A la izquierda, Vinicio en una foto anterior. A la derecha, el brazo en los días previos.

A la izquierda, Vinicio en una foto anterior. A la derecha, el brazo en los días previos.

Reportajes

Vinicio murió por una luxación en el codo tras un robo: "Por una negligencia médica cogió una bacteria"

Perdió la vida en 10 días tras acudir cinco veces a los centros médicos de San Sebastián. "No le hicieron ninguna prueba", denuncia su madre.

8 septiembre, 2024 01:50

Vinicio Portillo, de 25 años, murió el pasado 20 de agosto, diez días después de ser atracado en plena calle. Durante el ataque sufrió una luxación de hombro que acabó en último término con el fallecimiento del joven. "Él coge la bacteria porque fue tratado con negligencia y no vieron de dónde le venía el dolor", denuncia Geysell, su madre.

En la madrugada del pasado 10 de agosto, Vinicio Portillo salió de trabajar del bar de su familia en San Sebastián. Portaba una riñonera y una bolsa con cervezas y se acababa de separar de su compañero Adrián. Estaba en la calle Easo cuando fue asaltado por cuatro varones: le quitaron todo lo que llevaba encima y lo tiraron al suelo.

La Ertzaintza encontró en el suelo a Vinicio y llamó a la ambulancia, que lo trasladó al hospital para que fuera atendido. Tras unas horas en el centro médico se le da un diagnóstico claro: traumatismo en el codo con posible línea de fractura en la cabeza de radio. El tratamiento que tendrá que tomar será paracetamol para el dolor y la articulación inmovilizada a través de una férula.

Pasan las horas e incluso los días, pero Vinicio no mejora. Geysell rememora en conversación con EL ESPAÑOL aquellos días: "Comienza a decir que le aprieta, que siente una sensación extraña dentro de la piel".

Pasan tres días hasta que Vinicio vuelve al médico. El 13 de agosto, según la denuncia de sus familiares, el joven hondureño regresa a un centro médico. En esta ocasión va al ambulatorio de Amara-Berri de Donostia. De aquella visita, poco se sabe más que no hay parte médico.

Es el 16 de agosto cuando Vinicio ya no puede soportar más el dolor. En los días previos, comenta Geysell, "tenía fiebre, había dejado de comer, se le puso la piel blanquecina...". Pero es ese día cuando se quita la venda y la férula que le habían colocado los médicos y que le cubrían todo el brazo. 

En los vídeos grabados aquellos días y no reproducidos aquí por la dureza, se puede ver la extremidad de Vinicio completamente negra, con heridas superficiales en las que había perdido parte de la piel. "No le han dado medicamento, no le han dado nada", se escucha decir a la voz de un hombre. Una mujer insiste con asombro: "Yo diría que por qué se le abrió la piel".

Vinicio, detrás, junto a un familiar.

Vinicio, detrás, junto a un familiar. Cedida

Pasan otros dos días antes de que Vinicio vuelva a acudir al hospital de Donostia. El 18 de agosto a las 10.25 horas se le realiza una valoración en la que se observa un hematoma y tumefacción en el codo izquierdo. El médico refleja que presenta "dolor a la mínima extensión del codo".

El médico le vuelve a colocar la férula y una venda, denuncia la familia. El tratamiento es paracetamol y metamisol. Apenas han pasado dos horas desde su llegada al hospital y le dicen a Vinicio que pida cita con su médico de cabecera.

La situación no mejora, sino que empeora. Vinicio sigue sin apetito y comienza a vomitar. La denuncia de la familia recoge que acude nuevamente al médico de urgencias temprano el día 19 y que la tumefacción y los hematomas se han extendido por todo el brazo y hasta los dedos. "Ya no presentaba movilidad en la mano prácticamente", aclara la madre en conversación con EL ESPAÑOL. Tiene incluso una úlcera de más de cinco centímetros. Al tratamiento se le suma el tramadol.

El joven llega a casa de sus tíos, con los que vive, y asegura que le han estirpado una bola de sangre con una jeringuilla. Que esté tranquilo, que el sangrado era normal.

Su familia le insiste para que siga acudiendo al médico. Le graban vídeos en las manos. En uno de ellos se escucha decir a su prima: "Mira cómo tiene el brazo este chaval y así lo despachan para casa. Eso no puede ser así. Hay que dejar evidencia, coño, si este chaval cómo tiene ese brazo...".

Llega el momento crítico el 20 de agosto. A las 16.30 horas, la tía de Vinicio lo encuentra sudando, pálido, semiinconsciente y muy débil. Su tía no consigue que vaya al médico un día más, pero a las 10 de la noche su prima llama a la ambulancia porque el joven no se puede mover. 

"No querían mandarle la ambulancia", dice su madre a este periódico. Le decían que "para una luxación de codo no era necesaria". "Él ya no reaccionaba", señala la madre, así que "después de rogarle a la ambulancia, lo subimos a un taxi".

El joven hondureño llega al hospital junto a su tío y su tía. Le hacen una radiografía en el codo, según la familia, y lo trasladan a un box a la espera de tratamiento. En la propia camilla, los familiares graban a Vinicio con los dedos de la mano entumecidos y pálido. 

La situación se agrava y los familiares buscan a un médico. Encuentran a una por los pasillos que nada más ver a Vinicio alerta a otros compañeros. Es trasladado y separado de los familiares, que pasan dos horas sin saber nada del joven. 

A la tía de Vinicio le dicen entonces que se encuentra en estado crítico, que está en la Unidad de Cuidados Intensivos. Le van a intervenir de urgencia para hacerle un drenaje y dejalo abierto, según su madre.

Son las 6.22 horas del 20 de agosto cuando muere Vinicio, de 25 años, tras 40 minutos de reanimación. 

La denuncia

La familia de Vinicio ha presentado una denuncia por la presunta "negligencia médica". Según los especialistas, el joven murió por una infección que se le trasladó al torrente sanguíneo, lo que le provocó a la postre un fallo multiorgánico y un paro cardíaco.

"No hay ni un solo parte médico firmado por un especialista", se queja la madre y hace constar en la denuncia. 

Geysell asegura que la forense fue muy amable, pero que el nivel de infección era tal que tuvieron que darle dos días para que bajara. "Tuvieron que equiparse con equipos especiales", resalta.

Los familiares ya han presentado la denuncia por negligencia médica ante la Ertzainza. Además, tienen pensadas otras acciones. Entre otras, una concentración ante el hospital que se llevará a cabo este domingo.