Perla Virginia Báez Garay, una mujer española de 42 años, murió el pasado sábado 3 de agosto en Turquía después de realizarse una cirugía plástica. Báez viajó hasta Estambul desde Collado-Villalba, lugar donde residía, para realizarse varios retoques estéticos en el hospital privado de Şişli.
La mujer, originaria de Ciudad del Este (Paraguay), era madre de dos hijos, Naia y Kevin, de 8 y 12 años. Trabajaba como peluquera desde 2021 en la cadena Marco Aldany, según indica su perfil de Facebook.
Aficionada a la repostería, llegó a un acuerdo con el cirujano plástico del hospital Şişli para realizarse varias cirugías estéticas. Nada más salir del quirófano, de manera muy repentina, Báez comenzó a enfermar.
Empezó con dificultades respiratorias, lo que hizo preocupar a los médicos del hospital, y fue trasladada de inmediato a la unidad de cuidados intensivos. Después de varias intervenciones y muchos intentos por parte del personal sanitario de revertir la situación, la mujer acabó falleciendo a las pocas horas de haber salido de quirófano a causa de un paro cardíaco.
Posible homicidio por negligencia
La Fiscalía General de Estambul ha iniciado ahora una investigación para esclarecer la muerte de la mujer. En primera instancia, y por un presunto delito de "homicidio por negligencia", la policía turca detuvo al médico responsable de la operación, aunque ya ha sido puesto en libertad con cargos mientras continúa la investigación.
Después del fallecimiento, el cuerpo sin vida de Perla Virginia Báez Garay fue trasladado al Instituto de Medicina Legal, donde ya se ha realizado la autopsia para determinar la causa exacta de la muerte.
El cadáver de Báez ya ha sido entregado a sus familiares y a los funcionarios responsables del consulado español para su repatriación a España, según informan medios turcos.
Peligros del 'turismo sanitario' a Turquía
Turquía, con un avanzado desarrollo tecnológico en Medicina y precios muy competitivos, es un popular destino de 'turismo sanitario', con una amplia oferta, desde operaciones estéticas e implantes de cabello a procedimientos de fertilización in vitro.
El Ministerio de Sanidad otorga certificados de licencia para el 'Turismo Sanitario' y muchos hospitales públicos, además de los privados, cuentan con una unidad de intervenciones estéticas.
La prensa turca recoge con frecuencia casos de complicaciones ocurridas en clínicas ilegales que funcionan sin los controles preceptivos, pero también varios hospitales aprobados por el Ministerio se han visto envueltos en polémicas.
En marzo del año pasado, un escándalo sacudió a la opinión pública turca al denunciarse la intoxicación de 250 pacientes, la mayoría extranjeros, tras someterse a intervenciones de inyección de botulina en el estómago como parte de una terapia para adelgazar.
Los hospitales implicados tenían los certificados en regla, pero expertos turcos sospechan que se proveían de bótox en el mercado negro para satisfacer una demanda por encima del límite autorizado por el Gobierno.