de su madre, Pilar Saldías, y de su única hermana, Idoia (48), que le ha dado a su único sobrino Noah (12), a quien cariñosamente suele llamar "mi cachorro". Pocas veces Amaia se había abierto en canal como lo hizo con Risto Mejide en el programa que presentaba en Antena 3, 'Al rincón de pensar' (2015).
Tras preguntarle sobre lo que vino tras la trágica noticia, la artista no dudó en responder que entró "en un estado que no conocía. Conozco un dolor que no sabía que existía porque nunca pensé que mi padre iba a… Fueron dos años de enfermedad larga, siempre pensando que se iba a ganar la batalla, nunca pensando que ese iba a ser el final. Mientras estás peleando por dura que sea la situación, que era durísima, tienes la esperanza, pero cuando eso se acaba se abre un mundo, unas sensaciones, un dolor que no conocía. Se me cae el mundo encima".
Aquella etapa oscura coincidió con su primer disco en solitario, Amaia Montero. Siempre le ha recordado, pero once años después, la cantante publicaba una foto de su progenitor de joven rodeado por sus perros a quien dedicó que su ausencia "solo lo superaré el día en el que nos volvamos a encontrar. Te llevo cada segundo corriendo por mis venas… Como te decía de pequeña, te quiero como todo el cielo y todo el mar".
El desconsuelo ha sido su compañero de viaje a lo largo de esta travesía. Intentó canalizar todo lo que estaba sucediendo a través de sus conciertos y álbumes de estudio, Amaia Montero 2 (2011), Si Dios quiere yo también (2014) y Nacidos para creer (2018), pero en su interior había algo que no terminaba de poner en marcha el mecanismo.
El enfrentamiento con Malú
Su profesión es absorbente, la presión es abismal y las discográficas quieren vender cueste lo que cueste. La esclavitud por el éxito es una constante, pero tarde o temprano se paga un alto precio aunque no se tengan fondos. Asimismo, el doble filo de las redes sociales puede provocar otro tipo de daños que afectan directamente a la psicología, en este caso, de la afectada.
Hay que trasladarse a septiembre de 2018 cuando EL ESPAÑOL preguntó a Malú (42) por qué a las cantantes se les cuestiona continuamente su aspecto físico poniendo el ejemplo de Amaia Montero. La sobrina de Paco de Lucía replicó: "Ya, pero es que a ver cómo te lo explico. A Adele nadie le dice nada".
Y prosiguió: "Lo de Amaia Montero me parece genial: ¿por qué Amaia tiene que estar delgada? ¿Por qué? ¿Por qué una cantante tiene que estar delgada?". La vasca no tardó en contraatacar a través de X (antes Twitter): "A la Victoria's Secret de Malú: ojalá todas fuéramos tan guapas y sobre todo tan delgadas como tú!". Algunos usuarios la acusaron de realizar este comentario convertido en trending topic para conseguir un mayor protagonismo.
"Ni protagonismo ni hostias. Me ha llamado gorda y punto", sentenció con vehemencia. La misma que tuvo Adele (36) cuando fue objeto de insultos por su exceso de peso: "Yo hago música para los oídos, no para los ojos".
La dictadura de la estetización, como la ha denominado Lipovetsky, ha dejado muchos cadáveres en el camino. Ese 2018 también estuvo marcado por su concierto en Cantabria con motivo de su última gira, Nacidos para creer, donde se la vio desafinar y haciendo gallos. Se dijo que se debía a problemas técnicos, pero a casi nadie pareció convencerles la excusa.
Este malestar también lo expresaron los asistentes a la gala de Los 40 de 2015 cuando se comentó que había subido al escenario en estado ebrio. Ella no tardó en dar una explicación: "Me había tomado un ansiolítico para la ansiedad". Lidiar con los haters es una de las luchas más arduas a las que tienen que hacer frente los personajes públicos. La crueldad se mezcla, afortunadamente, con la avalancha de cariño y mensajes de apoyo de otros.
Sus momentos más "delicados"
Sin miedo a expresar sus sentimientos, Amaia ha ido desgranando a cuentagotas en sus perfiles sus diferentes estados anímicos. La sensibilidad de los artistas está constantemente a flor de piel. La primavera-verano de 2021 mostró cómo se sentía en su interior la artista vasca. A raíz de la muerte de su querido labrador Pongo manifestó que "no tengo consuelo ni lo quiero… Una parte de mí se ha ido contigo y con tus hermanos", en referencia a sus otras mascotas, Buda y Mafalda.
A posteriori homenajeó a su amigo Txabi Sarra, ingeniero de luz y sonido de La Oreja de Van Gogh que había fallecido un año anterior: "Solo así quiero recordarnos". En la foto aparecían ambos abrazados ante una buena comilona.
