Eneritz, la vasca de 30 años que se encontraba disfrutando de unos días libres en Panamá después de haber realizado un voluntariado en Costa Rica, fue asesinada por un hombre que posteriormente le robó sus pertenencias. Así lo puede avanzar EL ESPAÑOL de fuentes muy próximas a la investigación. El principal sospechoso, un hombre no residente en la isla, fue detenido durante el día de ayer por miembros de la Policía Nacional de Panamá para poder continuar las diligencias.
Entrada la madrugada, la Procaduría General de la Nación confirmó la información publicada hace tres días por este periódico: el cuerpo sin vida que se había encontrado en una playa de la Isla Carenero (Bocas del Toro) era, sin ninguna duda, el de Eneritz Argintxona. La autopsia recogió, además, el peor de los resultados posibles. Su muerte fue a causa de un traumatismo craneoencefálico, corroborando la primera línea de investigación que las autoridades mantienen desde el pasado viernes: el homicidio.
De hecho, según la información recabada por EL ESPAÑOL durante la investigación del fallecimiento de Eneritz, la Fiscalía Regional de Bocas del Toro buscaba a dos posibles sospechosos desde el pasado sábado. Es ese día cuando, de manera interna, se confirmó la muerte violenta de la vecina de Erandio (Vizcaya) y el Ministerio Público comenzó a recabar pistas sobre las últimas horas de la joven en Isla Carenero.
Robó su mochila
Enertiz se encontraba viajando por Panamá después de haber estado como colaboradora en un hostal de Costa Rica durante varias semanas. Su intención, según explicó a EL ESPAÑOL el último grupo de personas con el que la joven habló, era el de regresar a España esta misma semana para poder realizar un viaje familiar que tenía programado. No sin antes, explican, visitar el lado caribeño de Centroamérica, una zona que le interesaba especialmente ver como turista.
La vasca estuvo dos días en el pueblo de Tortuguero, otros dos días en Puerto Viejo de Talamanca y posteriormente cruzó la frontera hasta Panamá. El lugar en el que pasó sus últimos días, Bocas del Toro, es una zona muy frecuentada por turistas y expatriados, especialmente de los Estados Unidos. Aunque históricamente ha tenido registro de mujeres asesinadas violentamente, varios residentes consultados para la investigación de este medio han afirmado que no se trata de un lugar peligroso.
El miércoles 24, mismo día en el que desaparece, Eneritz se registra en el hostal Aqua Lounge de la Isla Carenero. Durante esa noche, y en lo que parece un paseo nocturno, Eneritz es vista por última vez por las cámaras de un alojamiento al norte de la pequeña isla. Según explican desde este mismo hostal, la joven vasca estaba realizando un cruce de oeste a este de la isla por un pequeño sendero que no está cartografiado pero que es muy utilizado por los lugareños de manera habitual.
Su cuerpo es hallado sin vida dos días después a orillas de la playa por una familia de estadounidenses que caminaba por ese mismo sendero. Cuando las autoridades panameñas comienzan las pesquisas para tratar de esclarificar lo que parece un homicidio, toman las imágenes de la cámara donde Eneritz es vista por última vez. Por ese mismo lugar pasan dos hombres, horas después, que pasan a ser principales sospechosos del asesinato de la joven española.
Uno de ellos fue descartado después de probarse que se encontraba en el interior de la misma casa visitando a unos amigos. El otro, sin embargo, es visto en las imágenes portando una mochila que después el Ministerio Público confirmaría en su investigación, a la que ha accedido EL ESPAÑOL, que se trataría de parte de las pertenencias de Eneritz. En estos mismos momentos, ese principal sospechoso está detenido, según fuentes próximas a la investigación, mientras continúan las diligencias para esclarecer el móvil del crimen y el modo de actuación del sospechoso.