César Román, conocido como 'El Rey del Cachopo', de 49 años, reconoció hace unos meses ser el autor del asesinato de su expareja Heidi Paz y el pasado lunes mediante una carta escrita desde la prisión, manifiesta que contó con un cómplice de su máxima confianza para cometer el crimen.
A través de una carta de su puño y letra, el pasado abril pedía perdón a la familia y aseguraba que estaba dispuesto a detallar cómo ocurrió todo. Lo que no dijo era que lo iría a contar por partes. Actualmente su pena es de 15 años.
En esta última carta enviada al programa de Antena 3, 'Y ahora Sónsoles', admite seis años después que Heidi perdió la vida en la oficina de su empresa, tras una acalorada discusión. "Fue un único disparo y en absoluto fue algo ni premeditado ni previsto en absoluto", asegura.
"Recurrí a la ayuda de una persona cuya identidad la desvelaré en la sede judicial, si se me pregunta al respecto, porque es una pieza esencial para comprender todo lo sucedido posteriormente a la muerte de Heidi", escribe César.
Según 'El Rey del Cachopo', compró el arma del crimen a una persona eslava para su protección personal, pero jamás imaginó que ocurriría algo así: "No me podía creer lo que había hecho, la besé, le grité desesperado".
En la carta añade que tras intentar reanimar a Heidi sin éxito, empezó a marearse y terminó recurriendo a una persona de su confianza para que le ayudase con el cuerpo. "Pasó desapercibida para la policía o, mejor dicho, minusvalorada", refiere.
El colaborador desconocido
Si bien es cierto que el portero de la finca colindante con la nave aseguraba que vio salir a una persona que, aparentemente, no era César, ese indicio no llevó a ningún sitio en ese momento.
Por último, César Román admite que la carta es "un punto y seguido" en su vida, por lo que el caso podría contar con nuevos detalles si el asesino confeso de Heidi Paz acaba sacando a la luz más datos desconocidos sobre lo ocurrido aquella noche y que derivó en uno de los casos más controvertidos de la historia reciente de España.
El abogado de la defensa de la familia de la víctima, Alexis Socías, ha respondido a este movimiento realizado por el condenado asegurando que lo que está consiguiendo es "aumentar deliberadamente el dolor de la familia", ya que lo que único que procedería en este caso es el "cumplimiento íntegro de la pena", según ha asegurado en declaraciones a Infobae España.
El descuartizamiento
El asesinato de Heidi se produjo en 2018 y César Román fue detenido en Zaragoza en agosto de ese año. En ese entonces proclamaba ser inocente, dijo que el torso hallado en una nave de Usera, en Madrid, no correspondía a su pareja y que el crimen fue cometido por una banda dedicada a vuelcos de droga.
El taxista que condujo a César Román el 5 de agosto de 2018 de Vallecas a un local del distrito madrileño de Usera con una gran maleta ha destacado que "pesaba una barbaridad" y que tuvo que pedirle al acusado que le echara una mano para meterla en el vehículo, según informaba la agencia Efe.
Le mostraron la maleta y dijo que era parecida. "Yo llevo maletas y no pesan tanto a no ser que vayan llenas de libros y no son maletas tan grandes", ha añadido el taxista, por lo que le preguntó si llevaba libros, a lo que Román respondió que no, "que estaba haciendo una mudanza".
El pedido de perdón
"Quiero pedir humildemente perdón a la familia de Heidi, así como a todos los demás perjudicados con mis deplorables acciones. Tras hacer una profunda e íntima reflexión, vengo a manifestar mi reconocimiento del delito cometido y por el que fui condenado estoy arrepentido", señalaba en su carta de abril de 2024.
Asimismo, César señalaba que con ese reconocimiento daba por 'concluido el proceso' y manifestó que no recurriría a la sentencia impuesta ante 'instancias judiciales internacionales', pues su deseo era acabar con el sufrimiento que sus actos habían causado. Sin embargo, con esta nueva carta vuelve a escribir y nuevo capítulo del macabro crimen.