A sus 24 años, Pepe Bescos, descontento con la precaria situación de la ciencia en España, tomó la decisión de abandonar sus estudios universitarios y prepararse unas oposiciones. El deseo de tener "una estabilidad para poder hacer un proyecto de vida a largo plazo", hizo posible que formase parte del reducido grupo que aprueban a la primera.
Nacido en Ferrol, Bescos ha vivido por todo el país. Por motivos laborales de su madre, en 2009 abandonó su ciudad natal para mudarse a Cartagena, donde estuvo hasta los 18 años cuando terminó el instituto. Tras su paso por la ciudad portuaria, eligió Granada para cursar sus estudios universitarios, coincidiendo en las mismas fechas con el traslado de su madre a Cádiz. En la provincia andaluza estuvo estudiando Biología hasta la primavera de 2022, momento en el que tomó la decisión de dejar la universidad y volver con su madre a Cádiz.
Poco tardó en decidir que hacer con su vida. En tan solo dos semanas ya había escogido una academia para prepararse las oposiciones para administrativos del Estado. A cualquiera le puede sorprender que alguien tan joven como Pepe decida dejar sus estudios para hacerse funcionario, pero él tenía claro el porqué: estabilidad. "Era algo que me planteé cuando estaba en Biología porque era la única salida que veía que me podía dar una estabilidad, algo viable, porque al final el sector de la ciencia en España ahora mismo es bastante precario. Dejé la carrera porque no era el futuro que quería y en busca de esa estabilidad decidí directamente prepararme unas oposiciones".
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La preparación
Todo comenzó en Cádiz. El coruñés elegió una academia con centros por toda España e inició su preparación en Cádiz, poco después, por motivos familiares regresó a Ferrol y se cambió al centro de Coruña, lugar en el que terminó de prepararse. En poco menos de un año y medio, dedicándole 8 horas al día seis días a la semana consiguió estar perfectamente formado para presentarse a la prueba.
Tras realizar el examen el 17 de septiembre del año pasado, Pepe estaba convencido de que iba a conseguir una plaza. El motivo de tal convicción fue que dos días despues de presentarse al examen subieron una plantilla correctora con la que más o menos te podías hacer una idea de la nota que podrías sacar. "A partir de ahí ya estaba convencido de que de que iba a tener plaza". Sin embargo, tuvo que esperar cuatro meses para conocer los resultados. El 18 de diciembre recibió la noticia de que había aprobado, quedando en el puesto 2.316 de 4.652.
Eligió las oposiciones para administrativos del Estado por dos motivos: el primero es que al ser unas oposiciones del Estado te permite un ámbito mucho más amplio a la hora de movilidad en el futuro, dándole la posibilidad de trabajar en cualquier ciudad que desee. Y el segundo motivo era el número de plazas, en ese momento solo se había aprobado la oferta de Empleo Público de 2022, unas 1.700 aproximadamente, un número bastante considerable. Y además se juntó con la oferta de 2023 en las que ofertaban otras 3.000, de ahí las 4.652.
Futuro
Casi un año después de haberse presentado al examen, Pepe tuvo esta semana la toma de posesión de su cargo en el Instituto Nacional de la Seguridad Social en Ávila. Bescos reconoce que la provincia famosa por sus murallas medievales no era su primera opción, sino la número once. En primer lugar eligió Ferrol, ya que es la ciudad donde residía y sus siguientes alternativas eran en Andalucía. A pesar de no haber conseguido plaza donde quería no le importa, "a partir de los dos años ya puedo participar en concursos para moverme y mi primera opción sería volver a Coruña", explica Pepe.
En cuanto a las perspectitavas de futuro, el joven tiene claro que quiere orientar toda su carrera profesional dentro de la administración. A medio plazo le gustaría ascender al subgrupo A2 que requiere un título universitario. Por esa razón ha vuelto a la universidad, actualmente se encuentra estudiando Ciencias Políticas y de la Administración en la Universidad Oberta de Cataluña (UOC).
Sabe que le quedan muchos años por delante y aunque en un principio no se plantea irse al sector privado es consciente de que no tienen por qué ser todos estos años en el sector público. "Puedo salir y luego volver o lo que quiera, o sea, no estoy encadenado a la administración de por vida, a lo mejor en un futuro sí que me podría plantear salir de España unos años o una temporada".