En agosto de 2022 dio las primeras pistas sobre cómo se encontraba. Solo había que interpretar su mensaje en Instagram: "Siempre he creído que esta vida es un partido de fútbol y yo no encuentro mis botas… Solo que hay algo que no cambia, vosotros, el tiempo y todo este amor. Voy a volver, lo daré todo como siempre".
En aquel momento había compartido con sus seguidores dos estrofas de la versión en estudio de un nuevo tema que incluiría en su quinto álbum en solitario después de cuatro años de ausencia. En el aire se tarareaba "intentarnos cambiar es arder bajo el mar o el final de un mal cuento… Despejar la ecuación es bajar el telón. Marcadores a cero…" ¿Había que leer entre líneas?
El 14 de octubre de 2022 saltó la bomba. Una imagen en blanco y negro, sin maquillar, despeinada, completamente demacrada y la mirada triste y perdida ofrecía aun retrato (in)verosímil de la reina del pop española. Una hora después la despublicó.
El desconcierto llegó a su punto álgido cuando escribió "si la esperanza es lo último que muere y todavía no la he perdido, ¿de qué sirve la vida?" Sus seguidores le mandaban mensajes de ánimo y otros se preguntaban qué estaba pasando. Uno de ellos se armó de valor: "Hola reina, ¿cómo te sientes?" a lo que la intérprete de Te voy a decir una cosa respondió: "Destruida".
El misterio rodeaba su figura. Nadie quería dar la cara, hasta que su hermana Idoia comentó en Espejo Público que "Amaia no está pasando por su mejor momento" y enseguida agregó que ella no era la portavoz oficial para contestar a cuestiones relacionadas con su salud mental.
Tras la publicación de esta información desconcertante, Amaia ingresó en una clínica de Navarra para tratar su problema. Después de un mes fue dada de alta a finales de noviembre de ese 2022. Su madre y su hermana acudieron a recogerla. Ninguna hizo declaraciones. A partir de ese momento la recuperación se llevaría a cabo en su hogar.
Un par de días antes de las fiestas navideñas admitió en el programa Socialité que no sabía cuándo volvería a actuar ya que "no podría decir nada de eso en estos momentos. Ahora mismo estoy recuperándome y no tengo fecha de vuelta". Su única vía de comunicación con el exterior era Instagram, ya que la cuenta de X la había cerrado.
Hacía el 20 de julio de 2023, Amaia volvía a acaparar los titulares al desvelarse que había estado diez días en la UCI en el hospital Beata María Ana de Madrid a raíz de las complicaciones en el postoperatorio tras intervenirle de un problema en el dedo meñique de una de sus manos.
Pilar, madre de la artista, se abstuvo de hacer declaraciones, mientras que los medios de comunicación se hacían eco de unas palabras que su otra hija, Idoia, había pronunciado telefónicamente a uno de los reporteros de Espejo Público: "Pasamos un momento delicado".
Recuperando la ilusión
Poco a poco ha ido recuperando las fuerzas y la ilusión. Así se hizo notar cuando a principios de abril su hermana Idoia fue una de las 50 aspirantes al talent culinario MasterChef. Los que han estado cerca de la vocalista confiesan que estaba tremendamente contenta. Desgraciadamente, el jurado optó por eliminarla, pero Idoia no se dio por vencida: "El fracaso es no hacer nada. Añado que el verdadero éxito es intentarlo una y otra vez y no rendirse".
A lo largo de este periplo algunos de los nombres más famosos de nuestro país no han dudado en reconfortarla. Pastora Soler (45) le escribió "¡Vamos Amaia, compañera, eres grande, te admiramos, te queremos! ¡P'arriba!", Diana Navarro (46) fue cariñosa al decirle que "¡Eres la reina del pop, no lo olvides! ¡Vamos!" y Cayetana Guillén Cuervo (55) fue tan breve como contundente: "Mi amor, te quiero".
No hacían falta más palabras. Ambas se llevan como hermanas. De hecho, la cantante es la madrina del único hijo de la protagonista de El abuelo (1998), Leo (18). La actriz confesó a principios del pasado mes de junio en la entrega de premios de la revista Influencers que su amiga del alma "está bien, está tranquila. Hablo con ella de vez en cuando y está bien".
No iba desencaminada la actriz y presentadora de televisión. Amaia reapareció a lo grande junto a Karol G. Dos ídolos que revolucionaron los alrededores del estadio del Real Madrid. Al final del concierto dedicó unas palabras a los asistentes: "Pensaba que jamás volvería a pisar un escenario. Por eso hoy es un día increíble para mí. Este momento lo voy a guardar en mi corazón y en mi alma". Amaia se convirtió en una de las personas más buscadas del país. Los periodistas anhelaban sus declaraciones a toda costa.
