La guerra en Oriente Medio ha entrado en una nueva  fase con una serie de explosiones en el Líbano que han dejado más de treinta muertos y cerca de tres mil heridos. Esta operación, de gran envergadura, marca un punto de inflexión en el conflicto.



 El uso de tecnología antigua como 'buscas' y 'walkies' transformados en armas de guerra no solo ha tomado por sorpresa a Hezbolá, sino que ha generado pánico en el país, abriendo la puerta a una pregunta inquietante: ¿podrían los móviles y tabletas que usamos a diario convertirse también en armas letales?



Israel se mantiene en silencio, sin confirmar ni desmentir su implicación en los ataques. Sin embargo, el líder de Hezbolá, Hasan Nasrallah, respondió con dureza este jueves en un discurso televisado. “Estos son crímenes de guerra o, al menos, una declaración de guerra”, declaró, acusando a Israel de "haber cruzado las líneas rojas".



En el capítulo de hoy, Miguel Flores, colaborador de EL ESPAÑOL en Beirut, nos ofrece un análisis detallado de la situación tras las declaraciones de Nasrallah.Además, entrevistamos a David Marugán, experto en seguridad y radiocomunicaciones. El director de Titanium Ciberseguridad Industrial, describe la operación como “una combinación de manipulación física y ciberataque”, subrayando su complejidad: “ha sido extremadamente difícil de ejecutar, con una larga preparación”.