Pablo Jara, el amigo de Rafa Mir acusado: "Ni la toqué ni le pegué. Están montando un espectáculo"
El defensa central, de 27 años, sostiene que las denunciantes se pelearon entre ellas por estar con el delantero del Valencia CF y las tuvo que echar del chalé que tiene el futbolista en la Urbanización Torre en Conil.
5 septiembre, 2024 02:35El defensa Pablo Jara era conocido como el héroe del último ascenso del Alcantarilla FC a Tercera División, en la temporada 2021-2022, pero esa fama ha sido dilapidada tras descender a los infiernos como investigado por la agresión sexual a una chica, de 25 años, a la que ya no puede acercarse a menos de 500 metros porque le ha denunciado, por realizarle tocamientos, incluso por darle un puñetazo para echarla del chalé de su amigo: Rafa Mir, delantero del Valencia Club de Fútbol.
"Están montando un espectáculo", según ha asegurado Pablo Jara durante su declaración en el Juzgado de Instrucción número 8 de Llíria, al que ha llegado este miércoles, en calidad de detenido por la Guardia Civil, al igual que su amigo Rafa Mir. Los dos futbolistas han tenido que rendir cuentas por la fiesta que tuvo lugar en la casa que tiene el delantero del equipo che en la exclusiva Urbanización Torre en Conil de Bétera.
Allí acabó de juerga Pablo, como miembro del círculo íntimo de amigos que conserva Rafa Mir en la pedanía murciana de Javalí Nuevo donde el jugador del Valencia pasó parte de su infancia. De hecho, según un familiar del futbolista, el contacto es tan fluido entre la pandilla que el delantero invitó a Pablo Jara, junto a otros dos amigos, uno de ellos miembro de las Fuerzas de Seguridad, para que asistieran en Mestalla al partido que su equipo disputaba contra el Villarreal.
El encuentro acabó con empate y Rafa Mir solo jugó 21 minutos, pero eso no le desmotivó para salir de marcha con dos de esos tres amigos: el defensa Pablo Jara y un tercero que ahora se ha convertido en testigo de un caso que sacude los cimientos del mundo del fútbol. El trío se fue de farra a la Discoteca Mya: una afamada sala de la capital del Turia, marcada por su decoración futurista, a la que suelen acudir futbolistas, actores, influencers y cantantes para disfrutar de sus cócteles y de su zona VIP.
"Las conocimos en una discoteca", según ha confirmado Pablo Jara (Murcia, 1997), sobre la relación que mantenía tanto con la joven, de 25 años, que le denuncia por unos supuestos tocamientos y un puñetazo, como con la chica, de 21 años, que ha denunciado al delantero Rafa Mir (Cartagena, 1997) por una presunta agresión sexual con penetración.
Este defensa, de 27 años, caracterizado por su corpulencia y su barba poblada, también sostiene que ambas chicas accedieron "voluntariamente" a acompañarles al chalé de Rafa Mir, para seguir la fiesta que empezó el sábado 31 de agosto y prosiguió el domingo 1 de septiembre. Pablo explica que al llegar al chalé de la Urbanización Torre en Conil estuvieron de "bromas" con las dos chicas a las que conocieron horas antes.
"Nos metimos en la piscina", según ha precisado Pablo Jara en su declaración en sede judicial, de la que ha informado a EL ESPAÑOL su abogado defensor, Gabriel Esturillo, para demostrar la inocencia de su cliente. La juerga iba bien hasta que Pablo afirma que se produjo un supuesto episodio de celos entre ambas chicas, por estar con el delantero: "Ellas se pelearon". "Tuvieron dos o tres discusiones por estar con Rafa".
Pablo admite que estuvo bañándose en la piscina después de una larga noche de copas, pero niega la versión de los hechos que ofrece la chica, de 25 años, que le denuncia por tocarle insistentemente el culo y los senos -sin su consentimiento-. Todo ello, mostrando una conducta violenta, que obligó a la chica a salir del agua, siendo perseguida, incluso insultada y agredida por el defensa hasta que la echó de la casa de Rafa Mir en bragas, junto a su amiga, que también iba en ropa interior.
Tal conducta sexual y actitud violenta es negada por el defensa central que solo reconoce que expulsó a las dos chicas del chalé. Prueba de ello es que este veinteañero argumenta que estaban provocando un escándalo vecinal por sus disputas entre ellas, motivadas por sus presuntos celos por estar con el futbolista Rafa Mir: "En una de sus discusiones les dije que se tenían que ir de la casa, que ya estaba bien, que estaban molestando...". "Ni la toqué ni la pegué". "Están montando un espectáculo".
Gabriel Esturillo, abogado defensor de Pablo Jara, corrobora el contenido de la versión ofrecida por su cliente en sede judicial y que publica este diario: "Pablo niega los hechos expuestos por la denunciante a la Guardia Civil. Mi cliente dice que es mentira que le tocó el culo y las tetas. No hubo nada sexual ni consentido ni sin consentir".
El letrado del despacho Hernández y Esturillo Abogados con sede en Alcantarilla, apoya sus palabras en un dato objetivo: ni los abogados de las dos denunciantes ni el Ministerio Público han pedido prisión provisional para el defensa Pablo Jara. Tampoco lo han hecho para el delantero Rafa Mir. Es decir, la Fiscalía considera que no se cumplen los requisitos del artículo 505 de la ley de Enjuiciamiento Criminal: no aprecia riesgo de fuga en los futbolistas investigados ni la posibilidad de que alteren pruebas vinculadas con la causa que se investiga.
- ¿Y la agresión para echarla a ella y a su amiga de la casa del futbolista del Valencia CF, Rafa Mir?
- Gabriel Esturillo: No le pegó ningún puñetazo a la denunciante. Les dijo a las dos chicas que tenían que marcharse, con un tono fuerte [de voz], pero sin recurrir a la violencia [física]. Mi cliente las acompañó hasta la puerta del chalé y las echó.
El defensa Pablo Jara se ha criado en la pedanía murciana de Javalí Nuevo donde conoció a su amigo Rafa Mir. Incluso los vecinos cuentan que "llegaron a jugar en el mismo equipo cuando eran niños". De ahí viene su gran amistad, a pesar de que sus vidas deportivas tomaron caminos opuestos porque Rafa llegó al fútbol profesional y ganó con España una medalla de plata en las Olimpiadas de Tokio, mientras que el mayor logro de Pablo fue convertirse en capitán del Alcantarilla FC en el que ha militado nueve años hasta que esta temporada se quedó sin club.
Posiblemente, después de este escándalo, ya nadie quiera fichar al central que tanto prometía cuando debutó con solo 17 años con el Ciudad de Murcia: un equipo mítico de Tercera División. Pablo ha pasado de ser conocido como el héroe del ascenso del Alcantarilla Fútbol Club al villano de una -supuesta- agresión sexual.