En el aeropuerto Adolfo Suárez de la capital madrileña, un equipo del programa 'TardeAr' consiguió sonsacarle de tú a tú las primeras palabras en varios años. Guapísima, elegante y con una sonrisa desveló que la actuación había sido "un momento muy emocionante". Y añadió que "hoy he amanecido feliz y con una sensación muy bonita".
Dejó patente que la relación con Karol G se fraguó desde el amor y el corazón. Con respecto a si iba a volver con La Oreja de Van Gogh alegó que "no, no voy a volver con ellos... De momento. Vuelvo en solitario y será relativamente pronto". Los fans ya se están frotando las manos.
Tensa relación con Leire
Mucho ha llovido desde que en enero de 1996 la fortuna llamara a la puerta de cinco músicos donostiarras. Cuatro de ellos eran amigos tocaban versiones de U2 o Nirvana. Se trataba de Pablo Benegas (guitarra), Haritz Garde (batería), Xabi San Martín (teclado) y Álvaro Fuentes (bajo).
El grupo estaba buscando una vocalista, pero hasta ese momento no había tenido suerte. Sin embargo, durante una cena Pablo conoció a Amaia. Hizo una prueba y todo fue pan comido. Como en una de las muchas conversaciones había surgido la historia de Van Gogh y la pérdida de su oreja decidieron denominar a la banda como homenaje al artista de Los girasoles.
Durante un año se reunieron al terminar las clases en un local para elaborar las canciones de su primera maqueta que enviaron únicamente a Sony Music. No tardaron en firmar su primer contrato con el que lanzarían el disco Dile al sol (1998), con el que obtuvieron siete discos de platino.
Hasta que en 2007 Amaia decidió volar en solitario, el grupo ganó un MTV Internacional al Mejor Artista Español (2001), un MTV Latino (2004), el Grammy Latino al Mejor Álbum Pop (2006), dos Premios Ondas (1998 y 2003) y dos Premios de la Música (1999 y 2003), entre otros muchos.
La sustituta de Amaya fue y sigue siendo Leire Martínez (45), que había sido concursante en Factor X. Entre ambas se ha dicho que existe una enemistad que se dejó entrever cuando un fan publicó una imagen con un montón de discos firmados por Leire.
Rápidamente, Amaia se apresuró a escribir en sus redes lo siguiente: "¡Impresionante colección en cuanto a la cantidad de material! Pero ninguno de los míos está firmado por mí... ¡y eso hace un tanto extraño por no decir otra cosa! Jamás firmaría un disco que no me correspondiera... por pura honestidad y respeto". Leire ha manifestado en alguna ocasión que su relación es, simplemente, correcta.
Vuelta a los escenarios
Siempre discreta en cuanto a su historial romántico, Amaia nunca confirmó su hipotética relación con Guti (47). Hubo algunos hombres a quienes dedicó estrofas de algunas de sus canciones, pero con seguridad se puede decir que el único novio oficial que ha tenido hasta la fecha ha sido Gonzalo Miró (43), colaborador de televisión e hijo de la celebérrima directora Pilar Miró, fallecida en 1997.
La pareja empezó su historia en 2009, pero en 2011 la finiquitaron. Con motivo de su actuación junto a Karol G, su exnovio y gran amigo comentó a los medios que "es una gran alegría verla otra vez encima del escenario, era cuestión de tiempo. Y como toma de contacto primera de nuevo con realmente lo que ella quiere hacer, pues oye, espectacular". No dudó en aseverar que su relación con Amaia es bastante más que cordial y afirmó que "ella está muy bien, muy contenta, tenía los nervios de que todo saliera bien y está encantada con cómo ha quedado".
Una de las amigas más íntimas de Amaia es Eugenia Martínez de Irujo (55), la díscola hija de la duquesa de Alba, que días después del show del Bernabéu confesó que fue "espectacular. Es que yo… fue tan, tan emocionante, tan bonito por ambas, tanto… como he dicho en las redes, o sea, solo una grande hace una cosa así a otra grande que es Amaia. Fue superemocionante". Por fin la aristócrata desveló el misterio de por qué habían cantado juntas. Simple y llanamente porque la colombiana es fan de la vasca desde que era una cría y como creció escuchando su música no dudó en invitarla.
Este viernes 26 de julio, Amaia ha vuelto a aparecer en redes para mandar su apoyo a Sara Carbonero (40), quien no está pasando por un buen momento."Aquí tendrás siempre mi mano para agarrarnos bien fuerte", le respondía a la expareja de Iker Casillas (43). El guitarrista de La Oreja de Van Gogh le ha dedicado un bonito mensaje esta semana: "Sigo sin conocer a nadie como tú".